Día 6

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Otro amanecer, otro delirio. Así era la vida de Abril Garza quien al abrir sus ojos notó la hora en su despertador y observó que era muy temprano para que ya no tuviese sueño.

Sin más se levantó sin energías a pesar de no tener sueño, para dirigirse al baño y lavarse los dientes, seguido de esto, tomar una ducha fresca que la despertó por completo, dándole más energías que eran necesarias para sus labores.

No tardó mucho ahí por lo cual al salir se colocó un short y una camisa suelta mientras abría su closet observando detenidamente toda su ropa que a simple vista se notaba el guardarropa de un anciano.

Sin previo aviso escuchó su puerta abrirse estruendosamente cosa que la asustó un poco y saltó debido a ello, volteando y encontrando a su amigo castaño quien le miró sorprendido.

—¡Osvaldo!, no vuelvas a entrar tan escandalosamente—. Le pidió Ari, tocando su pecho con dramatismo.

—Ya veo que no soy yo la reina del drama—. Se burló Osvaldo quien se cruzó de brazos sonriente.

—Ya ¿qué quieres?—. Dijo rodando los ojos.

—Vine a despertarte pero veo que ya has madrugado, eso si es extraño Abril—. Respondió sincero —Pero en fin, ya que has despertado ven a ayudarme con el desayuno—. Le dijo para seguido salir del cuarto. Dejando a Abril sola.

"No hubiera despertado tan temprano"
Con un suspiro caminó fuera de su habitación para llegar hasta la cocina.

—Oh, Abril ¿puedes salir por el periódico?—. Le pidió el pelinegro mirando la hora en su reloj—. A ésta hora ya debe estar pasando la repartidora de periódicos.

—Valdo podrías leer las noticias desde tu celular o en la tv—. Le recriminó Ari.

—Oh Abril realmente lo hago por ayudar a la chica repartidora ya que estudia y trabaja para sus estudios—. Suspiró.—Así que mueve tu trasero y coge dinero para darle a la pobre chica—. Le apretó una mejilla para seguido colocarse un mandil y sacar los ingredientes para el desayuno.

Ari con un bufido salio de la cocina, cogiendo dinero de la billetera de Osvaldo para seguido salir de casa y caminar hasta el jardín notando a una chica que iba en bici unos metros atrás y lanzaba periódicos a las casas, logró divisarla al instante, reconociendo de que ese era la chica la  cual hablaba Osvaldo.

Se colocó en la acera esperando a la chica que cada vez estaba más cerca y distraída no miraba que Ari estaba en su camino. Por lo cual al divisarla frenó instantáneamente ya que casi la arrollaba.

Abril suspiró con alivio ya que por poco y era atropellado por una bicicleta.

Observó a la chica que estaba frente a ella con alguien a sus espaldas.

—Lo siento—. Se disculpó e la chica mientras miraba a Ari con una sonrisa amigable.

—Solo ten cuidado a la próxima vez—. Respondió Abril mientras daba un paso atrás.

La chica bajó de la bicicleta y sorprendió en sobremanera a Ari ya que al pararse se miraba mucho más alta que ella, Osvaldo había mencionado que era una chica, más no un hijo de pie grande.

Una niña bajó de la bicicleta de la misma forma que la repartidora.

—Lo siento mucho, me llamo  Espe—. Le extendio la mano la repartidora a Ari quien dudosa la levantó y la estrecho con su mano.

¿Bendición o Maldición?  (Rivari)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora