⇜ 𝗞𝘂𝗿𝗼𝗸𝗼 𝓷𝓸 𝗕𝗮𝘀𝗸𝗲𝘁! ❋ 𝙃𝙚𝙖𝙙𝙘𝙖𝙣𝙤𝙣s/𝗦𝗵𝗼𝘁𝘀⇝

𝐀𝐤𝐚𝐬𝐡𝐢 𝐒𝐞𝐢𝐣𝐮𝐫𝐨🔸

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"Te conozco demasiado"

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Veías a tu mejor amigo conversar con esas chicas pijas. Rodabas los ojos al ver lo ridículas que se veían al querer echarle la caña a tu amigo, en un suspiro de cansancio fuiste a ver a tu padre el cual estaba podando el jardín de los Akashi.

-Hola papá...

-Ey, que haces por aquí?? Pensaba que estabas con Seujiro...

-Lo estaba, hasta que a aparecido una visita.

-Comprendo. Toma.

Me dio una rosa azul.

-Como has conseguido esta rosa??

Miraba la rosa con asombro.

-Los Akashi me pidieron flores exóticas, así que he empezado a plantar rosas blancas y ha teñirlas con agua de color.

Le eche un vistazo a las flores nuevas que mi padre había empezado a plantar.
Eran preciosas.

-¿No tienes trabajo??

Preguntó mi padre.

-Lo he terminado...

Mantenias las cuadras de los carísimos caballos que tenían. Te gustan los animales así que empezaste a estudiar para cuidarles y por suerte ese contacto con los Akashi te permitió que te contrataran para ello.

-¿Quieres ayudarme??

Asentiste.

Empezaste a ayudarle a quitar las plantas marchitas y a quitarle las hojas malas a las flores en peores condiciones.

Levantaste la mirada topándote la ventana del salón, apretabas tus puños con rabia al ver a las jóvenes hijas de la visita agobiar a tu mejor amigo. Siempre que le veías rodeado de ese tipo de mujeres te daba mucha rabia.

-Tienes un francotirador en los ojos o que??

Decía tu padre ciertamente preocupado por tus expresiones faciales.

-Ojala...Le haría un favor a varios.

Tu padre río por el comentario.

-¿Te gusta el señorito Akashi??

-No! Es solo mi mejor amigo y me preocupo.

-Si claro y yo soy peluquero.

Le miré con cierta aborricion y seguí podando las plantas. Cuando mi padre terminó con la faena del jardín se fue al invernadero.

-¿Que haces?

Le dije limpiando mis manos a palmadas.

-Muy preguntona estas hoy, eh...Parece me mentira que no sepas que no soy solo el jardinero.

Verdad, mi padre prácticamente lo era todo en la casa de los Akashi, le tenían muchísima confianza. Le tenían como casi amo de llaves y a veces le pedían cosas con los frutos frescos de los cultivos.