Capítulo 7

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Aoom llevaba cuatro días de mal humor, algo bastante inusual en ella. Se refugió en su trabajo para que sus amigas no lo notaran y no hicieran preguntas, pero hasta ella se estaba cansando de estar en esa situación. Sabía que su mal carácter se debía a Meena, o mejor dicho, a lo que presenció el día en que las atacaron en la calle. La veterinaria no podía sacar de su cabeza aquella imagen de la repostera entrando al centro comercial y Samai entrando detrás de ella, como dos amantes clandestinos. Sabía que era ridículo, no tenia motivos para estar molesta, al final de cuentas si ambos mantenían una relación en secreto, era su problema, a ella no tenía por qué importarle, pero aunque se repetía esto sin cesar, no lograba mejorar su estado de ánimo.

Al final, concluyó que si bien no tenía motivos para estar molesta por su relación, entonces lo que le estaba molestando era el hecho de que Meena no le hubiera contado nada, que mantuviera esa relación en secreto. Dada la cercanía y complicidad que construyeron en los últimos días, Aoom pensó que había crecido entre ellas una amistad especial, y le dolió darse cuenta de que estaba equivocada. 

Miró al local de enfrente. Meena estaba colocando unos pastelillos en una bandeja. Aoom tenía tantas ganas de cruzar el pasillo e ir a saludarla, quizá preguntarle directamente sobre su relación con Samai, pero no lo hizo, siguió cortando el pelo de su ansioso y peludo cliente.

—       No has probado nada de tu comida Elsa ¿Qué te sucede? —Preguntó Ice a su amiga a lo hora de la comida.

—       No lo sé, últimamente la comida no me sabe a nada, desearía no gastar mi tiempo ni mi dinero en eso.

Las cuatro amigas se miraron entre ellas preocupadas. Elsa llevaba varias semanas sin alimentarse bien, pero al menos mantenía el buen ánimo, sin embargo, desde la salida al bar su amiga no había querido comer casi nada y la habían visto sonreír muy poco.

—       A veces nos aburridos de la misma comida —dijo Meena mirando a Elsa—, pero si me dices cual es tu postre favorito, lo haré para ti.

Eso pareció animar un poco a Elsa que le sonrió de forma agradecida.

—       ¿Otra vez Aoom no va a comer con nosotros? —preguntó Ice cambiando de tema.

—       Quién sabe qué le pasa, fui a su local a verla y solo me dijo que estaba muy ocupada —dijo Snack.

La repostera escuchó a las amigas hablar sobre lo raro que era la actitud de Aoom. Ella estaba de acuerdo en que a la veterinaria le pasaba algo. El día después del ataque en la calle fue temprano a su local para preguntarle cómo estaba, pero a pesar de que se veía visiblemente casada y tenía la mejilla roja, la veterinaria le contestó de manera cortante y sin mirarla a la cara que todo estaba bien. Después le dijo que la disculpara, pero tenía mucho trabajo. Meena pensó que seguía en shock debido al incidente y decidió darle tiempo y espacio para que se calmara, pero al día siguiente su actitud fue la misma. Aoom se mostró distante con ella, no se presentó al comedor, y solo le mandó un mensaje diciendo que se había llevado a Brook a su casa y que no fuera al local al buscarlo. La repostera pensó que esa actitud era solo con ella, pero se quedó más tranquila al escuchar que no era así, la idea de que Aoom estuviera molesta con ella, la había hecho sentir muy mal.  

—       Tú y ella se han estado llevando muy bien —dijo Snack a Meena— ¿sabes qué le sucede?

—       Ni idea, como ven ella tampoco quiere hablar conmigo —dijo sintiendo un sabor amargo en la noca.

—       Tal vez sigue en shock por el ataque que sufrieron—dijo Ice—, aunque ese no es motivo para estar así, debería estar asustada y más bien parece molesta.

Aún en lo profundo, te diré que te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora