Capítulo O1.

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Mientras avanzaba por la enorme sala, no dejaba de cuestionarse hasta dónde era posible que llegase la hipocresía humana.

La gente falsa era amable solo cuando le convenía. Gente que te apuñalaba por la espalda, y luego te preguntaba por qué sangrabas.

Jin no soportaba estar rodeado por personas así.

Todos sonreían y hablaban entre sí, como si fueran amigos de toda la vida, conversaban sobre las desgracias de los demás, y solo se burlaban en vez de pensar siquiera en tenderles una mano.

Las mujeres tenían los labios tan rojos como cerezas, siendo rodeadas por exquisitos olores y portando vestidos tan caros y elegantes; solo un disfraz para ocultar su lado más horrible e inhumano, en dónde eran personas con un corazón de piedra, que se elevaban con la caída de otros.

Más alto, cada día más, como aves emprendiendo un vuelo, y nunca caían en la dura realidad de que ellas tampoco estaban al margen de quedar tan arruinadas, hundidas a más no poder. Y cuanto más alto, más dura era la caída.

Una paradójica situación, un día el rey de Roma, y al otro un simple siervo besando los pies de alguien más.

No aguantaba más. SeokJin salió de ahí a tomar un poco de aire.

Empezó a caminar por el colosal jardín de los Lee mientras apreciaba el resplandor de las plantas ante el brillo de la luna. Las rosas parecían más hermosas a esta hora. Siguió caminando hasta llegar a una de las banquetas y se acomodó en esta para poder descansar un momento.

Deseaba irse pronto a casa, extrañaba su hogar, aunque sólo estuviese fuera de ella por unas horas, pero ningún otro lugar le daba esa confianza y seguridad como lo hacía el departamento que él compartía con YoonGi en Gangman-gu.

–Aquí afuera está haciendo demasiado frío. –dió un respingo en su lugar, y volteó hacia la dirección de aquella voz.

–YoonGi...

El pelinegro se encaminó hasta Jin y lo rodeó con sus brazos, permitiéndole inhalar el perfume que hoy estaba usando.

Escondió su rostro en la abertura de su cuello y se dejó embriagar por la presencia un poco intimidante de su novio.

–No me gusta estar ahí dentro. –murmuró.

–Lo sé, a mí tampoco me gusta, pero es una obligación nuestra bebé.

Jin asintió, sabía que YoonGi tenía toda la razón, pues una fiesta en dónde se encontraban las amistades más poderosas de sus padres y familias, era una gran oportunidad para abrirse en este mundo.

Le regaló un pequeño beso a YoonGi, y dejó que este regresase primero, minutos después entró él.

Observó como su novio se desplaza por todo el salón con tanta naturalidad, como si ese fuese su lugar, el lugar que él dominaba. Sonrió entristecido. Él no poseía esa seguridad, la convicción de mantenerse firme ante sus pensamientos e ideas, YoonGi era el de la firmeza fuerte, pero él no soslayaba en otros asuntos, y era excepcional cumpliendo con diversas funciones.

Muchas veces sus padres y otras personas lo tacharon como el hijo inútil e insuficiente, nada en comparación con JungKook. Su hermano mellizo había sido, desde muy pequeño, el que ha sobresalido en todo momento, y él solamente se quedaba como la sombra de este. Hubo un tiempo en el que esta preferencia llegó a afectarlo, el que solo JungKook recibiera la atención que él, con tantos méritos, intentaba conseguir.

Pues ciertamente, las notas altas en el colegio no se lograban solas, tampoco el que siempre tuviese un excelente en comportamiento. Y mientras que él se mataba por tener, honestamente, el respeto de sus padres, su hermano con solo dar una orden, ya siendo absurda o no, provocaba que sus padres lo vieran con los ojos brillantes y llenos de orgullo.

Soltó un suspiro cansado y siguió admirando la fiesta, todo era, exactamente, como siempre. Hombres con trajes lujosos y relojes de marcas importantes, todos con una copa de champagne en sus manos, y asegurando ser personas muy poderosas y millonarias. Sin comprender que el dinero no lo era todo en esta vida.

Posiblemente fuera de esa manera, si las personas no tuvieran necesidades; vestirse, estudiar, comer. Y solo se lograba eso con dinero, dinero y mucho esfuerzo. 

Paseó por todo el lugar y se sintió apenado de ser la única persona en estar sola. Su padre y JungKook estaban en una mesa, hablando sobre negocios con uno de los empresarios más importantes de China. Mientras que su madre hablaba de cosas tan ridículas con otras mujeres, como las nuevas propiedades que tenía, sobre su nueva colección de vestidos, aros, joyas y carros, convenciendo de que ella tenía más, y que, momentáneamente, era la reina de los lujos, y la mujer de un hombre pudiente, adinerado y muy poderoso.

Quería estar con YoonGi ahora mismo, de la mano y conviviendo con los demás. Mas solo provocaría humillación a su familia, y a la del pelinegro, por salir con un hombre.

La sociedad era así, el mundo era así. Tener gustos distintos a lo usual era considerado como ser el demonio mismo, y te veían como a un ser diferente, como si tuvieras cinco cabezas más, o serpientes en vez de cabellos.

Sin embargo, algo llamó su atención. El que YoonGi estuviese tan apegado a una mujer, el que la sostuviera por la cintura mientras mantenía una conversación con otros individuos.

Le incomodó ver a su pareja con otra persona, así que decidido se encaminó hasta ellos con la intención de separarlos. Pues era un insulto hacia su persona el que YoonGi se comportase, más que como un conocido o amigo, con alguien más y justo cuando estaba él presente.

Cuando estuvo cerca, intentó escuchar sobre lo que estaban conversando, y buscar así, una forma para integrarse.

–SoYeon es mi pareja en estos momentos.

Se detuvo en seco al escuchar las palabras de YoonGi. Prestando atención a lo que su novio dijo a continuación:

–Y tenemos pensado casarnos en un futuro.

Como si se tratase de un látigo azotándolo fuertemente, sintió una fuerte punzada en su corazón, mientras que sus ojos se cristalizaban.

Lentamente dio unos pasos hacia atrás, y se dio la vuelta caminando hasta la entrada del lugar, con los labios apretados por sus dientes para no soltar un sollozo, y su cuerpo temblando.

Lo que había dicho YoonGi no podía ser cierto, él lo amaba, YoonGi lo ama. Solo pudo haber sido una equivocacion, tal vez una broma.

Y cuando intentó volver para comprobar que eso no había sucedido, que lo que había escuchado solo fue un juego de su imaginación, no supo en dónde se encontraba.

Solo sabía que estaba lloviendo, y que tenía mucho frío.

﹫ ꒰ TaeJin ⨟ Mi Destino es Amarte ꒱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora