﹫ ꒰ TaeJin ⨟ Mi Destino es Amarte ꒱

Capítulo O9.

TaeHyung no dejaba de mirar a SeokJin aún sorprendido después de aquel encuentro inesperado que habían tenido en la planta baja de la Corporación Kim.

El castaño no había dejado temblar desde que él se había presentado con su papá a aquella importante junta en la cual unirían ambas empresas. Claramente, él había sido obligado a ir, siendo amenazado con perder el bar de sus abuelos si es que esta vez no tomaba su papel como primogénito y único heredero de la fortuna y empresas de su familia.

Sin embargo, ahora agradecía que su padre lo hubiera arrastrado hasta ahí, pues ahora lograba comprender mucho mejor las cosas. Él jamás había preguntado por la vida privada de SeokJin ya que veía que era incómodo para él, pero el escenario delante suyo era más que suficiente para comprender la situación a la cual Jin se veía obligado a soportar día a día.

Él había tenido uno que otro encuentro con Jeon JungKook, quien a pesar de ser hijo del señor Kim, prefería usar el apellido de soltera de su madre cuando se trataba de trabajo. Fue así como lo conoció, cuando fue a una importante junta de empresas en Japón, dónde se estaría llevando a cabo esta reunión. Los dos habían coincidido es un par de juntas, y aunque no se hubieran hablado más de la necesario, había sido suficiente para que ninguno de los dos estuviera dispuesto a compartir su espacio con el otro.

Así que él era el hermano mellizo de SeokJin.

No sé parecían mucho a decir verdad. JungKook tenía los rasgos más marcados y duros que Jin, además de que su nariz era de una diferente estructura a la de Jin. Quizás solo coincidieran en sus ojos, los dos similares a los de su madre, la señora Kim. Fuera de eso, parecían simplemente hermanos comunes y corrientes, no gemelos.

Suspiró cansado, y miró hacia el frente, en dónde el director ejecutivo de la empresa de su padre explicaba los beneficios de su empresa, y como sus acciones tendrían un mayor precio en la bolsa de valores. Totalmente aburrido.

Nuevamente dirigió su vista al pequeño rostro de Jin, quien mantenía la vista baja, y escuchaba a su padre. Hizo una mueva de disgusto cuando vió como el hombre sujetaba el brazo de Jin y lo aplastaba con un poco de presión, provocando que el cuerpo ya rígido de Jin, lo estuviera más. Si pudiera, iría directo hacia ellos, y quitaría esas sucias manos del cuerpo de Jin. Aunque fuera padre de este mismo, no le gustaba como es que lo tocaba. Cómo si sintiera furia o rencor hacia su hijo.

Cuando se percató de que el señor Kim se había separado de Jin, cogió su móvil y escribió en el chat de Jin.

❝Hey...❞

Espero a que el mensaje se enviara, y levantó su vista para toparse con la de Jin. Le sonrió feliz, y señaló su teléfono para que lo respondiera.

❝Hey...❞

❝Agradable sopresa, eh.❞

❝¿Tú lo sabías?❞

❝¿Qué estarías aquí?❞

❝Sí...❞

❝No, a mí también me tomó por sopresa. Pero ahora será divertido y entretenido venir a trabajar si está tú aquí.❞ 

Al levantar su mirada, se topó con la imagen más linda. SeokJin sonrojado mientras sonreía apenado. Se la pasaron conversando hasta que la junta terminó, y Jin debía de ir con TaeHyung para convencerlo de que su empresa era una buena opción para ellos.

Aunque ganas de conversar sobre esa tonta unión no tenían. Solo de estar juntos, e intebtar controlar lo inestable que se ponía su corazón con la presencia del otro.

–No pensé verte aquí. –TaeHyung fue el primero en hablar cuando finalmente estuvieron alejados de los demás. En una oficina con suficiente espacio y privada.

–Tampoco lo pensé, ni siquiera que fueras hijo de un empresario…

TaeHyung rió, y se acercó a Jin, se colocó a su altura y sujetó su rostro.

–Pues frente a ti tienes a Kim TaeHyung, hijo de Kim Seul-Hyun, y yo tengo delante mío a Kim SeokJin, hijo de Kim HeeChul. Las sorpresas de la vida.

–Hace semanas fui a tu casa, con mi familia…

–Si yo hubiera estado ahí, nos hubiéramos ahorrado toda esta sorpresa. –dijo, admirando el rostro de Jin. Jamás lo había visto tan detalladamente, y ahora que lo había hecho, simplemente no podía apartar la vista.

SeokJin rió, alejando a TaeHyung.

–Entonces era por eso que las vibras de esa casa se me hacían un poco conocidas. Así que tú eras el hijo sin futuro que no quiere heredar la fortuna de su familia.

TaeHyung bufó. –Así que papá les contó la historia completa.

Jin asintió.

—Bien, como las palabras son suficientes aquí, ¿qué tal si vamos por un poco de helados y nos distraemos? Solo digamos que necesitamos más tiempo para plantear lo de la unión, y nos dejarán libres.

–Esta será mi primera escapada.

–¿Nunca lo has hecho? —el castaño negó. –¿Ni en el colegio?

–Nop.

–Genial. Seré tu primera vez entonces.

SeokJin se sonrojó por la doble intención de las palabras de TaeHyung, y le propinó un suave golpe en el brazo. TaeHyung solo rió.

–Es momento de irnos. Pronto será la hora del almuerzo, y Seúl es grande.

Ambos jóvenes salieron de la oficina, y les dijeron que necesitaban más tiempo para hablarlo, y que irían a almorzar antes. Con todo el ajetreo que había, nadie se opuso ni cuestionó sus acciones, así que felices salieron de esa aburrida empresa, y subieron al auto del pelinegro.

–¿A dónde deberíamos de ir primero?

–Yo sí tengo un poco de hambre.

–De acuerdo, hay puestos de comida por aquí cerca.

–¿Iremos en traje?

–¿Hm? –TaeHyung se observó, y luego a Jin. Sonrió. –Tienes razón, primero vayamos a alguna gasolinera, ahí hay baños para cambiarnos.

–Pero no tengo ropa-

–Uh, pero yo si, y eres mi talla.

SeokJin miró con la boca abierta a TaeHyung. –¿Por qué traerías ropa contigo?

–Porque de lo contrario no podría a ayudar a muchachos lindos corriendo a mitad de la noche con lluvia cayendo. —respondió con una sonrisa divertida entre sus encantadores labios.

–N-no me digas q-qué…

TaeHyung se detuvo en una esquina, y aparcó su auto.

–Sip. Venía de escaparme de esa tonta reunión en la casa de los Lee.

–Esto… —Jin se quedó sin palabras, mirando las profundas pupilas de Tae. —parece el destino…

—Quizás lo sea…

TaeHyung acortó la distancia entre los dos, y juntó sus labios en un beso lleno de sentimientos nuevos y anhelantes. El tiempo se detuvo a su alrededor mientras se veían a los ojos, y sus labios aún se mantenían en contacto.