Capítulo 3

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Habían pasado tres semanas desde que Meena entró a trabajar a central rama 9, y de esas tres semanas solo en dos ocasiones había accedido a comer con Aoom y sus amigas. Por más que la veterinaria había tratado de incluirla en los planes, Meena se había resistido e incluso se había apartado aún más del grupo.

Las chicas le dijeron a Aoom que dejara de insistir, pero ella aún seguía pensando que Meena solo necesitaba algo de tiempo para adaptarse, o bueno, al menos eso fue lo que pensó los primeros días, pero para la tercera semana, ya le había dado la razón a sus amigas y pese a la promesa de Samai de ayudarla, decidió renunciar a tratar de incluir a Meena los planes luego de sus constantes negativas y tres mensajes de invitación sin responder siquiera.

La veterinaria llegó al centro comercial como de costumbre muy temprano, se dirigió a su local, comprobó que el gatito rescatado estuviera bien y después comenzó a preparar todo para iniciar el día. Miró como Meena salía de su local y colocaba un letrero donde ponía las especialidades del día. Ella se preguntó cómo era posible que siempre llegara mas temprano que ella y cómo era posible que luciera tan cansada siempre. Desde su local podía ver sus ojeras. Eso le pareció muy extraño, pero se repitió que ya no perdería el tiempo en tratar de entender a la repostera y siguió con sus cosas.

— Hey, ¿tienes dinero que me prestes? Tuve que tomar taxi, pero no trae nada de cambio— dijo Snack entrando en su local, se veía algo agitada.

Aoom le dio el dinero y después Snack regresó para darle las gracias.

— Oh, esta tan grandote ya—dijo refiriéndose al gatito rescatado—, qué vas a hacer cuando este mas grande, no puedes tenerlo aquí ya tienes a Bombay.

— Ya le estoy buscando una casa, solo necesito estar segura de que lo van a cuidar bien.

— Esa es la parte más difícil, la gente parece estar más loca de lo normal.

— ¿Por qué lo dices?

— ¿No te tocó el tumulto del centro? La policía cerro varias calles, al parecer de nuevo hubo saqueos a media noche.

— Cuando pensamos que ya todo esta normal de repente pasa esto, no puedo creer que el gobierno no pueda atrapar a los responsables de vender esa droga.

— Ya sabes lo que dicen, si no lo han hecho es porque en parte les conviene su venta.

En ese momento Meena volvió a salir de su local para escribir algo más en su letrero. La repostera sintió que alguien la observaba mientras escribía, pero no le tomó mas importancia. Regresó a su local para seguir preparando pasteles.

— ¿Y qué pasa con ella? ¿Por qué luce tan cansada?

Aoom subió y bajó los hombros.

— Supongo que no se esta adaptando a la jornada laboral larga. Yo intenté ayudarla, lo sabes, pero simplemente parece que no le importa nada, solo vender.

Aoom no pudo evitar decir esto con algo de amargura, realmente le pesaba no poder hacer algo más por la reportera estrella, se notaba que algo le pasaba, pero tenía alrededor un caparazón difícil de derribar.

— No te culpes, todas sabemos que...

Las chicas fueron interrumpidas por Elsa que entró al local de Aoom muy agitada y rogando por un vaso con agua. Las chicas inmediatamente la ayudaron a que se tranquilizara ya que le temblaba las manos sin control.

— ¿Ya estas mejor? —preguntó Aoom después del tercer vaso con agua que tomaba.

— Si, lo siento chicas es que, de camino aquí vi... debido a los cierres en el centro decidí tomar un taxi, le dije al taxista que condujera mas rápido por que ya era tarde y en ese momento una persona se arrojó... al auto, yo... vi como su cuerpo se estrelló contra el parabrisas y después salió volando al piso —. Las manos comenzaron a temblarle de nuevo. Aoom las tomó y las frotó entre las suyas—. Lo siento no puedo acostumbrarme a esto.

Aún en lo profundo, te diré que te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora