Volvían de regreso al gimnasio con su ropa ya cambiada, Yamaguchi le acariciaba la espalda al Omega en forma de consuelo, Hinata trataba de aguantar la risa a toda costa, no quería que el azabache le escuchara.
-Te estoy escuchando estúpido, no te atrevas a seguir riendote- Le señaló en forma amenazante, desde hace 5 minutos que el pelinaranja se llevaba riendo en su cara- Sigue así y te voy a callar con un golpe en tu fea cara.
-¿ME DIJISTE FEO?
-Si, ¿y?
-Ay no puede ser verdad-murmuró Yamaguchi soltando una risita, ya era costumbre el escuchar las tontas discusiones que tenían esos dos-Ya vamos a llegar, si Daichi-san los escucha discutir no los dejara entrenar.
Con eso ambos se callaron.
Llegaron a la puerta del gimnasio y entraron en conjunto, el Alfa pelinaranja fue corriendo hacia un chico desconocido por Tobio, pero conocido por el pecoso, era el setter de Nekoma, quién apenas sentir el olor a mandarinas se relajo, dejando que el contrario se siente a su lado.
-Un gusto volver a verte, Kenma- saludo pasando su brazo por los hombros del teñido, recibiendo una sonrisa.
-Lo mismo digo, Shoyou.
Ambos se quedaron conversando un rato mientras los demás se acercaban curiosos al de ojos azules, sintiendo admiración por ver a un Omega masculino de cerca.
-No me habías dicho que tenias una preciosura en tu equipo, Daichi- Una sonrisa traviesa se asomo en su cara y acaricio el cuello del omega con sus dedos, sintiendo el temblor qué causó en el menor.
Hasta que un manotazo le impidió seguir con las caricias.
-No me vuelvas a tocar-Bramo con violencia el azabache, alejándose unos pasos del más alto.
-Por lo mismo no lo mencioné, Kuroo.- Una sonrisa orgullosa se asomó en sus labios, ver como Kageyama desconcertaba al capitán de nekoma fue maravilloso.-Kageyama es un poco difícil de tratar, por favor no lo vuelvas a tocar, no es un objeto para ser manoseado.
-¡MIRA QUE BONITO OMEGA, AKAASHI!- Un grito llamo la atención desde el otro lado del gimnasio, era un peliblanco con raíces negras y tonalidades grises, sus ojos ambar iguales a los de un búho llamó la atención del menor, sin embargo, el chico que estaba a su lado lo hizo sonrojarse.
-También lo estoy viendo Bokuto-san- la tranquilidad en su voz y como lo miraba provocó un tierno sonrojo en el contrario, su mirada fija en él y como lo inspeccionaba con atención lo hizo estremecerse.
Ambos chicos se acercaron con cautela (por parte del azabache) y con entusiasmo (por parte del bicolor), se situaron a un lado de Kuroo y se presentaron ante las miradas curiosas del equipo de Karasuno.
-Que bueno que nuestro entrenador los invito al campamento, siempre es bueno tener a nuevos equipos presentes- una pequeña sonrisa se asomó en los labios del azabache- Mi nombre es Akaashi Keiji, pero para ti puede ser Keiji-san.
Si antes Kageyama se encontraba sonrojado, ahora era peor, sus orejas y cuello estaban rosados por la vergüenza, no estaba acostumbrado a tanta atención por parte de otras personas y mucho menos que estos fueran Alfas.
-Tener a un Omega masculino tan cerca se siente como un sueño- Habló el bicolor con un pequeño sonrojo en sus mejillas, y bueno, como no estar nervioso con semejante belleza en frente.- Soy Bokuto Koutaro, capitán del equipo Fukurodani.
-El gusto es nuestro Bokuto, gracias por invitarnos a este campamento, daremos lo mejor de nosotros- El castaño hizo una reverencia ante ambos alfas- Esperamos no causar problemas, ¿cierto?
La mirada amenazante cayó en el pelón, el enano de mechon rubio, el pelinaranja y el adicto a la leche, quienes sonrieron con nerviosismo asintiendo rápidamente.
-Estaremos bajo su cuidado- hablaron los cuatro a la vez.
-Pero Daichi-san, yo no soy tan problemático como este de aqui- señaló al de feromonas mandarinas, quién solo le saco la lengua en forma de burla- Además, si no me provocan yo no caeré en el juego.
-¿Provocarte cómo, dulzura?- El ojiazul lo miró de arriba a abajo con su ceja alzada, una sonrisa socarrona estaba plasmada en su cara, poniendo nervioso a Tobio.
-Como molestarlo, a eso se refiere este tonto- Hinata respondió por él, Kageyama agradeció eso, pues si habría la boca, lo más probable es que solo diría balbuceos y palabras incoherentes.
El Alfa de Fukurodani iba a decir algo más antes de ser interrumpido por el entrenador Ukai y el profesor Takeda, llamando a los cuervos para su próximo partido contra una de las escuelas que se encontraba ahí. Daichi y Sugawara dieron una reverencia ante los Búhos para retirarse rápidamente del lugar, el castaño estaba un poco molesto por la mirada que Akaashi le dio al Omega menor, pues se notaba claramente la intención en su lenguaje corporal.
Sugawara, por otra parte, se acercó un poco más a su pequeño kohai, pasando un brazo por su cintura y frotarse en su glándula de olor, calmandose al instante por el leve aroma que soltó el menor, Kageyama confundido correspondió la acción, frotándose en su cuello de igual forma, le gustaba la sensación que le daba el mayor y también su aroma a caramelo, podría decirse que era uno de sus aromas favoritos, después de el de Tsukishima, aunque claro, nunca lo admitiria en voz alta.
Oa hediondos a cola, espero que se encuentren bien.
Les traje este humilde capítulo por hoy, perdón por la demora (mentira) es que he estado en modo chamba (también es mentira)
La verdad es que tenía mi cabeza en otro lado porque la otra semana, jueves 5 de septiembre, tengo un concierto, entonces ando muy emocionada por eso, aunque no es excusa.
Espero que les haya gustado este capitulo, ya para el otro se viene lo ridículo (verdad)
Nos vemos en un mes más, muak.
Los tqm🫶🏻