Qué bellos son los besos,
los cigarros,
los viajes largos sin música,
la playa sin olas,
el futuro sin blancos.
Qué bonito el mañana que nos espera,
el pasado que se supera.
Qué puntual el tiempo,
que a veces nos hace sanar tarde,
otras, demasiado pronto.
Qué gran bendición
querer para ser querido,
dar para ser recibido.
Y como todo el mundo,
yo también puedo falsificar,
jugar o engañar con las palabras.
Las muy amargas siempre jodiendo fuerte.
Ilusionando corazones ilúsos,
ahogando mejillas húmedas,
estropeando lo rasgado.
Todo el mundo puede crear,
todo el mundo puede mentir,
como yo,
como tú.
Pero recuerda,
todo tiene belleza
y nada nos hace sufrir.