CAPITULO 1: UN MATRIMONIO IMPULSIVO

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Mientras Penélope lloraba en los brazos de Eloise, sin forma de contener sus lágrimas, recordaba las duras palabras que Marina le había dicho minutos atrás.

Colin nunca la vería como a una mujer, sino que solo la veía como a una hermana, que debía dejar atrás ese amor infantil por el cual había dado tantos suspiros y ensoñaciones desde que era una niña. Colin era su amor, pero más que eso, era su amigo. Era la persona en quien buscaba refugio cada vez que se sentía sola en los bailes, y a quien le elevaba el espíritu cada vez que le hablaba de forma tierna.

Ella sabía que Colin no la quería como ella lo amaba a él, pero las duras palabras de Marina habían golpeado fríamente en su corazón, haciéndole entender que debía dejar ese amor infantil atrás.

Eloise aprisionó más a Penélope en sus brazos y la miró con un rostro preocupado.

—Penélope, ¿qué es lo que ocurre? Dime, por favor, ¿qué pasa? ¿Por qué estás así? —le decía mientras acariciaba su pelo, tratando de calmar las lágrimas de su amiga.

—Sólo déjame llorar, por favor, Eloise. Abrázame. —suplicó, hundiendo su rostro en el hombro de su amiga, dejando que las lágrimas fluyeran libremente.

—Pen, no sé qué es lo que te está pasando, pero quiero que sepas que estaré siempre aquí para ti, pase lo que pase. Puedes contarme cuando estés lista —dijo Eloise con un tono dulce mientras secaba con ternura las lágrimas que surcaban las mejillas de Penélope.

—Quiero contarte, pero siento que aún no puedo. Es algo que he guardado por mucho tiempo y lamento no poder decirlo ahora. En este momento, todo lo que necesito es tu apoyo. Por favor, por una vez en tu vida, no esperes respuestas de mí. No soy capaz de hablar sobre esto ahora— Penélope la miró con un gesto de tristeza en los ojos, para que su amiga entendiera lo difícil que era para ella verbalizar su pesar.

Eloise observó a su amiga con preocupación. Nunca la había visto de esa manera, la tristeza y el dolor que llevaba esa noche en su mirada indicaba que era algo realmente terrible, pero por mucho que la curiosidad la atormentaba y buscaba que Penélope le contara, sabía que ahora solo debía abrazarla.

Después de unos minutos abrazadas, Penélope se incorporó, secándose las últimas lágrimas y mirando a Eloise con una expresión de profundo agradecimiento.

— Gracias por todo. No sé qué haría sin ti— dijo  mientras se separaba de los brazos reconfortantes de amiga .

—Te esperaré. No me digas nada ahora, pero sea lo que haya pasado, voy a intentar ayudarte. Nada en esta vida es imposible, ¿verdad? —respondió Eloise con esperanza en sus ojos.

—Creo que no puedo hacerlo ahora, pero tranquila. Pronto te diré qué es lo que ocurrió hoy. Quiero ser honesta contigo. Siento que no puedo seguir guardando este secreto— dijo Penélope en un tono suave pero desesperanzado, mientras se alejaba en dirección a su casa.

—Siempre estaré aquí para ti, tenlo claro —dijo Eloise antes de que Penélope desapareciera entre los jardines en dirección a la casa de los Featherington. Observó a su amiga con preocupación; nunca antes la había visto así. Algo realmente grave estaba pasando, pero no podía forzarla a hablar. Solo esperaba que confiara lo suficiente en ella para abrir su corazón y compartir lo que le estaba sucediendo.

Al regresar a casa, Penélope se encerró en su habitación y sacó tinta y papel para escribir, pero su dolor y tristeza la paralizaban. Sentía el impulso de revelar en Lady Whistledown toda la verdad sobre Marina, contarle a la sociedad cómo engañaba a Colin, planeando un matrimonio tramposo para encubrir su embarazo de otro hombre. Quería exponer los juegos maliciosos de Marina, pero algo dentro de ella se lo impedía. Sabía que, a pesar de las artimañas de Marina, Colin la había elegido. Él la amaba, y Penélope, por más que anhelara un resultado diferente, aceptaba la dolorosa realidad, Colin estaba enamorado de Marina.

Unidos por el Destino (Polin Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora