CAPITULO 4

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Estaba sentada en el sofá, Lu escuchaba atentamente mientras le contaba lo que había sucedido, obviamente omití algunos detalles como esas imágenes que últimamente estaban invadiendo mi cabeza, no quería que pensara que estaba loca.

-Y eso fue lo que paso – termine con mi voz débil aun, ella froto su cara con sus manos y dio un largo suspiro.

-No puedo creer lo que me has contado, realmente no entiendo porque tu hermano te dijo todo eso, es que... él siempre te ha cuidado Tamara, he visto lo mucho que te adora, eres su pequeña y en todos estos años me consta  que ha hecho todo lo posible para que seas feliz – hizo una pausa por un momento, sabía que estaba buscando alguna respuesta razonable al comportamiento de mi hermano – Por eso no me explico... todo esto es muy raro y confuso, es como si fuera otra persona.

Estaba agotada física y mentalmente Luisa tenía razón en todos estos años en los que solo hemos sido Rob y yo siempre nos hemos protegido el uno al otro, a veces tomaba empleos medio tiempo para cubrir algunos gastos a pesar que él siempre decía que todo estaba cubierto que no debía hacerlo pero definitivamente no era capaz de estar tranquila sin hacer nada por eso pagaba una parte de mis estudios y la otra el, pero ahora es como si fuera otra persona y esta siente odio hacia mi.

- Yo tampoco sé lo que le pasa Lu y ahora estoy demasiado agotada como para averiguarlo, ¿Puedo quedarme esta noche contigo?

-Claro que sí, eres mi mejor amiga y siempre puedes quedarte el tiempo que necesites. – Me brindo una cálida sonrisa luego estiro su mano para tomar  la mía – No estás sola ¿entiendes?

Le di un leve asentimiento me levante del sofá, el apartamento era amplio tenía una sala con una chimenea en el centro, había algunas pinturas colgadas en la pared y cortinas que cubrían las grandes ventanas desde ahí podías apreciar la ciudad, la cocina era pequeña, habían dos cuartos uno de ellos era el de Lu y el otro era de huéspedes normalmente cuando me quedaba algunas noches dormía ahí. Me despedí con un abrazo y fui directo a la habitación de huéspedes, unos minutos después Lu entro con ropa para que me cambiara y pudiera dormir cómoda.

-Gracias, Buenas noches.

- Buenas noches Tamy, descansa.

Cambie mi ropa y me acosté tire la sabana hasta cubrir mi cara quería llorar justo en este momento pero creo que ya había derramado suficientes lágrimas esta noche apreté fuerte mis ojos – Todo va a estar bien, es solo una pesadilla – trate de engañarme a mí misma pero una pequeña parte de mi sabía que esto no había terminado, tenía el presentimiento que cosas peores pasarían.

Me encontraba en una colina cubierta de pasto verde podía sentir la brisa que rosaba mi cabello, era verano pero el clima era fantástico, el sol estaba más resplandeciente que en otros días, se podía percibir calma en este lugar.

- Oh vamos esto será divertido – decía la chica de cabello negro y corto hasta los hombros, tenía puesto unos shorts y una blusa de mangas cortas – la última que llegue es un huevo podrido.

-Eso es tan infantil ya no somos unas niñas – le replico la chica que tenía un vestido blanco con flores – tu siempre tan madura después te quejas de que la inmadura soy yo.

Bajaron la colina las dos hasta adentrarse entre los árboles y llegar a un pequeño y estrecho rio colocaron sus cosas en el borde y se sentaron.

-¿Trajiste todo lo necesario?

-Si te refieres a comida y toallas sí.

-Bien entonces hay que aprovechar el día antes de que nuestros hermanos se vuelvan histéricos cuando sepan que hemos salido. – la chica comenzó a desabrochar su pantalón y se quitó la blusa – el agua esta deliciosa, vamos trae tu trasero aquí. – y se alejó nadando.

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