Día 4

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Abril estaba afuera abrazándose a la sudadera de Samantha ya que hacía un poco de frío, debía ir a casa ya que era noche y siempre que salía de trabajar iba directo a casa para no preocupar a sus amigos.

Aunque ahora sería mas difícil volver a casa ya que sin motocicleta, dinero o celular para contactarse, todo se complicaba más, eso duró poco ya que la motocicleta de Samantha llego frente a ella deteniéndose para quitarse el casco y lanzarlo en dirección de la rubia que lo atrapó confundida.

—Vamos, te llevaré a casa Malvavisco—. Le dijo con una apenas visible sonrisa. Abril no discutió esta vez y se subió atrás de la castaña quien le preguntó su dirección a la mayor, y cuando supo el destino de Abril arrancó la motocicleta hacia casa de ésta.

Tardaron poco tiempo para llegar, ya que Samantha a pesar de verse tan alegre y tranquila, era un verdadero monstruo con la motocicleta al conducir a toda la velocidad. Sorprendiendo a Ari quien dio un pequeño grito. Sacando risas de la menor.

Prontamente llegaron a casa de Ari, y ésta se bajo entregándole el casco a Sam.

—¿Fue divertido el viaje?—. Rió la semi rubia divertida. Mientras que Ari tenía una mueca molesta.

—Creeme que fue inolvidable—. Respondió con sarcasmo la mayor —Si a la próxima me quieres matar por lo menos avisame.
Samantha rió por las palabras de Abril, quien hacía muecas graciosas. Simplemente le gustaba ver a la mayor molesta, era como una dosis de alegría.

—Me tengo que ir, adiós enana—. Se despidió Ari caminando hacia la entrada de su casa, mientras escuchaba como le gritaba Samantha cosas para molestarla, y ella rodando los ojos solo siguió su camino hasta entrar a su casa y cerrar la puerta tras de sí suspirando y cerrando sus ojos.

—¿Que sucedió allá afuera? y ¿Por que parece que ahora si tienes estilo con esa ropa nueva?
—. Pregunto Osvaldo quien tenía puesto un mandil de cocina y una mascarilla verde en su cara, lo cual provoco que Ari lo señalara y abriera su boca para hablar, pero las palabras no llegaron nunca.

-Bueno es lo más normal que he visto hasta ahora-. Dijo sin interés.

Caminando hasta el sofá y tirarse en este sin preocupación.

Osvaldo se dirigió a la ventana para asomarse ligeramente y observar a la persona que estaba afuera.

-Abril ¿y esa chica?-. Pregunto Osvaldo sin dejar de ver a Samantha quien aún seguía afuera.

Ari se levanto para ir hasta donde estaba Valdo y al mirar a través de la ventana se dio cuenta de que Samantha aún seguía afuera y entonces rodó sus ojos irritada.
                                       
-No es nadie, ignórala.

-Esaú chica es linda, ¿de donde la conoces?.-Pregunto intrigado. Limpiándose la mascarilla con una toalla.

-Eso no importa, ya déjalo Valdo-. Abril volvió al sofá.

-Aún sigue afuera.

-¡see!-. Hablo tranquilamente frotando su cabello.

-Tal vez te quiera decir algo porque no se mueve ni un centímetro.

-Se tendrá que ir tarde o temprano-. Sonrió Abril con orgullo.

¿Bendición o Maldición?  (Rivari)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora