13. TORBELLINO.

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Después de todo ese suceso, Aarón se encontraba conmigo; sostenía mi mano mientras yo movía mis pies rápidamente.

- ¿En quien piensas?

- En nadie.

-Mm... Dayan.

- Dime.

- Mírame cuando te hablo enana.

- Suenas como un papá.

- No, eso jamás. - Empezó a reír y me abrazó - Aquí estoy ¿Lo recuerdas?

- Si.

Él sabía perfectamente que debía hacerme hablar o distraerme, no es difícil dejar que tu mente juegue contigo un buen tiempo; pensar si está decisión la tome bien, si lo hice bien, los pensamientos que atormentan debido a las emociones. En mi cabeza ahora tengo muchas cosas, él lo sabe; era mi forma de ocultarlo y pasarlo sin decir nada.

Odiaba cuando pasaba esos momentos, siempre pasaban en casa o con Aarón, el sacaba todo lo que guardaba con un abrazo y me decía: suéltalo ahora me tienes a mi. Al principio fue difícil, sus abrazos son cálidos, crean una atmósfera suave, delicada, segura; fue en el parque cuando solté todo en aquella vez, no guarde nada incluso mi temperamento y aspecto tuvo un cambio muy rápido, a medida que iba pasando el tiempo volvía a recargar me, de todas esas cosas.

Él volvía y volvía a hacerlo, una y otra y otra vez.

Está vez fue diferente, no quería abrirme con él. Estaba combatiendo conmigo misma; Pero no quiero sacarlo, no quiero que me vea otra vez así. No sé cómo cambiar esto, no tengo ni idea de que hacer; investigue e investigue y no encontraba nada, nunca encontré nada.

Estoy harta.

Solo quiero ser feliz, no puedo decir que quiero volver cuando era pequeña porque hay tampoco lo fui. Necesito sentirme libre, fuerte... Curada...

- ¡Oye!

- Perdón no te escuché.

- Me indigne - Hizo un puchero y dejo de abrazarme.

- Pareces un niño. - Suspiré y lo abracé fuertemente.

- Estás conmigo tranquila.

Trate de no mirarlo, su abrazo está haciendo efecto; Pero no quiero llorar, no quiero sentirme así una vez más. Se que necesito sacarlo aunque ahora no quiero.

No lo deseo.

En un momento me cargó y empezó a caminar no se a dónde, luego se detuvo y me bajo con cuidado hasta quedar sentada en el suelo. Un césped fino y filoso, apenas podía sentir como el cuero trataba de levantarse cuando pasaba mis manos sobre él. Aarón se sentó a mi lado, al levantar mi mirada había un hermoso paisaje, el cielo azul.. los árboles.. era como un sueño, donde me quiero quedar.

Al llegar a la casa de Aarón me dio de comer, me recosté después de eso en el sofá y puse una película supuestamente de terror. Era fácil deducir lo que vendría en ella y por supuesto le atiné a todas ellas, mi instinto jamás falla y eso es lo que me encanta.

Predicciones, era como yo lo llamaba y ahora solo queda esperar.

Al llegar a casa, estaba oscuro todo... Aun no han llegado o tal vez salieron. Cerré todo con seguro y me recosté en la puerta... Oscuridad; montaña puntiaguda y con vidrios en ella, era lo que me recordaba lo que había pasado... Me siento agotada... No sé cuanto dure mirando fijamente hacia la nada hasta que sentí mi pierna mojada...

Estoy llorando...

Como le puedo explicar a alguien que pude verme fuera de sí. Es como si mi alma estuviera fuera de mi cuerpo, como si yo misma quisiera abrazarme.. darme motivación.. calidez.. yo que sé.. perdí las ganas de moverme y otra vez mi mente empezó a jugar con aquella voz que emana dentro de mí.

Aquí estoy.. solo tienes que dejarme salir, para que tome la situación a mi manera. Solo déjame hacerlo...Dayan mi princesa.

Trate de volver en sí, aunque mi cuerpo no respondía, hasta que tocaron la puerta.. ¿Quién será a esta hora? ¿Por qué la abrí? Era él, ¿Qué hace aquí? Esteban.. quería hablar y no quería abrirle la puerta.. no se porque después de todo sigue aquí.

-Dayan.. perdóname, tendría que perderte por ella y lo acepte.

-Siempre es lo mismo sabes.. si alguien de los que me rodean tienen una segunda opción, la escogerán y a mí solo me dejaran.. o tal vez yo siempre fui la bandeja de plata que tratan de compararla con la de oro.. pensé que contigo sería diferente.. tanto tiempo.. desperdiciado en alguien como yo. - Rei - Ojalá no te hubiese agarrado cariño.. pero lo hice y no sabes cuánto me arrepiento..

-Dayan.. necesito que me comprendas. Yo solo amo a Clara.. pensé que con ella me bastaría.

-Dime algo ¿Valió la pena?

-Si, todo valió la pena; Pero no quiero perderte. Quiero que te quedes conmigo.. por favor.

-Si vale la pena, yo no estoy en esa celebración y lo dejaste muy claro.

-Pero.. te ayude, me ayudaste y somos un buen equipo.

-Solo vete por favor.

-Si te hice daño, perdóname.. es de humanos errar.

-Cómo es de humanos decidir si se perdona o no, estas grande igual que yo, solo acéptalo y vete Esteban.

Él se alejó y cerré la puerta.. muchas emociones por un día, ya es bueno empezar a descansar. Tome un lápiz para después comenzar a dibujar en mi cuaderno; hice una chica mirándose a un espejo y detrás de ella., silueta negra que sostenía una mascara con una cara alegre.. ojala pudiera tomarla o creo que ya esta es su lugar.

Solo es tiempo para que entreguen esas mascaras aunque prefiero quedármela.. cómo protección.

Algo que me gusta hacer mucho es subir a la terraza de noche, las estrellas se ven hermosas de noche y la luna, preciosa luna que tiene un poder tan magnifico. Al recostarme mire y pasaron las horas rápido, el ruido de las personas ya no estaba, solo era la bella noche y yo. Unidas por un gusto en común.. brillar de noche.

MI PEQUEÑA GALAXIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora