Como cuando me miras
y mi pulso tiembla.
El mundo me abandona
y en un instante
a mi realidad,
la humillas,
la superas con creces
sin siquiera haberlo planeado.
Y los planes B, olvídalos,
porque se nos da tan bien improvisar
que cuando algo queremos arreglar
nos dejamos llevar y...
el tiempo nos olvida.
Te necesitaba.
Porque curas sin pastillas
cicatrizas las heridas,
del pasado y de los miedos
porque los miedos también hieren,
la valentía también se pierde
y en estos días realmente se necesita.
Pero míranos,
nosotros que nos tiramos sin mirar,
que miramos con temblores.
Ya lo ves...
quién diría de nuestros dolores.
Como cuando te muerdo
a miradas y latidos descompasados.
Porque me encanta que te dejes
y dejo que me encantes.