𝐓𝐡𝐞 𝐅𝐚𝐥𝐥𝐞𝐧 (𝐓𝐫𝐚𝐝𝐮𝐜𝐢𝐝𝐨)

Capítulo 4

-Forever Fall Forest varias horas después-

Unos ojos dorados y apagados observaron aturdidos mientras el bosque pasaba a toda velocidad desde su asiento en el tren en movimiento. Shirou había dejado Vale hace un par de días y había estado vagando por un bosque de color rojo ardiente. No estaba seguro de cómo llamaban al bosque, pero a partir de unos pocos susurros, sus oídos captaron a los pasajeros, parecía llamarse Forever Fall. No estaba seguro de por qué los llamaban así.

Después de un día de caminata, se topó con vías de tren elevadas. Había decidido seguirlo sabiendo que lo llevaría a alguna parte y había tenido la suerte de escuchar la típica bocina de un tren a lo lejos. Después, había sido relativamente fácil subirse a él después de engancharse usando las cadenas de clavos de Medusa.

Unos minutos más tarde estaba sentado en la cabina de pasajeros como si estuviera destinado a estarlo todo este tiempo. Nadie se inmutó, demasiado absortos en el bosque que los rodeaba.

Shirou había aprendido algunas cosas después de su partida de Vale, principalmente debido al diario que había quitado del cadáver de un cultista muerto que había matado. La mayor parte estaba llena de jerga religiosa, pero las últimas partes estaban llenas de notas, frases, lugares y nombres. Un nombre en particular le llamó la atención: Salem.

La propia Diosa Grimm. Shirou ahora tenía un nombre para el título, aunque el cultista que escribió esto se refirió a Salem como si la conociera. Como si ella fuera una entidad real. Uno que les decía que se dirigieran a Vale para inundarla. Shirou no sabía cómo lo inundarían los cultistas.

Volviendo a la diosa, Shirou dudaba mucho de que Salem fuera una entidad divina real. Podía sentir la firma de maná de este mundo y era solo un poco mejor que la de la Tierra. En todo caso, Salem era probablemente una entidad similar a un Apóstol Muerto.

Los apóstoles muertos pueden ser fáciles de matar o muy difíciles y Shirou admitiría que ha tenido enfrentamientos con toda la escala. La muerte seguía a cualquier apóstol y las muertes en masa generalmente atraían a Shirou al área, si sería capaz de matarlos era otra historia. El último Apóstol Muerto que Shirou encontró tenía unos cientos de años. A Emiya le costó mucho, pero al final había matado a la cosa.

Salem podría ser un monstruo similar a uno pero no estaba seguro. Emiya sólo la estaba comparando con alguien sin ninguna información verdadera. Sólo estaba asumiendo esto por las divagaciones de un cultista que estaría tan cegado por su fe que te diría que un cadáver en descomposición era la cosa más hermosa que jamás hubieran visto.

La fe hizo muchas cosas a la gente.

Emiya pasó junto a varias camas llenas de personas conectadas a cuerdas en la columna. El fluido desconocido fluyó hacia la columna, pero Emiya no sabía qué estaba haciendo exactamente. Era consciente de lo que la gente que formaba parte del culto creía que hacía, pero todo lo que vio fueron hombres, mujeres y niños que parecían demasiado enfermos para ser salvados.

...y cegarlos a lo que querían ver era un síntoma entre muchos.

Shirou volvió a mirar el estuche que estaba en su regazo, tratando de resolver las cosas. Quizás debería haber hablado más con ese hombre, Ozpin si no recordaba mal, sobre lo que estaba pasando. Ozpin había insinuado que algo mucho más grande estaba en juego.

Emiya inmediatamente descartó la idea. No trabajaba bien con los demás y sus métodos eran lo suficientemente seguros como para enojar a alguien. Además de que no era alguien en quien confiar fácilmente y simplemente prefería trabajar solo, la guarida de víboras que era la Torre del Reloj le inculcó una paranoia natural que le salvó la vida más veces de las que podía contar.