Esa pequeña oscuridad
entre tus palabras y tus hechos.
Ese pequeño universo
entre verdad y mentira.
Esa gran diferencia
entre tu realidad y la mía.
La trampa del atisbo de esperanza.
De quererte a que me quieras,
de soñarte a tenerte,
de perdonarte a prometerme
que sin ti yo no puedo,
que no me atrevo si no es contigo.
Porque
ese gran abismo
entre tu mano y la mía
está para vencerlo,
y como premio
deshacernos.