-Capítulo III

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7:00 am, hora de levantarse, han pasado diez años desde que ellos fallecieron, afortunadamente aquella masacre había terminado, pero la lucha de poder no, tras un buen tiempo, los Omegas y Betas habían resultado ser los ganadores, seguramente se preguntarán, ¿Qué pasó para todo esta sucediera?, pues los Omegas y los Betas estaban cansados de ver como las Alfas ocupaban los puestos más altos, muchas más oportunidades, además de siempre ser los que obedecen gracias al poder de su otra voz, esto le dio una gran idea a una farmacéutica famosa, crear unas pastillas que los hagan, por así decirlo "inmune" a la voz de los de los Alfas, las pastillas se vendieron como pan caliente, y, a misma velocidad que fueron a ser vendidas, un caos se desató en la ciudad, ellos no querían un mejor puesto de trabajo ni nada por el estilo, querían venganza, de todo lo que ellos sufrieron, ahora lo tendrían que pagar uno por uno. Alfa por Alfa, lo bueno era que estos conflictos habían concluido, sin embargo, la discriminación empezó, los alfas ya no podían salir así sin más, en las calles les decían de todo, les tiraban cosas hasta podían llegar a golpearlos, el Gobierno sabe los que hacen y no dicen nada, no los castigan, es más piensan que esta bien para que los Alfas tuvieran su merecido, los supresores de feromonas para ellos era su salvación, ellos crearon un supresor especial para evitar los insultos, las peleas, entre otras cosas.

Yami se levantó de la cama, se cepilló los dientes, se cambió de vestimenta, luego de unos quince minutos estaba listo para ir al trabajo, antes de salir de la casa se tomó su supresor y se despidió de una fotografía enmarcada de sus padres.

-Hasta luego papá, hasta luego mamá-dijo con un tono un tanto triste, los extrañaba mucho cada día, desde que se fueron las cosas se habían vuelto difíciles para él siendo un Alfa, había veces en que se olvidaba de tomar el supresor y tenía que soportar los susurros y las caras de las personas que estaban a sus alrededor, pero no era hora de ponerse a pensar sobre eso, tenía que ir al trabajo lo más pronto posible, ya había llegado tarde tres días seguidos por lo que no se permitiría tener más retrasos.

-Al fin llegas temprano-dijo Mai, acomodando los vasos-¿Hoy es un día especial, una cita con una chica, tu cumpleaños?, digo por que ya no es común verte por aquí en la mañana.

-Ja, ja, ja, no da risa y no, es mi cumpleaños ni nada por el estilo, simplemente no quiero que me despidas, he luchado mucho para tener este empleo-dijo Yami con seriedad, razón no le faltaba al joven oji-carmín, tuvo que vivir en las calles durante seis años, luego tuvo su primer empleo, el cual lo trataban como basura durante cuatro años, finalmente terminó trabajando en Mai cocktail's, su primer trabajo decente, por lo que ser despido no era la mejor opción.

-Ya sé-respondió Mai, ella se preocupaba por mucho su amigo, porque sabía que era un Alfa y no deseaba que nada malo le sucediera -Anda, deja tus cosas en la sala de empleados y ayuda a limpiar un poco, ayer la chica de turno nocturno tuvo que irse por una emergencia-dijo Mai para luego irse a por un vaso de agua.

Como Mai le pidió, Yami ayudó a limpiar el bar, usualmente no venían muchas personas de día, por lo que los empleados podían pasar libremente, claro hasta que llegara algún cliente.

En quince minutos Yami ya había acabado con la limpieza, concluida su tarea, se colocó atrás de la barra para empezar a atender a los clientes, ya eran las cinco de la tarde cuando Mai le pidió un favor.

-Vamos Yami, solo te pido que te quedes dos horas más, sabes por lo que está pasando el bar, ya no hay muchos empleados, solo por hoy, por favor-suplicó casi de rodillas ante el oji-carmín.

