...lluvia de otoño...

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24/10/...

Al día siguiente todo había vuelto a la normalidad,increíblemente es como si nada hubiera pasado,excepto porque todavía no nos habíamos besado.
Y podría sonar como una desesperada,pero enserio lo necesitaba...sin embargo planeaba respetar su decisión.

El día había transcurrido...bien...tomé mis clases,aguanté a un par de ancianos imperfectos y lo pasé junto a mi novio y mis amigos...justo como antes.

✨🌟

La tarde había caído y ya yo estaba en mi casa.
Alrededor de las tres de la tarde una llamada llamó mi atención...Christopher.

— ¿Dónde estás? -- cuestionó aparentemente agitado--

—En mi casa...¿por qué?

—Ah no,tenía que hablar una cosas contigo...lo dejamos para mañana entonces --culminó con intenciones de terminar la llamada--

—¡No!,espera...voy a la escuela ahora --respondí rápidamente y colgué--

Tomé camino a la escuela...sin saber que me arrepentería de aquella decisión toda mi vida.

🌟✨

Buscaba a Christopher al llegar a la escuela, encontrándolo en los pasillos,cambiando el semblante relajado por uno más tenso en cuanto me vio.
Nos acercamos y sin hablar ambos sabíamos que luego de aquel momento nada sería igual.

Aún sin emitir ningún sonido nos dirigimos hacia un lugar más privado evitando tomar asiento sabiendo que esta charla sería más corta de lo que imaginábamos.

Nos miramos y sólo hubo silencio,él  suspiró y comenzó a hablar.

—Karla yo...esto...no estoy bien,estoy teniendo problemas con mi familia y--

—Yo puedo ayudarte...dime y te ayudo--lo interrumpí--

—No Karla,mis problemas son míos y de verdad no me gustaría compartirlo con nadie,estoy pasando por mucho estrés y la relación también lo está provocando--suspiró--

—¿Dices que nuestra relación es una carga?--cuestioné dolida--

—No digo que lo sea,simplemente que se está convirtiendo en un problema que ya no puedo llevar--trató de explicar siendo esta la primera vez que no me sostenía la mirada--

—P-pero...--ya para este punto estaba haciendo lo posible para que las lágrimas no abandoran mi rostro--

—No eres tú soy yo--aclaró--

—Entiendo que tengas problemas--suspiré conteniendo mis lágrimas--todos los tenemos y si no quieres hablarlo lo entiendo,igual podemos arreglar las cosas,es cuestión de hablarlo--traté de animar--

—No Karla,yo no tengo cabeza ahora para arreglar nada enserio.

—¿Y qué propones?--Cuestioné al borde de las lágrimas--

—Yo creo que...lo mejor es terminar...

Y ahí supe que todo se había acabado,que todo aquello que me había echo feliz y por el cual sonreía se había ido y esta vez para siempre.

...aquella lluvia de otoño acompañando mi agonía,presenciando como mi felicidad se alejaba resguardándose de aquella desoladora lluvia de otoño...

Fin.