Penélope no podía dejar de pensar en su beso con Colin. La sensación de sus labios sobre los suyos, la intensidad del momento, el fuego que había sentido arder en su interior. Se quedó despierta toda la noche, los recuerdos del beso vivos en su mente, reviviendo cada caricia, cada gemido, cada latido acelerado de su corazón.
Pero a la vez, se sentía terrible. Él era un hombre casado; lo que había ocurrido estaba mal, había sido un acto indecoroso. No quería ser la amante de nadie y sabía ese beso no se repetiría, pero eso no significaba que sintiera menos culpa.
Se levantó de la cama y se acercó a la ventana, mirando hacia la casa Bridgerton. La mansión estaba tranquila, envuelta en la calma de la noche. Penélope se preguntaba qué estaría haciendo Colin en ese momento. ¿Estaría pensando en ella también? ¿Se arrepentiría de lo que había sucedido? Claro que estaba arrepentido. Hace unas horas había roto sus votos matrimoniales.
Nunca pensó en Colin como un hombre que engañaría a su esposa, pero... dijo que no la amaba, que quería besar solo una vez en la vida a alguien a quien sí amaba. ¿La amaba a ella? No podía ser. Colin no la amaba, la quería, eso es cierto, pero ¿amor? Sus pensamientos la mareaban, ya no quería seguir pensando en eso.
Se alejó de la ventana y volvió a acostarse en la cama. Las emociones la abrumaban. Inconscientemente tocó sus labios.
— Así que eso era besar—. Se dijo así misma. Lo había leído cientos de veces en novelas, pero nunca se imaginó que se sentiría así de bien. Fue un momento electrizante. Ella comenzó a tocar sus labios y volvió a recordar cómo Colin la había tomado, cómo sus manos envolvieron su cuerpo, cómo sus labios se unieron con los de ella y sobre todo, la sensación de su lengua junto a la suya. Cuando sintió la humedad de su boca, su estómago se apretó. Ni en sus mejores sueños hubiese imaginado que besar se sentía así de bien. ¿Sería así con todos los hombres? ¿Se sentiría igual con Lord Debling? ¡Lord Debling! ¿Cómo podía seguir adelante con su compromiso con Lord Debling luego de haber besado a Colin de esa manera?
El amanecer encontró a Penélope aún despierta, su mente dándole vueltas a la misma pregunta: ¿Qué debía hacer? La luz del sol comenzó a llenar su habitación y finalmente se permitió dejar caer la cabeza sobre la almohada, sus ojos cerrándose por el agotamiento.
Un par de horas más tarde fue despertada por un suave golpeteo en la puerta. Se levantó y abrió, encontrándose con su criada Rae, que le entregaba un pequeño árbol.
—Un regalo para usted, señorita —dijo Rae con una sonrisa antes de retirarse.
Penélope cerró la puerta y miró el árbol con curiosidad. Junto al tallo había una nota colgando. La miró de cerca, escrita con una caligrafía elegante y cuidadosa.
Mi querida Penélope,
Espero que este pequeño árbol le recuerde que, incluso en la comodidad de su hogar, puede tener un pedacito del mundo natural. Espero que cuando lo vea, le recuerde a mí, como yo la recuerdo a usted cada vez que tengo un libro en mis manos. El árbol es un bonsái de Arce, y corresponde a una práctica asiática que simboliza equilibrio. Lo he elegido como símbolo de los nuevos comienzos y del crecimiento que espero podamos compartir juntos, sin dejar de lado nuestras pasiones personales.
Con todo mi afecto,
Lord Debling
P.D.: Espero verla esta noche en el baile de los Hawkins. Estaré esperándola impaciente por bailar con usted nuevamente.
Penélope sintió una mezcla de emociones al leer la nota. Sabía que Lord Debling era un buen hombre, amable y atento, y su gesto era un recordatorio de lo mucho que le importaba. Pero su corazón estaba dividido, atrapado entre el amor que sentía por Colin y la posibilidad de un futuro con Lord Debling.
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Unidos por el Destino (Polin Fanfic)
FanfikceColin Bridgerton, el encantador tercer hijo de Violet y Edmund Bridgerton, se encuentra atrapado en un matrimonio infeliz con Marina Thompson, una joven de la que se enamoró precipitadamente. Dos años después, con gemelos a su cargo y una esposa sum...