𝐀𝐭𝐮𝐭𝐬𝐡𝐢 𝐌𝐮𝐫𝐚𝐬𝐚𝐤𝐢𝐛𝐚𝐫𝐚

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"La diosa de los dulces"

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Era solo un simple dia cansado, tenías ganas de irte a casa, ya que estabas hasta las santas narices de aguantar y soportar a críos.
Trabajabas en una tienda de chuches y cada dos por tres entraban niños.
Te daban una bolsa de golosinas, hablaban contigo y se iban.
Claramente pagando por la bolsa.
Odiabas a los niños que se quedaban ahí dentro, sabías que trataban de robar pero no podían porque a lo más mínimo salías del mostrador y te ponías como una desquiciada a revisarlo todo.

Después de horas de trabajo ya casi era hora de cerrar la tienda. Pero viste a un chico muy terrorífico entrar a la tienda, tragaste saliva y le miraste muy atentamente.
Tenías miedo de que te atracará.

-Disculpa...¿Que puedo hacer por ti?? -tragaste saliva asustada-

-Si...Ponme una bolsa gigante de caramelos...
-dijo de manera prolongada y muy lenta-

Agarraste una bolsa de caramelos y se la diste...Miraste los chupachups que está semana no habían tenido mucho éxito. I se te ocurrió darle uno.

-¿Quieres un chupa-chups de regalo??

El chico se giro sorprendido y muy alegre.

-Si -tenia cara de muerto pero parecía contento-

Tomaste un chupa-chups del recipiente y se lo diste.
El chico te miró atentamente y le regalaste una sonrisa.

-Muchas gracias...Quizás vuelva...

-Vuelve cuando quieras!!! -dije despidiéndome-

Era extremadamente alto y tenía un cabello inusual al igual que sus ojos. No se hacía dañino a la vista ya que me resultava atractivo y curioso. Parecía que llevaba un equipaje de básquet de color azul y blanco. Le quedaba muy bien.

Mire como agachaba su cabeza para salir de la tienda...

Desde que estabas en esta tienda tu único "amigo" por así decirlo era tu compañero de cambio.

No le veías muy seguido por lo que la mayoría del tiempo estabas detrás del mostrador mirando el teléfono.
La única manera de dejar el teléfono era que entrase alguien a la tienda.

Pasó una hora y cerraste la tienda.

Te fuiste a casa y cuando viste la camiseta morada de tu pijama te acordaste de aquel curioso chico.

-Parece que le gustan mucho los dulces...-Dijiste susurrando-

Miraste la dispensa de tu casa.
Estaba llena de chucherías que nunca te comías, no te gustaban o simplemente te olvidabas.

Quizás se las pueda dar a él...

Cuando dijo lo de la bolsa de caramelos tomo una cantidad generosa de ellos, me pagó el precio que era y se los llevó. La cantidad de caramelos era digna de diabetes, pero el chico lucia deportista y poco musculado por su gran altura...Quizás a el no le afecte tanto el azúcar.

⇜ 𝗞𝘂𝗿𝗼𝗸𝗼 𝓷𝓸 𝗕𝗮𝘀𝗸𝗲𝘁! ❋ 𝙃𝙚𝙖𝙙𝙘𝙖𝙣𝙤𝙣s/𝗦𝗵𝗼𝘁𝘀⇝ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora