¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¡Más te vale que no sea de terror!— Grito Kaori desde la cocina mientras añadía dos bolsas de popcorn, una de mantequilla y otra de caramelo.
Era noche de películas de la familia Fushiguro, o más bien de la pareja porque Megumi siempre bebía su biberón y al instante se dormía.
—No lo es, es de comedia, son como niños, algo así se llama, son dos películas—
Escucho a Toji decirle desde el sofá, tenia a Megumi en su regazo y esperaba ansioso la comida, era un glotón al igual que su hijo que ya se removía incómodo protestando por su segundo biberón en menos de una hora.
Kaori añadió el biberón tibio de Megumi a la bandeja, tenía dos gaseosas para ellos, pizza, hotdog, nachos y popcorn, se tomaban la noche de películas más como pretexto de comer comida chatarra, que por ver las películas.
—Listo, dame a mi bebé para que coma primero— Le dijo y su esposo se lo paso para después sobarse las manos con agua en la boca, Kaori se burló de su marido y se sentó con su hijo en su regazo —¿Tienes hambre, mi amor?— Le pregunto con cariño a su pequeño Megumi.
—Tengo mucha hambre— Respondió Toji tomando un pedazo de pizza y mordiendo al instante, Kaori lo miro con enojo.
—Le hablo al bebé, y ten cuidado de no ensuciar el sofá— Le advirtió, llevando a la boca de Megumi el biberón, el cual lo recibió a dos manos con gusto —De tal padre tal hijo— Murmuró Kaori viendo a su bebé succionar con fuerza el biberón.
Más de una hora después la película ya casi terminaba, Kaori había dejado a Megumi en la cuna que estaba cerca del sofá, ya que el pequeño se había dormido, ahora ella comía gustosa de aquella bolsa de popcorn de caramelo, Toji y ella reían con cada escena torpe de la película.
—¿Pongo la dos?— Preguntó Toji una vez que la película termino, la comida había acabado, Kaori dio un bostezo pero asintió.
La película llevaba unos minutos y de igual forma las risas no faltaban, la rubia se recostó en su marido y este colocó una mano en su pierna desnuda, una corriente eléctrica recorrió a ambos y el deseo llegó de inmediato.
Kaori buscó los labios de su esposo y este lo recibió gustoso, la rubia se sentó a ahorcadas sobre Toji, las manos del pelinegro se perdieron dentro de la blusa de dormir de su esposa, Kaori gimió sobre los labios de Toji cuando este le pellizcó un pezon sensible.
—Vamos a la habitación— Susurro mirando a Toji a los ojos, este colocó las manos en la cintura de Kaori y la movió sobre su miembro haciendo que el deseo aumente y que la rubia notara la dureza en él.
—Aquí podemos— Le dijo sacando su miembro y corriéndole el pequeño short de dormir a la rubia, y se hundió de inmediato.
—Eres un torpe— Murmuro Kaori en gemidos, Toji torció su sonrisa, la chica comenzó a subir y bajar sintiendo aquel grueso miembro.
De pronto Kaori ahogó un grito cuando Toji se levando alzándola y sin dejar de estar en su interior.
—Vamos a la cama, quiero probar muchas posiciones— Murmuro con voz ronca en su oído, Kaori se mordió su labio inferior y un escalofrío la recorrió.
Sin duda Toji era su debilidad, sobre todo en el sexo.
...
—Tiene fiebre— Murmuró la rubia con preocupación.
Toji elevó su ceja y se levantó de la cama para comenzar a vestirse, tendrían que ir a urgencias, el pequeño Megumi había pasado toda la madrugada en llanto y ahora tenía fiebre.
Kaori con ojos llorosos colocó a su bebé en la cama para revisarlo, no parecía tener algún sarpullido o algo similar a alergia, tampoco ninguna picadura, Megumi se removió molesto, estaba irritado como si le doliera algo.
