¿Quería criticarla?
¿Por qué estaba tan serio de repente?
En este momento, el corazón de Chi Zhengzheng pareció ralentizarse un poco.
Wen Yu condujo el auto hasta el costado de la carretera, se detuvo, giró la cabeza y la miró seriamente: “Ya no te muevas tan precipitadamente. Si no te gusta, avancemos juntos”.
Así que no vuelvas a ir solo.
En esa casa faltaba una persona, y se sentía como si faltara todo, de repente quedó vacía.
Chi Zhengzheng se sorprendió y lo miró fijamente sin comprender.
Si a ella no le gustara, ¿se mudarían juntos?
Entonces… si se mudaran a un nuevo lugar, ¿seguirían viviendo juntos?
De repente entendió lo que Wen Yu quería decir con esto.
Su corazón latía con fuerza, como si un ciervo estuviera a punto de saltar.
De hecho, desde el momento en que Wen Yu la persiguió hasta el apartamento de Wen Sisi, ella ya tenía este tipo de sensación, así que cuando él le "ordenó" que lo siguiera de regreso, ella se portó muy bien cuando él la arrastró.
Lo que ella quería, tal vez realmente pudiera conseguirlo.
Las comisuras de la boca de Chi Zhengzheng se elevaron lentamente, cada vez más alto, sonriendo un poco tontamente. Obviamente tenía una apariencia de hada, pero usando el pijama de cocodrilo y sonriendo tan tontamente, parecía realmente... tonta.
Ella dijo: "Está bien".
Las comisuras de la boca de Wen Yu también se elevaron, levantó la mano y acarició suavemente su cabeza de cocodrilo: "Bien".
La primera vez que se escapó de casa, tiempo, siete horas.
Eran las diez de la noche, Wen Yu regresó a Wangjiang Manor con una maleta en una mano y Chi Zhengzheng en la otra.
Hacía un poco de frío afuera por la noche, pero afortunadamente, el pijama la envolvió bien y Chi Zhengzheng no sintió frío en absoluto. Por el contrario, la mano que sostenía Wen Yu ya estaba caliente y sudorosa.
Para adaptarse a que sus pies no pudieran dar grandes zancadas, Wen Yu no caminaba rápido.
Abrió la puerta de la habitación y encendió las luces.
Chi Zhengzheng siguió a Wen Yu al interior de la casa. Ya era tarde en la noche y solo estaban ellos dos que acababan de regresar.
Wen Yu le soltó la mano y dijo: "Espera aquí, yo guardaré la maleta".
"Oh, está bien..." respondió Chi Zhengzheng.
Sus ojos miraron la casa y luego bajó la cabeza, mirando sus pies.
Sus pies se movían algo impotentes, y era sólo… estaba bastante avergonzada.
Después de todo, ella simplemente se fue por la tarde y Wen Yu la trajo de regreso hace un momento, así que sintió que… estaba funcionando.
Uhm... ¿Podría Wen Yu también sentir lo mismo, ah?
Mientras pensaba así, frente a ella apareció una taza con un trozo de jengibre y un trozo de azúcar moreno.
Chi Zhengzheng levantó la cabeza, Wen Yu la estaba mirando, sus ojos no eran tan indiferentes y agudos como de costumbre, tenía algo de ternura.
"Gracias." Rápidamente extendió la mano para tomarlo y lo recogió.
