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Cuando Toji volvió a su hogar abrió la puerta y lo primero que vio fue a su mujer sentada en el sofá, frunció su ceño al no recibir respuesta de parte de ella al llegar, dejó la llave en el mueble y se acercó a Kaori al sofá, notó que estaba temblaba ligeramente y se preocupó de inmediato.
—¿Ocurre algo?— Preguntó desconcertado.
La rubia levantó su mirada hacia su marido, lo observó unos segundos en silencio, Toji notó los ojos rojizos de su mujer, había llorado de eso estaba seguro.
—¿Megumi está bien?— Ahora estaba demasiado preocupado y fue directo a la cuna donde vio a su hijo dormir.
—Cuando me lo ibas a decir— La voz de Kaori era temblorosa.
Toji no comprendía nada.
—Naobito Zenin vino, y me ha dicho todo, tu, yo sabía que lo que hacías no era bueno, lo sabía, pero quise aferrarme a que no harías nada que pusiera en peligro a tu familia, a Megumi— Le dijo levantándose y empujándolo, pero la fuerza de la joven madre no se comparaba a la de él.
En la mente de Toji solo resonaba el nombre del líder del clan, había estado en su casa, su familia había estado expuesta a él.
—No lo entiendes— Murmuro Toji tensando su cuerpo.
Eso enfureció a Kaori.
—¿Que quieres que entienda?, ¡Eres un asesino Toji!, asesinaste a una chica, a una jovencita inocente— Le gritó llorando y temblando.
Ahora desconocía al hombre frente a ella, pensaba que el hombre con el que se había casado estaba tan lejano del que ahora tenía frente a ella.
—¡No era inocente!, era miembro de otro maldito clan—
—Pero era un ser humano Toji, con familia, tú eres padre, tienes un hijo, como te sentirías..—
El llanto de Megumi llegó al escuchar los gritos de su padre y madre, Toji se acercó a la cuna pero de inmediato Kaori se adelantó y lo tomó en brazos, evitando que el hombre frente a ella lo tenga en brazos.
La rubia no dejaba de pensar en que su esposo era un asesino, ahora se cuestionaba sobre las emociones de Toji hacia ella o su hijo, no creía que una persona que hacía esos actos a sangre fría pudiera tener sentimientos.
—¿Que más te dijo ese bastardo?— Preguntó dando un paso hacia ella acción que hizo que Kaori se alejara y caminara hasta la habitación.
—Dijo que estaríamos más seguros en el clan Zenin, pero no soy estúpida, ellos se dedican a lo mismo ¿cierto?, solo quieren que mi hijo siga con su legado—
El pequeño Megumi parecía sentir la tensión entre ambos padres y no le gustaba para nada, el llanto cada vez era más fuerte, la rubia lo abrazaba y trataba de tranquilizarlo sin dejar de ver a su esposo.
