Last Memory // Ryeji

Jardín Abandonado

Estaba en la clase de biología, una de mis materias favoritas. La maestra, Irene, estaba explicando sobre un proyecto que tendría un peso importante en nuestra calificación final. No me preocupaba realmente, ya que se me daba muy bien la materia.

—Para este proyecto, trabajarán en parejas —anunció Irene. Aunque prefería trabajar de manera individual, no tenía problema en colaborar con otra persona, siempre y cuando fuera responsable y estudiosa, no como Ryujin. Esa era mi única condición.

Comenzó a dictar las parejas, y golpeé mi cabeza frustrada contra la mesa al ver con quién me había tocado: Ryujin. ¿De todas las personas en esta clase, por qué tenía que ser con ella? Ryujin era el típico alumno irresponsable que no se tomaba en serio sus estudios y que, por algún milagro, no reprobaba.

Volteé la cabeza hacia Ryujin y noté que ella tampoco parecía muy contenta con la elección de la maestra. Sin embargo, no haría nada al respecto. Sabía que pelear con Irene no cambiaría nada.

Derrotada, me dirigí hacia Ryujin después de que la maestra nos diera tiempo para discutir el enfoque del proyecto, ya que lo había dejado en tema libre.

Me senté a su lado y suspiré al ver cómo ignoraba mi presencia. Sabía que esto pasaría.

—¿Tienes alguna idea para el proyecto? —pregunté, viéndola suspirar y después fijar su atención en mí.

—No realmente.

—Dijo la maestra que tenía que ser algo que ayudara a la escuela, en cualquier aspecto —le recordé, seguramente ni siquiera había estado prestando atención a la clase.

—Lo sé —respondió como si fuera obvio. Reí.

—¿En serio? ¿Tú prestas atención a la clase? —pregunté incrédula, logrando que me viera con el ceño fruncido.

—Sí, la necesaria, no como tú que pareces una obsesionada —respondió.

¿Obsesionada yo? 

—¿Y tú cómo le haces para nunca reprobar? — Ryujin volteó, ofendida, dispuesta a contestarme. Por suerte, en ese momento sonó el timbre y salí rápido de la clase, yendo con Lia, quien ya me esperaba afuera del salón. La saludé y nos fuimos, viendo por última vez a Ryujin de reojo, que todavía parecía molesta.

No sería nada fácil terminar el proyecto junto a ella. Probablemente, como en la mayoría de los casos, terminaría haciendo todo yo.

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Caminamos por el pasillo, junto a Lia. A ella le había tocado con Chaeryeong, una chica muy responsable, qué suerte tenía.

—Yeji, quedé de verme con Chaeryeong para hablar sobre el proyecto, ¿está bien si te quedas sola? —preguntó algo preocupada. La razón era que yo no era muy sociable y solo ella era mi círculo social, me hablaba con más personas, pero no lo suficiente para considerarlas amigas.

—Sí, no te preocupes. Iré a dar una vuelta mientras tanto —respondí restándole importancia.

—¿En serio? Gracias, Yeji. Nos vemos en la siguiente clase.

Después de que se fue, salí a recorrer toda la escuela, pensando en ideas para el proyecto. No me di cuenta de que caminaba sin prestar atención al camino, hasta que llegué al jardín de la escuela. Este era un lugar que las generaciones pasadas habían utilizado para plantar, cuando había clases de botánica. Sin embargo, había sido abandonado y ahora todo estaba seco, sin nada de vegetación.