—Ve a cambiarte— La voz de su esposo la asusto un poco, estaba demasiado nerviosa.
Generalmente Megumi tenía muy buena salud, muy pocas veces enfermaba, iban al hospital solo a colocarle sus vacunas y a revisión y siempre estaba bien.
Una vez listos ambos padres salieron del departamento, Kaori abrigó a su hijo cuidándolo del cambio de clima por el exterior, le dolía ver a su bebé lloroso y aferrarse a ella como si pidiera que hiciera algo.
—Tranquila, va a estar bien— La tranquilizó, su marido se inclinó dentando un beso en su frente.
Toji sabía lo mucho que Kaori se estresaba cuando algo pasaba con Megumi, el también estaba preocupado, pero sabía que una vez que lo revisaran y le mandaran algún medicamento él estaría bien, después de todo Megumi era un niño muy fuerte.
Colocaron a Megumi en el porta bebé, Kaori decidió sentar al lado y Toji fue al frente para conducir, tenían la suerte de vivir cerca del hospital.
Kaori cargaba a su bebé de un lado a otro esperando por ser atendida hasta que el pediatra los hizo pasar, con lágrimas en los ojos y voz quebrada Kaori intento explicar lo que su bebé sentía pero los nervios pudieron con ella.
—Lo siento doctor, es nuestro primero hijo y estamos nerviosos, ha tenido fiebre desde hace un par de horas, también llora mucho y está irritable como si algo le doliera, ademas no quiso comer y él es de buen apetito—
La facilidad con la que hablaba Toji lo agradeció la rubia, al menos lo tenía a él para momentos como estos, sentía que sola no podría.
El doctor pidió examinar a Megumi, escuchó sus latidos, su respiración, le revisó los oídos, los ojos y luego abrió su boquita iluminando con una linterna, una sonrisa se formó en los labios del doctor.
—¿Sabían que le está saliendo un diente?— Preguntó el doctor mirando a ambos padres, estos compartieron una mirada y negaron —Bueno, al parecer su bebé está sufriendo los síntomas por esta razón, es posible que sea molesto para el los primeros días, luego tendrá un poco de cosquilleo así que morderá lo que tenga a disposición para calmar la ansiedad—
Kaori se limpió las lágrimas y sonrió, Toji miro divertido a su mujer, tendría con que molestarla por un tiempo.
Luego de varios días ya se le podía ver el dientito a Megumi y Kaori estaba como loca, su galería del móvil estaba llena de fotos de Megumi, e incluso había tomado el móvil de su marido para tomarle muchas fotos más.
...
Kaori preparaba la cena, el pequeño Megumi dormía en la cuna que estaba en la sala de estar, Toji había salido después de recibir una llamada, por alguna razón sentía algo extraño en su pecho, una sensación como si algo malo sucedería.
Al escuchar la puerta se alivió, Toji había vuelto, se limpió las manos y fue abrir la puerta, lo regañaría por no llevarse las llaves.
—Te dije que llevarás la llave, estoy ocu..— Las palabras de la rubia murieron en su boca al ver frente a él un hombre mayor que no conocía.
—Kaori Fushiguro, ¿cierto?—Pregunto aquel hombre, Kaori se aferró a la puerta con desconfianza y cerró un poco la puerta —Soy Naobito Zenin, el tío de Toji—
Kaori abrió sus ojos sin saber qué decir, Toji no hablaba mucho de su familia, pero si dejó claro que no quería verlos nunca más, ella supuso que le habían hecho daño y por eso ella también los detestaba.
—Disculpe señor, pero creo que no puedo recibirlo— Murmuró la rubia tomando valor, aquel hombre no le agradaba para nada, sentía su presencia algo siniestra.
Escucho el llanto de su hijo y giro su rostro a ver a su bebé en la cuna, el miedo la recorrió de pies a cabeza al ver aquel hombre entrar a la casa sin permiso, la mirada del Zenin no dejaba al bebé que lloraba y exigía a su madre.