-No, Mai necesito llegar a casa lo más rápido posible, sabes que por donde yo vivo no es muy seguro que digamos, salir de noche sería arriesgarme a que me asalten-dijo Yami.

-Entonces yo te llevo en mi auto, pero, por favor, quédate-insistió Mai.

Yami lo pensó un poco, le gustaba estar en ese lugar, sin embargo tenía que llegar lo más pronto a su casa, el iba a pie al trabajo, ya que no tenía carro, ir en el coche de Mai haría que el tiempo de llegada fuera más corto, así que, tras dar un suspiro contestó-Está bien, me quedaré-a la vez sacando una leve sonrisa.

-¡Gracias!-exclamó, realamente necesitaba de su ayuda, puesto a que la chica de turno nocturno le avisó que no podría ir durante un tiempo- Te debo una.

Rara era la vez que le tocaba el turno por la noche, el bar estaba completamente lleno, Yami tenía que moverse a la velocidad de la luz al igual que sus compañeros de trabajo, esas dos horas se convirtienron en siete horas hasta que el bar cerró, no sin antes que Mai les diera una noticia.

-Estamos invitados a ser la coctelería en una fiesta después de los Winning songs, por lo que habrán artistas en todas partes-dijo con seriedad, un silencio inundó la sala, Mai continuó -ahora, la pregunta es ¿vamos a ir o no?, recuerden que van a ver muchas personas, por lo que tendremos que ser hábiles.

-Yo opino que no, es mucho para tan pocas personas que somos-dijo Jesse.

-Yo digo que si, seguramente no dejaran que el equipo rechace por ese motivo-dijo Otogi.

Y, de pronto hubo una discusión de quienes querían ir y de los que no, hasta que Yami le susurró algo al oído de Mai, ella al escuchar el tono de voz de los empleados exclamó:

-¡A ver, cálmense!-tan pronto como escucharon a Mai gritar se callaron

-Hagamos una votación- propuso Mai-¡Alcen la mano los que quieren ir!-fueron siete personas las que alzaron su mano, incluido Yami y Mai.

-¡Ahora alcen la mano los que no quieren ir!-en esta ocasión fueron cuatro personas quienes alzaron la mano-Entonces iremos y nada más que hablar-protestó Mai.

En ruta a su casa, se encontraban Mai y Yami en el coche.

-Oye, Mai-dijo Yami-¿Cuánto tiempo estaremos en esa fiesta?-preguntó mirando hacia la ventana del coche.

-Casi el día entero, tenemos que aprender unos nuevos cócteles, preparar los estantes, limpiar la barra, etc-contestó con tranquilidad.

-¡¿Qué?!-Yami sentía que se iba a desmayar, el supresor no duraba todo el día, y, como eran pocos no tendrían tiempo ni para respirar en paz.

-Voy a hablar con el organizador de la fiesta, a ver si nos da personal extra -ella también estaba preocupada por los empleados y ella, ya que, al igual que Yami, era una Alfa-sinceramente no sabía en lo que se había metido, esas clases de fiestas venían mucha gente, ya no había vuelta atrás, la desición estaba tomada.

-Bueno, llegamos a mi casa-Yami salió del auto e hizo una reverencia al llegar a la puerta de su casa.

Ya en su cama se encontraba un joven de ojos amatista, el cual no solo había sido nominado a los Winning songs, sino que tendría que ir a una fiesta, la cual tendría que dar un mini-concierto, no podía dormir, estaba feliz por la invitación, pero ...

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Ya en su cama se encontraba un joven de ojos amatista, el cual no solo había sido nominado a los Winning songs, sino que tendría que ir a una fiesta, la cual tendría que dar un mini-concierto, no podía dormir, estaba feliz por la invitación, pero sentía nervios, al igual que cierto joven oji-carmín...

𝐻𝑒𝑟𝑟𝑎𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑎 𝑑𝑒 𝑠𝑎𝑙𝑖𝑑𝑎 | Puzzleshipping | EDITANDO Y CREANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora