Se escuchaban los jadeos y los chirridos de las zapatillas contra el suelo, el silbato sonaba nuevamente dándole un punto a Nekoma, dándoles así su victoria.
—Bien, toca hacer los penales—Suspiro molesto el rapado, ya se encontraban cansados de tener que hacer castigos desde que llegaron— ¿Por que se demoran tanto?
—Quizás están atascados en un tráfico, hay que darles tiempo Tanaka—El peliplateado palmeo su hombro cansado, el pelón volvió a suspirar frustrado.
—¿Donde están los dos de primer año?-Se escucho un murmullo de unos de los tantos jugadores de las escuelas contrarias—¿No sé supone que de ellos teníamos que cuidarnos?
—Quizás eran solo rumores, ya sabes que ahora inventan cada cosa para que parezca que karasuno volvió a ser como antes—le respondió otro con una sonrisa burlesca —No hay manera de que los cuervos caídos tengan oportunidad contra nosotros.
La puerta del gimnasio se azotó con fuerza, una cabellera rubia se asomó por el umbral, sacando un suspiro de alivio del equipo de karasuno, sus primer año ya habían llegado.
—¡Miren, menos mal siguen entrenando, vayan rápido antes de que llamen la atención!—Grito la rubia hacia su espalda, ignorando el hecho de que ya había llamado la atención con el ruido que provocó.
Nishinoya soltó una risa y se acercó donde estaba Saeko, saludandola con una sonrisa, cosa que fue correspondida por la mayor, El entrenador Ukai fue hacia ella para poder recibir los bolsos de ambos menores, mientras que Takeda se quedaba conversando con el entrenador Nekomata.
—¡LAMENTAMOS LA DEMORA!—y ahí se encontraban el duo energético de karasuno, sus pecho subían y bajaban de la larga corrida que tuvieron que dar.
Rápidamente se despidieron de Saeko y se fueron directo a su equipo, Kageyama, quién iba adelante de Shoyou no se percató de la mirada de los equipos rivales hacia su cuerpo, Hinata, en cambio si se dio cuenta del suceso, tapando rápidamente (lo que pudo) el cuerpo del azabache con el suyo.
—Llegaron a tiempo, justo ahora estamos haciendo el castigo por perder contra nekoma— Tsukishima bramo con sarcasmo, pues claramente estaba un poco molesto por perder contra un provocador como lo es Kuroo.—¿Necesita que lo ayude en algo, Rey?
—Deja de llamarme así, imbécil.
—Ay lo siento su majestad, había olvidado lo incómodo que se sentía al ser llamado Rey— Sus dedos tocaron la nariz del ojiazul, una sonrisa socarrona creció en el rostro del rubio.
—¿Estas buscando pelea? Idiota— Daichi tuvo que tomar la mano de su setter de primer año, antes de que hubieran golpes (por parte del omega)
—Ustedes dos, ya fue suficiente— Les regaño el castaño a ambos—Necesitamos estar enfocados en el entrenamiento y fortalecer nuestras técnicas, recuerden que nos invitaron al campamento para poder crecer en conjunto, no para pelear por cosas inútiles.
—Vayan junto a Yamaguchi-kun a dejar sus cosas, no causen problemas—Habló esta vez el peliplateado, acercándose a ambos recién llegados, dándoles una palmada en sus hombros— Regresen rápido para poder seguir con los partidos amistosos.
—Si Suga-san— Hinata fue el que respondió por ambos y tomaron sus cosas para seguir al pecoso, quién ya estaba en la puerta del gimnasio esperándolos.
Los tres caminaban en un silencio cómodo, por parte de Hinata y Yamaguchi, en cambio, por el lado de Kageyama este se estaba poniendo nervioso por las miradas de los demás, no era tan tonto para no notar como lo miraban, sobre todo aquel par de ojos dorados, que no le quitaba la vista de encima desde que llegó.
Sacudió su cabeza mientras un escalofrío corrió por su cuerpo, siendo notado por sus acompañantes, quienes no quisieron preguntar nada, pues preferían quedarse con la duda que escuchar a Kageyama quej arse de cualquier cosa.
—Esta será nuestra habitación por el tiempo que estaremos en el campamento, pueden dejar las mochilas en la esquina de la habitación, ya más tarde pueden ordenar los futones— apuntó los futones que estaban apilados en una esquina de la habitación al lado de la ventana—¿Trajiste tus parches anti feromonas, Kageyama?
El Omega asintió mostrandole los parches.
—¿Quieres ayuda con eso, tontoyama?
—¿Seguro que puedes alcanzar mi nuca, escuincle?— contraataco el pelinegro con una sonrisa
—¡PUES CLARO QUE PUEDO, OMEGA ESTÚPIDO!
—Y ahí van otra vez— murmuró negando el pecoso, viendo como por segunda vez en lo que llevaban del día, A Kageyama pelear con un Alfa de su equipo.
Porque claro, Kageyama era un Omega algo complicado de entender.
Y bueno, algo grosero también.
Oa, espero que se encuentren bien.
Primero que todo quería disculparme por la demora, el trabajo me esta consumiendo y bueno, últimamente he estado bloqueada de ideas, pero me niego a rendirme con esta historia.
Lo segundo es que ya en los próximos capítulos ya habrá un tipo de interacción con los demás personajes.
También quería comentarles de que esta es la primera vez que Kageyama ve a los demás equipos (Nekoma), porque al momento de que tuvieran el partido de practica que ya todos conocemos, tobio cayó en celo.
Bueno, eso quería aclarar, sin quitarle más su tiempo, me despido.
Hasta el próximo capítulo, MUAAAAAK.
