Capítulo 06.

1.2K 107 5
                                    

               Tus malas decisiones dolían, lo poco que construimos, estaba en juego

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

               Tus malas decisiones dolían, lo poco que construimos, estaba en juego


Toji sabía que debía apartarse cuando pudo de su trabajo como sicario, lo había intentado, un año vivió apartado de ese oscuro mundo, fue como un sueño vivir con su linda esposa embarazada y luego su bebé recién nacido, pero el dinero se agotaba, y las malas costumbres nunca se perdían, simplemente aguardaban para volver a resurgir.

El pelinegro había salido temprano del hotel, le advirtió muchas veces a su rubia que no saliera sin él, aún así sabía lo testaruda que era la chica, todo el día pasó inquieto, sobre todo porque sabía que Naoya los tenía ubicados, pero esperaba que no fuera tan estúpido de hacerles algo, sabiendo que él acabaría fácilmente con él. 

—Es está chica, debes acabar con ella, después te daré la jugosa cantidad— El hombre a su lado fumaba un cigarrillo, Toji miro la foto donde salía aquella jovencita, por primera vez sintió algo en su torcido corazón.

—¿Es simple no?, Zenin—

—Ya hablamos de eso— Murmuro Toji con algo de molestia por escuchar ese asqueroso apellido.

—Como sea, Fushiguro, que no pase de esta tarde— 

Era de noche cuando Toji volvió al hotel, se sentía asqueado consigo mismo, sin embargo ahora su cuenta bancaria tenía muchos ceros, los suficientes como para tomar un largo tiempo de descanso y alejar a su familia hacia otro lugar, era algo que sabía a Kaori no le gustaría, pero debían vivir en otro lado por seguridad. Al llegar a la habitación donde esperaba encontrar a su familia, miro la cama vacía, frunció su ceño.

—¿Kaori?— La llamo esperando que saliera de alguna parte, después de todo la suite era lo suficientemente grande. 

Pero el silencio fue lo único que recibió, su corazón comenzó a ir deprisa, y como un loco comenzó a buscar en el baño, en cada rincón de la habitación y después del hotel.

Mientras tanto la rubia estaba con sus amigas y presumía a su lindo bebé, las mujeres estaban encantadas con el pequeño, era muy lindo, Kaori aprovechó la ausencia de Toji para salir, recorrer las calles y tomarle fotos a Megumi, no se quedaría con las ganas, no sabía cuándo volverían a Tokio y si le hacía caso a Toji perdería esta gran oportunidad.

—Oh diablos, Toji debe estar furioso— Murmuro la chica al ver por la ventana del restaurante que ya estaba oscuro.

Sin duda el tiempo corría con demasiada prisa cuando se divertía.

—Es algo raro tu marido, prácticamente te secuestro y no le gusta que salgas sin él— Murmuro su amiga con algo de enfado, no le parecía justo aquello, incluso lo sentía machista.

Kaori solo sonrió apenada, no podía explicar lo protector que era Toji, porque sabía que lo hacía porque los amaba.

—No se preocupen, el ama a Megumi y a mi demasiado, solo se preocupa en exceso y por eso es paranoico— Murmuro pidiendo un taxi para que la llevara al hotel.

Las jóvenes se despidieron y cargaron a Megumi en lo que llegaba el auto, había nostalgia en el ambiente porque no sabían cuando verían de nuevo a su querida amiga.

Cuando llegaron al hotel Megumi se había dormido en su hombro, sentía un poco babeado su hombro, por lo que supuso su bebé ya estaba dormido, al llegar a la habitación paso aquella targeta y la puerta se abrió, observó que no había nadie.

—Que raro, pensé que ya habría vuelto— Murmuro acercándose a la cama y acostando a Megumi, aunque el bebé estaba dormido su madre comenzó a cambiarle la ropa por una más cómoda, Megumi tenía el sueño profundo.

—¡Quiero que localices el maldito móvil y me digas donde maldita sea está ahora mismo!— 

Kaori se sobresaltó con aquella orden que gritó Toji al entrar a la habitación, el pelinegro pasó su cara de enojo a una de sorpresa al ver a su mujer mirarlo con confusión.

Ambos se miraron unos segundos, Toji sintió el alivio más grande al ver a su mujer frente a él, parecían estar bien.

—Olvídalo, ya los encontré— Fue lo único que dijo Toji a quien sea con quien hablara.

—¿Que te ocurre?— Pregunto Kaori ahora frunciendo su ceño.

Toji se acercó de prisa a ella tomándola entre sus brazos, Kaori tuvo que encontrar equilibrio porque Toji la abrazaba con fuerza.

—Te dije que no salieras— Murmuro el pelinegro un poco ahogado de la congoja que había pasado.

Había vivido un infierno en esa última hora, toda clase de escenarios pasó por su mente y su única esperanza era que los localizaran pronto.

—Pensaba esperarte, pero después de medio día nos aburrimos y decidimos salir, y fue un lindo día— 

Toji besó el rostro de su esposa en repetidas ocasiones, con esa breve desaparición de su familia, le bastó para confirmar que sin su familia enloquecería.

...

—No puedo creer que se termino tan pronto el viaje— La rubia estaba triste.

Toji la miraba divertido mientras alzaba a Megumi, abrieron la puerta de su departamento y los tres sintieron tranquilidad en su corazón al volver a casa.

—Fue solo un fin de semana, en Nara podremos estar más días, lo prometo— 

Kaori suspiró con derrota, aún así se sentía emocionada por ese futuro viaje. Llego hasta su habitación tirandose en la cama sintiendo como su cuerpo se relajaba, el sueño comenzaba a llegar, hasta que sintió al pequeño a su lado, abrió sus ojos y su bebé estaba gateando hasta ella y abrazaba su rostro.

—Tu padre es un vago, no dura ni cinco minutos cuidándote— Murmuro buscando a Toji en la habitación pero este no estaba.

—¡Toji hazte responsable de tu hijo, quiero dormir un poco— Grito Kaori con sueño, su bebe reía al ver a su mamá gritando.

Frunció sus labios y acarició el cabello negro de su bebé, el tiempo pasaba muy rápido, su niño ya tenía seis meses de edad.

La rubia se levantó de la cama y tomó a Megumi en brazos, salió de la habitación y entró en la otra donde escuchaba ruido, rodó sus ojos al ver a su esposo en aquella computadora jugando, esa mala costumbre que tanto odiaba, Toji podía pasar horas jugando,

—¡Oye!— Protestó cuando su mujer le quitó los audífonos,

—Apenas acabamos de llegar y ya estas pegado aquí, ten, cuídalo quiero dormir un rato— 

Toji tomó a su hijo resignado pero este comenzó a gimotear y mirar a su mamá extendiendo sus brazos, el pelinegro sonrió de medio lado encontrando su libertad.

—Parece que quiere estar con su mami— Le dijo divertido.

Kaori entrecerró los ojos y tomó a su bebé, suspiro y se fue hasta la habitación, ambos se acostaron en la cama. Megumi gateó hasta el abdomen de su madre y su pequeña mano jalaba la camisa de esta, era una señal que tenía hambre, se sentó y comenzó a alimentar a su hijo.

—Y aún así quiere más hijos— Susurro Kaori pensando en su esposo que siempre quería evadir su responsabilidad de cuidar a su bebé —Tu padre es muy torpe— 

Megumi veía a su madre parpadeando sin dejar de alimentarse, Kaori sonrió y besó la frente de su hijo.

Esperaba que la vida la dejara apreciar a su hijo por largos años.

...


Voten para continuar <_>


SOLO TUYA  (TOJI FUSHIGURO X OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora