Violentometro +18 (Garra de Tigre x Mikey)

Celar

Un mensaje de citación le regreso la alegría a Miguel Ángel, ver qué después de unos días que fue a ver a su novio este finalmente le dirigió la palabra.

Pidiendo que se vean en el área que usan para entrenar, con emoción el mutante salió de su hogar sin darse cuenta que su hermano Leonardo lo vio algo confundido.

Pensaba seguirlo pero recuerda que últimamente no pasaba tiempo en su hogar y en especial con su hermanito quien dejó de mandarles mensaje de que hora volverían a casa.

Se sintió algo culpable ya que habían descuidado esos tiempos de calidad entre hermanos, decidió ser quien de el paso en poder juntar a sus demás hermanos y poder recompensar al menor.

En una parte de la ciudad, como siempre se verían en una zona abandonada para que puedan practicar juntos, está vez fue el punto de reunión para verse.

Cómo un depredador asechando a su presa, el mutante felino había llegado en silencio para ver a su pareja.

Pero había detenido su andar al verlo de lejos y con la audición muy sensible podía escuchar la conversación que esté tenía por teléfono.

— Sabes que yo estoy disponible para lo que necesites amigo — el pecoso hablaba con tono entusiasmado sin saber que era escuchado.

— Con gusto, ya sabes desde que mis hermanos están con sus ocupaciones ya casi no tengo con quien estar — sin darse cuenta detrás suya un depredador iba a pasó lento hacia el.

— Por supuesto te prepararé algo delicioso, nos vemos más tarde — colgó la llamada y las palabras que dijo desataron el enojo del felino.

— ¿¡Con quién estás hablando!? — exclamó enojado al estar ya cerca suyo.

— No hagas eso asustas a uno — reclamo el mutante entre nervioso y enojado por el susto recibido.

— No me has respondido ¿¡Con quién hablabas!? — repitió el felino sin bajar el tono.

— Con Cabeza de Piel, ya sabes mi mejor amigo — mostró el nombre del mutante en la pantalla de su móvil.

— ¿Amigo? O más bien tu amante — le sujetó la muñeca donde sostenía el aparato con algo de brusquedad.

— ¡No! ¿Que te pasa? Es solo un amigo — se soltó sacudiendo el brazo del agarre del mayor.

— Eso dices, pero quién me asegura que cuando estás con esos amiguitos tuyos en realidad me estás engañando con cualquiera de ellos — recriminó Garra de Tigre.

— ¡Por supuesto que no! ¿Acaso no confías en mí? — cuestionó el pecoso ofendido por como se refería a el.

— En ti si mi cachorro, pero no en ellos — está vez su tono sonó a culpa mientras con una de sus garras tomaba la mejilla de su pareja.

Miguel Ángel no dijo nada, se sentía algo incómodo y ofendido después de esta escena. Creyó que el pequeño tiempo que se dieron hubiera sido efectivo para su relación, pero parece que aún necesitaban un poco de tiempo por su "discusión".

— Creo que hoy no era buen momento para arreglar nuestra discusión — confesó tomando la garra del mutante para alejarse un poco.

No espero respuesta y simplemente decidió irse sin mirar atrás, no se dio cuenta que había una bestia que lo observaba como presa. Y con sigilo lo siguió desde las sombras como un depredador.

En el camino la tortuga le había mandando un mensaje a su mejor amigo avisando que estaría un poco más temprano esa noche. En su recurrido no se había percatado de que lo seguían.

Al llegar a la guarida donde se encontraban los mutanimales paso con una sonrisa fingida de ver a los demás integrantes, quienes lo recibieron como alguien más de la familia.

Pronto comenzó a sentirse feliz de estar rodeado de sus amigos, quienes pasaron el tiempo platicando.

Mikey pidió usar algunas cosas de su cocina para preparar algo para todos, pero quiso cumplir en hacerle la comida favorita a su mejor amigo.

En ese tiempo de ambiente nadie se había percatado que un tigre miraba enojado la escena, su pareja quien estaba riendo sentado al lado del lagarto gigante, mientras le compartía de su comida.

Las horas pasaron rápido para todos, su reunión fue interrumpido por la llegada de la última integrante que faltaba.

— Ya llegó la bella dama — aviso Rockwell al ver a la salamandra.

— ¿Que tal el turismo del puerto? — pregunto Slash notando que su amigo Raphael no estaba con ella.

— El mar es agradable, pero es horrible la decoración con esas naves — respondió Mona recordando el lugar.

— Se llaman barcos madame — le corrigió el chimpancé.

La salamandra vio de reojo un rostro que no suele estar siempre ahí con ellos, le sorprendió no verlo con su pareja.

— Vaya no sabía que teníamos visitas — comento viendo al pecoso.

— De hecho yo ya me iba — dijo algo apenado mientras se levantaba.

— Ven a visitarnos cuando gustes bro — Mondo comento algo entusiasmado de repetir la diversión.

— Cuenta con eso — se iba despidiendo de los demás hasta que llegó casi al lado de Mona.

— A la próxima le diré a Raphael que nos acompañe, últimamente se le ha olvidado estar con ustedes — dijo la única dama del grupo hacia el menor.

— ¡Si eso estaría bien! — exclamó emocionado el pecoso de por lo menos así tener la compañía de uno de sus hermanos.

Por su emoción agradeció a la salamandra dándole un abrazo, el cual ella correspondió amablemente.

— Si necesitas algo, cuenta con nosotros — le comento recibiendo un asentamiento como respuesta.

El mutante salió de la guarida asegurándose de que no haya ni un humano a la vista, usando una escalera de un edificio la uso para subir a la azotea.

— Así que tenía razón — escucho la voz de su pareja, lo cual lo agarro desprevenido.

— ¿Takeshi? — pregunto viendo al mutante, este solo le dio una mirada de enfado.

— Ni se te ocurra decir ese nombre, sabía que me estabas engañando — le reclamo saliendo de las sombras.

— ¿Me estabas espiando? — cuestionó sorprendido de hasta donde llegó su pareja.

— Era para comprobar que al primer intento te le estarías insinuando a cualquiera de esos idiotas — respondió sin importar insultar al menor.

— ¡Te dije que eso no es cierto! — reclamo elevando la voz.

— ¡Ya deja de mentir lo vi con mis propios ojos! — gruño al dar un rugido depredador.

Sin que menos lo espere se abalanzó encima suya acorralandolo mientras enseñaba sus colmillos como amenaza.

Mikey no dijo nada por la sorpresa del casi ataque, las cosas no habían elevado a ese nivel de sentirse casi intimidado, intento decir algo pero Garra de Tigre solo se levantó para retirarse dejando a un mutante confundido y algo asustado.