Cuando Louis Berry abandonó la zona del café, Kolobo respiró aliviado. Se quitó las gafas de sol, recuperó los 5.000 verl d'or y volvió a contarlos.
Su instinto le decía que el trato saldría bien. Solo por eso se atrevió a arriesgarse a venir a la Tienda de Importación y Exportación Matani. Aun así, todo su cuerpo temblaba de miedo. Ni siquiera podía mantener los ojos abiertos la mayor parte del tiempo, y las manos le temblaban tanto que le sorprendía que fuera legible.
Los problemas siempre esperan hasta que están a punto de estallar, pensó, agarrando sus gafas de sol.
Se levantó y se dirigió a la puerta.
Algo iba mal. Podía sentirlo. Su cuerpo se tensó con algún tipo de sensación de peligro que no podía explicar.
Su corazón se aceleró mientras escudriñaba el lugar con profesionalidad, tratando de localizar el peligro. Los pasos de Kolobo cambiaban, a veces rápidos, a veces lentos. Salía disparado en una dirección para detenerse unos pasos después.
Kolobo contempló el sol de la mañana, la tranquila tienda que acababa de abrir sus puertas y el puñado de clientes desperdigados por los alrededores. Ni un solo par de ojos parecían fijos en él, y no había nadie acechando en las sombras, observando cada uno de sus movimientos.
Sin embargo, siguiendo sus instintos, sus pies le llevaron de vuelta a la zona de la cafetería. Ahí es donde finalmente se detuvo, frente al cartel del baño.
Dos años como Beyonder enseñaron a Kolobo la lección más importante: confía en tu instinto. Sin pensárselo, abrió de un tirón la pesada puerta de madera y entró.
La Tienda de Importación y Exportación Matani no era un antro de mala muerte. Este baño era grande. Tres urinarios, tres lavabos y lámparas de gas parpadeaban sobre la limpia baldosa.
Kolobo se dirigió al lavabo para echarse agua fría en la cara. Tal vez así se sacudiría esa extraña sensación de peligro que le invadía.
Cuando levantó la vista, un rostro le devolvió la mirada en el espejo.
Pero no era suyo.
La cara era extrañamente blanca. Parecía un veinteañero, de piel morena clara y ojos de un verde oscuro y enfermizo. Miró fijamente a Kolobo con ojos muertos y fríos.
El cerebro de Kolobo sufrió un cortocircuito al reconocerlo.
Twanaku Tupián, el único Beyonder del camino del Prisionero en su equipo de patrulla. El tipo se había convertido en un Zombie de Secuencia 6 el año pasado.
También fue el primer tipo que erizó la piel de Kolobo. ¡Si se lo contaba a alguien más, su instinto le decía que acabaría muerto!
Cuando Lumian le pidió a Kolobo que le contara sobre el Beyonder del camino del Prisionero en su equipo, había algo que no encajaba. Estuvo a punto de renunciar. Había contado aquella enorme suma de 5,000 no por desconfianza, sino porque necesitaba tiempo para pensar, para medir el riesgo.
Decidió confiar en su instinto, pero no le había hablado a Lumian de ese sentimiento, de ese miedo a Tupián...
Y ahora, aquí estaba Twanaku Tupián, reflejado en el espejo.
Este es un poder Espectro de Secuencia 5. ¿Cuándo avanzó? Kolobo apenas podía pensar ante el creciente horror. De repente, sintió como si su cuerpo se hubiera sumergido en un lago helado.
La cara de Twanaku Tupián en el espejo desapareció.
Kolobo apenas podía moverse. Se apoderó de él una frialdad glacial, de las que calan hasta los huesos.
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LOTM 2: Círculo de Inevitabilidad Parte 4
ActionLord of the Mysteries 2: Circle of Inevitability (Parte 4). En el año 1368, a fines de julio, un carmesí profundo descenderá de los cielos. Traducción en español