-Capítulo XII

7 0 0
                                    

Ya siendo de mañana se despierta el oji-carmín que una vez más se encontraba en la casa del cantante.

El primer movimiento de Yami fue levantarse de la cama, sin embargo fue intervenido por un dolor horrible que yacía en su espalda, seguido de otro dolor, esta vez en su cabeza, le tomó unos minutos para reposar para después levantarse con éxito de la cama.

Encendió su celular, el cual estaba en la mesita de noche, para ver la hora, 6:23 AM, tenía tiempo para ir a sus hogar e ir al trabajo, cuando se volteó hacia el resto de la habitación se sorprendió al verla mayormente desordenada.

"¿Qué pasó aquí?" esa pregunta vino a su mente, bueno, no podía quedarse a descubrirlo, pero lo que sí podía era ordenar el desastre del dormitorio, terminó y salió para el piso de abajo, especificamente a la sala de estar.

En el trayecto notó un olor peculiar, era una función entre rosas y el chocolate amargo, en automático dijo en voz bajita:

-Feromonas, pero, ¿De quién?-la curiosidad al igual que sus instintos se despertaron, avanzo hasta una puerta que estaba medio abierta.

Fue entonces que vio a Yugi, durmiendo como un bebé, una sonrisa se mantuvo en su boca, hubo cierto momento en que se cambió de posición, para él fue un susto que lo hizo salir de sus pensamientos y mantenerse oculto en la pared a lado de la puerta.

Un suspiro de alivio junto a un pequeño rubor en sus mejillas, hubiera sido un momento vergonzoso si el oji-amatista viera que lo estaban observando.

Yami caminó unos pasos más, está vez un dormitorio con la puerta cerrada se encontraba a lado de él, está vez no le prestó atención y ahora si bajó a la sala de estar.

La puerta de entrada estaba abierta, pero al igual que el dormitorio en el que había pasado la noche, la sala también estaba desordenada, acomodo de nuevo sus pertenencias para irse a la parada del bus más cercana.

En el camino, recordó ese olor, que no solo lo hizo pensar en Yugi, sino en sus padres, lo que le conectó a los recuerdos de su niñez, cuando todo era más sencillo y alegre.

A las 8:00 AM suena el despertador del oji-amatista, quien rápidamente sacó su mano de su cama para apagarlo, sin embargo ya el sueño se había ido de él, por lo que se levantó, se cepilló los dientes terminando con un "Buenos días" hacia Joey, que...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

A las 8:00 AM suena el despertador del oji-amatista, quien rápidamente sacó su mano de su cama para apagarlo, sin embargo ya el sueño se había ido de él, por lo que se levantó, se cepilló los dientes terminando con un "Buenos días" hacia Joey, que estaba en la cocina, no fue un saludo como un dia normal, aún seguía frustrado por no haber ganado, pero no se iba a quedar cruzado de brazos, tristemente, durante las horas que se mantuvo despierto ayer en la noche, no logro hacer un plan de revancha.

Solo quería terminar con todo, ser alguien que pueda pasear tranquilamente en un parque, en pocas palabras, quería ser libre, no solo de su carrera, también de sus deudas.

𝐻𝑒𝑟𝑟𝑎𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑎 𝑑𝑒 𝑠𝑎𝑙𝑖𝑑𝑎 | Puzzleshipping | EDITANDO Y CREANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora