1. RENJUN

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¡UN ACTOR DE HOLLYWOOD ESTABA AFUERA DE MI CASA!

Eran las dos de la madrugada, Jia estaba dormida, y yo estaba alucinando que un actor de Hollywood estaba afuera de mi casa en los suburbios de San Diego.

—¡Abre la puerta! —clamó el gran hombre, golpeteando la madera.

Tomé lo más cercano que pude encontrar como arma, luego encendí la luz que iluminaba el área con la intensidad de mil soles y abrí la puerta de un tirón. Mi intento de actuar como rudo se vio perjudicado por el hecho de que mi arma era un cuenco amarillo cítrico que me había dado mi hermana gemela. No ayudaba que estuviera vistiendo pantalones de pijama colgándome de las caderas y una camiseta con el estampado de un unicornio tirándose un pedo, pero aun así, gruñí.

Ahí estaba el mismísimo actor hollywoodense . Ahora que estaba más cerca podía ver que no era realmente un actor. Solo alguien que, en mi estado de cansancio, se parecía bastante a uno muy famoso. En mi defensa, mi visión estaba borrosa, esta era mi primera noche estando completamente solo con mi nueva bebé; ya no había hermana que me respaldara ni unas cuantas horas de sueño, de hecho, no había tenido más que una hora de sueño cada día por los últimos tres días.

Me pregunté, demasiado tarde para hacer algo al respecto, si este mastodonte podría tener un arma, porque eran las dos de la madrugada, estaba meciéndose y era obvio que se había metido algo. Drogas, esto tenía que ver con drogas.

¿Por qué no recogí mi teléfono primero?

Había olvidado mi maldito teléfono, solo abrí la puerta para que el golpeteo no despertara a Jia y nunca consideré que este sujeto pudiera ser un intruso armado.

Un intruso armado probablemente no golpearía o gritaría tan fuerte que todo el vecindario de seguro estaba asomado en sus ventanas. Además, vivía en una casa pequeña en un suburbio tranquilo de San Diego, en una privada donde lo más emocionante que sucedió el mes pasado fue que el tipo de la casa 6 perdió el control de la puerta de su cochera.

El actor falso se tambaleó un poco hacia atrás e hizo una mueca ante la luz de la entrada, luego se tapó los ojos y maldijo.

—Mis llaves —murmuró y palmeó sus bolsillos, sacando un manojo de llaves con un animado grito para luego dejarlo caer al suelo.

—¿Quién eres? —Estaba de pie justo en el umbral y mantuve mi voz baja; lo que fuera con tal de no despertar a Jia. Apenas la había dormido, y si esta falso actor la despertaba con su golpeteo imprudente en mi maldita puerta entonces le estamparía un pañal sucio en la cara antes de llamar al departamento entero de policía. O tal vez a un equipo de SWAT que consistiera en papás que saben lo que es tener a un recién nacido que se negaba a dormir. Una fuerza armada entera de adultos privados del sueño terminaría matándolo, eso sí que lo sacaría de mi puta entrada.

Se irguió y parpadeó. Luego, me comió con los ojos. O al menos, pareció que lo hizo. Justo ahí en mi propiedad, claramente drogado, corrió su mirada de mi cabeza a los pies y permaneció más tiempo del necesario en mi área del medio.

—No eres ellos.

Ah, entonces no me estaba comiendo con los ojos, solo que identificara a sus amigos a través de sus entrepiernas. Se tambaleó hacia mí, sus ojos vidriosos y su mano extendida.

—Tienes la casa equivocada — Empujé su mano y di un paso afuera antes de medio cerrar la puerta detrás de mí.

El tipo era grande, muchísimo más grande que yo, pero se tambaleaba tanto que pensé que podría derribarlo si trataba de hacer algo.
El "actor"  reaccionó en un instante y, por un breve y glorioso momento, genuinamente pensé que había entendido lo que le estaba diciendo. Entonces, empezó a llorar, ríos de lágrimas insonoras caían por su cara.

PAPÁ SOLTEROWhere stories live. Discover now