Turismo de vos

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Voy a comenzar visitando tu dulce boca,
tan necesaria, tan urgente,
tan tíbia, tan caliente,
tan húmeda, tan traviesa.
Tu boca jugosa jugueteando con mi lengua,
y tus labios estrujando los míos
en esos besos que materializan los deseos,
en la voraz caricia.

Después ascenderé con calma y precisión
hacía tus hermosos ojos negros,
negros como un abismo,
mientras tus gemidos de placer
se fusionan en el aire como un coito angelical.

Descendere entonces Instintivo y presuroso,
hacia tu cuello, hacía tu garganta,
hacia la entrada de lo deseable,
dejando besos frescos y caliente saliva en el sendero,
revelando ansias y lujuria en casa beso, en cada lamida.
Como la piel que busca la piel y donde las ganas encuentran más ganas.

Y sin prisas me encontraré en la bifurcación de las torres de tus pechos,
tus senos turgentes y alocados
que al simple contacto de mi invasora lengua se erguirán.
Como un bello par de promesas anhelantes donde los botones de aureola color crema esperan la llegada de mi boca para que los chupe y mis manos puedan sostenerlas firmemente.

En mi implacable viaje hacía el sur del ombligo,
me demoraré un momento para beber el salado sudor de ese trémulo círculo de fuego.
A estas alturas vos estás completamente mojada,
tanto física como mentalmente,
porque mis dedos y la candente saliva de mi inquieta lengua hicieron antesala en cada parte de tu cuerpo,
en cada poro de tu piel.

Y ahora mi boca se desliza hacía tu vientre con olor a sexo,
avanza lúbrica y ardiente entre los primorosos pliegues de tu centro,
y mis dedos y mi lengua entran en vos desatando incontrolables jugos que degusto ávido.

Maravillosa es la visión de tu par de piernas,
columnaticas, abiertas y expuestas,
temblorosas y elevadas al cielo.

Vos eres la fantasía perfecta de mis deseos más insospechados.
Vos eres el deseo reprimido.
Vos eres mi locura.
Vos eres mi segunda piel.
Vos eres el lugar que siempre quiero visitar.

Ahora mis manos y mis dedos se extienden más seguros,
y mi lengua siempre hambrienta de vos se desliza por en medio de tus nalgas,
y se pasea haciendo turismo por los suburbios,
por los sugerentes pasadizos gloriosos de tu cuerpo.

Devorarte es mi pasión.
Saborearte es mi locura.

Haciendo turismo de vos.

Una y otra vez.
Amor y pasión desenfrenado.

Amarte es lo único que quiero hacer...

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