☆𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝟣𝟤☆

115 7 18
                                    

  La felicidad no duró mucho tiempo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

  La felicidad no duró mucho tiempo. Al pasar dos meses estaba con Michael viendo una película en la casa, de un momento a otro oímos patrullas pasar y después de unos segundos luces azules y rojas estaban iluminando la casa. Con confusión Michael miro por la ventana y nos tenían rodeados, no teníamos idea de lo que pasaba hasta que al tocar y abrir le enseñaron a Michael una denuncia en su contra por secuestro infantil.
  Sin pedir permiso entraron haciéndome de lado y solo segundo después bajaron Evan y Elizabeth. Esposaron a Michael y lo metieron a la patrulla, veía todo con confusión y preocupación, cuando intente preguntar uno de los oficiales me agarro a mi también y al salir de mi casa William estaba afuera haciéndose la víctima con un policía entregando a Evan y Elizabeth y a Michael y a mí nos llevaron a la estación de policía.
  Aun recuerdo el interrogatorio y el miedo que sentía, dije toda la verdad al igual que Michael y por fortuna solo me hicieron pasa una noche ahí dentro pero en cambio a Michael se lo llevaron directamente a otro lugar. Recordaba el olor de ese lugar y lo fría que estaba la celda, recordaba estar llorando abrazando mis piernas en busca de calor preguntándome que habían hecho con Michael, en ese momento no podía hallar una respuesta a eso.
  A la mañana fui liberada gracias a que William no me acusó, recibí un regaño por parte de mis tios, fueron días difíciles cuando me enteré de que Michael fue llevado a un reformatorio para menores donde estaría hasta sus 18 años. Los días de visita iba a verlo y le llevaba alguna comida o dulces, verlo ahí dolía y dolía más ver su tristeza en sus lindos ojos. Pasaron meses y no todo fue tan malo, yo pude seguir viendo a los niños y el estaba terminando sus estudios ahí dentro ya habían pasado alrededor de 4 meses y Michael cumplió sus 18 . Así que por eso estaba hablando con el.

  —Me alegra que al fin serás libre. —Sonreí agarrando su mano.

  —A mi también, este lugar es horrible. —Comentó mirando su alrededor.

  Acomode un poco mi silla estando más cerca de la mesa.

  —Mi tía me dijo que puedes quedarte en mi casa pero le tendras que pagar una renta a ella. —Informe apretando su mano.

  —No suena mal, de todos modos tendría que pagar renta por otro lado así que, te lo agradezco mi vida. —Beso suavemente el dorso de mi mano—. Te amo [____], sin tí no habría podido llevar todo esto, eres mi motor.

  —Y tu el mío, te amo Michael. Más de lo que puedes imaginar. —Confese juntando mi frente con la de el—. Me dolería si te llegó a perder. No podría seguir sin tí a mi lado. —Dije en un murmuro.

  —Cuando tu seas mayor de edad quiero que nos vayamos de aquí juntos. Yo se que es muy pronto pero si ganó la custodia de mis hermanos quiero irme del pueblo y no me gustaría dejarte aquí, mi amor.

  Me sorprendí, entendía bien porque quería irse y yo también lo deseaba. Los dos queríamos huir de nuestras familias por eso decidí aceptar.

  —Y nos iremos juntos. Iré contigo a donde sea que tu vayas ahí estaré.

  El me miro con una sonrisa y me dio un tierno beso en la frente, bajando a la punta de mi nariz y por último a mis labios. Eran besos inocentes que mostraban afecto, solo besos tiernos e indefensos y por fortuna se separó justo a tiempo.
  Me levante de la silla cuando la rectora vino para que el firmara un papel. Con emoción lo espere afuera con unos globos azules ya que hoy cumplía años.
  En cuanto salió corrí a sus brazos. Tenía meses de no abrazarlo, mientras estuvo dentro no podía abrazarlo y avances nos besabamos a escondidas pero ahora que era libre me tomo de la cintura por varios segundos.
 
  —De ahora en adelante, siempre estarás en mis brazos.

☆☆☆

  Caminamos con rumbo a la casa. Bueno en realidad caminamos un rato y después tomamos un taxi hasta llegar. Con una sonrisa abrí la puerta y entramos. El suspiro y beso mi mejilla solo para después ser sorprendido por sus amigos.

  —Ya era de que salieras. Nos haces falta en el grupo. —Hablo Mark dándole una palmada en su hombro.

  —No me esperaba esto la verdad. —Dijo sorprendido.

  —No es todo Mike. —Avise con misterio.

  El me miro confundido hasta que escucho dos risas venir del Fondo del pasillo.

  —¡Mikey!. —Grito Lizzy corriendo hacia sus brazos.

  El se agachó recibiendo a Elizabeth en sus brazos. La abrazo y pasó sus manos por su cabello pero después levanto su mirada y vio a Evan acercarse. Extendió su brazos y los abrazó a los dos.

  —Creí que no los vería de nuevo mis niño. Los he extrañado tanto. —Confesó con una voz amorosa.

  La pequeña Elizabeth enterró si cara en su cuello y Evan apoyo su barbilla en su hombro.

  —Ya no nos dejes Mike. Tuve mucho miedo cuando te llevaron preso. —Evan hablo.

  —Ya no los dejaré nunca más. Estare aquí para siempre. —Esas palabras más dijo con una voz tranquila.

  Ese momento tierno duro unos segundos ya que Lizzy dejó su abrazo y le dijo que se levantara. Los dos lo llevaron a la mesa y yo saque un pastel del refrigerador. Puse una vela en el y la encendí. Los chicos tomaban fotos con las cámaras, Simon Nera el que las tomaba y Mark, Frederick y Jeremy estaba haciendo un alboroto con música.

  —Pide un deseo Mike. —sugirió Lizzy con emoción.

  Se me hizo muy lindo y tierno, crei que lo pediría en voz baja pero me tomo de la cintura y habló.

  —Mi único deseo es estar con la mujer de mi vida, hasta el último de mis días.

  Burlas de los chicos se hicieron llegar y me puse roja por esas palabras. Apagó su vela y me dio un beso en los labios.
  A decir verdad yo también quería que ese deseo se hiciera realidad.

Nadie pensaba que esas palabras se harían realidad en muy poco tiempo.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝖧𝖺𝗌𝗍a El Ultimo De Mis Días ᴹᶦᶜʰᵃᵉˡ ᴬᶠᵗᵒⁿ ˣ ᴸᵉᶜᵗᵒʳᵃ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora