DREAM || Draco Malfoy

08

Cada vez era más difícil para Draco el estar cerca de Sarah y no poder parar de pensar en cómo se sentiría besarla, el abrazarla sin separarse, el jugar con su cabello mientras ambos se recuestan bajo el roble cerca del lago negro.

Draco estaba confundido, no sabía en qué momento pasó de disfrutar de su amistad a querer ser algo más. Se sentía perdido, fuera de sí mismo, era una extraña sensación de comodidad y cariño a la cual no estaba acostumbrado.

El aceptó sus sentimientos en cuanto la vió hablar con Harry, el cómo sentía su sangre hervir solo por que el la saludo con un abrazo.

En ese momento descubrió sus verdaderos sentimientos, el quería que ella fuera su novia, lo cual sería difícil debido que la chica pasaba mucho tiempo con otros chicos.

Pero el la enamoraría, y alejaría a San Potter de ella, sabia que no tramaba algo bueno.

— ¡Sarah! — Llamó el platinado.

— Hola Draco — Se detuvo — ¿A dónde vas?

— Yo... A mi sala común, ya acabaron mis clases, ¿y tú?

— Oh, voy a verme con Harry, al parecer quería mostrarme algo — Se acercó más a Draco — Pero honestamente no quiero ir, me siento rara al lado de él.

— Si no te sientes cómoda dile que no quieres ir con el.

— Es que... Descubrí algo — Se acercó aún más a él — El otro día lo escuché hablar con McLaggen sobre una apuesta.

— ¿Una apuesta?

— Si, Harry apostó que me iba a enamorar y luego desilusionar, es solo que me da pena decirle que ya estoy enterada de todo.

Draco se sintió muy molesto, ¿Cómo podrían apostar algo así?

— Ese imbecil — Comenzó a caminar — Hablaré con el.

— Draco — Lo detuvo ella — Voy contigo.

Ambos se dirigieron a la biblioteca, donde Sarah se encontraría con Harry. En cuanto el castaño se dio cuenta de su presencia, se molestó. El había citado sólo a Sarah, ¿Por qué venía Draco con ella?

— Sarah, ¿Por qué el está aquí? — Preguntó Harry molesto — Yo te dije que vinieras solo tú.

— En realidad, venimos para hablar contigo — La mirada de Harry cayó en el platinado — Mira, Sarah no se siente cómoda contigo, Potter, ya que se enteró de tu secretito con McLaggen.

Harry palideció, abrió y cerró la boca varias veces intentando hablar pero ninguna palabra salía de él.

— No digas nada, Potter, gracias a esto ya sabemos que solo eres un estúpido niño con necesidad de aceptación.

— Retráctate Malfoy — Se acercó a Draco — Tu solo buscas aceptación también, no tienes derecho a juzgarme.

— Yo aunque busque aceptación, no jugaría con los sentimientos de una chica.

Draco se alejó y jaló a Sarah con el dirigiéndose al roble en la orilla del lago donde pasaban la mayor parte del tiempo juntos.

— No tenías que defenderme, yo podía hacerlo — Bajó la cabeza— Ahora tendrás más problemas con Harry.

— No es tu culpa Sarah, yo lo hice por que te quiero.

Ambos guardaron silencio sintiendo como su cara se calentaba ante tal momento. Se miraron y sonrieron.

— Yo también te quiero Draco.

Sarah recargó su cabeza en el hombro de Draco y pasaron el resto de la tarde así, sin importarles que algunos alumnos los vieron juntos y comenzarían varios rumores.

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Finjamos q no escribí esto a media clase de química JAJAJA (a este paso no pasaré mi examen de admisión)