Nuestro lindo omeguita ya estaba aseado y vestido para ir a desayunar junto al equipo, y bueno, los demás equipos que estaban en el campamento, sin embargo, aún tenía un poco de sueño. Se sentó a un lado de Hinata (como de costumbre) y apoyo su cabeza en su hombro mientras que Yamaguchi le dejaba su desayuno frente a él.
—Gracias Tadashi— le dio una pequeña sonrisa de agradecimiento, siendo recibida por una nerviosa por parte del pecoso.
—Aish, que envidia, ¿cuando será el día en que a mi también me mimen?— se quejo el Alfa a su lado, con un pequeño puchero, así como él.
—Cuando dejes de ser tan boca suelta y chismoso, ese será el día en que serás mimado— le respondió el rubio frente a él, quién se encontraba a un lado de Yamaguchi, tomando un poco de sopa de miso.
—Bueno, tampoco es que quisiera ser mimado por ti— Hinata le saco la lengua en forma de burla, ganándose un golpe por parte del ojiazul.
—Cállate y come, que por eso estás tan enano— Kageyama le regaño, ganándose una risa por parte de Kei, a quién volteo a ver amenazante— y tú también Tsukishima, tomar solo sopa no hará que seas más fuerte, estás muy delgado y la verdad no quiero que mi plebeyo sea víctima de miradas de lástima. Tampoco quiero ser juzgado por ser un mal "Rey" y no cuidar de mis súbditos.
El de lentes solo bufo con desgano y siguió desayunando en silencio, Yamaguchi, en cambio, solo observaba al Omega frente a él, embobado por aquellos ojos azules y pestañas tupidas, sus labios rosados sin llegar a ser delgados, pero tampoco carnosos, su vista bajo a sus manos sosteniendo una caja de leche, sus uñas bien limadas y sus manos bien cuidadas. Aproximo su mano a la contraria, dándole leves caricias amistosas, ganando así una mirada pacífica.
Kageyama solo lo miraba en silencio bebiendo de vez en cuando su leche, le gustaba los mimos que le daba el pecoso, era reconfortante recibir algo de una persona, al principio se alejaba de todo tipo de interacción que le brindaba su manada, se sentía de cierta forma abrumado, al igual que ayer, estaba tan acostumbrado al rechazo y a la soledad que le dejó Kitagawa Daiichi junto a la muerte de su adorado abuelo, que le hacía sentir ansioso ante cualquier muestra de cariño, sin embargo, con el tiempo fue descubriendo que no estaba mal lo que le hacían los demás.
Al fin y al cabo esa es la manera en la que se trata una manada, perdón, SU manada.
Estaba tan sumergido en sus pensamientos que se sorprendió al sentir una mano en su nuca, acariciándolo como solo una persona sabe hacerlo.
—¿Ya terminaste de desayunar, Kageyama?— le pregunto el de cabello largo con una sonrisa tímida.
—Si Asahi-san, ya termine, es solo que Yamaguchi me estaba mimando un poco— ronroneo bajito ante las caricias dadas.
Yamaguchi se río bajito y dejo de acariciar su mano para poder levantar su bandeja y la del azabache, al pecoso le gustaba ser servicial con las personas que quiere, a eso le quedo claro a Kageyama después de dos semanas en rechazar cualquier acto de servicio de Tadashi, hasta que este le dijo que no tenía problema en ser un poco servicial con él.
Tobio murmuró un pequeño "gracias" ante la mirada del ojiverde, las mejillas del contrario se sonrojaron un poco, dándole un aspecto demasiado lindo.
—Bien, ya que todos terminaron de desayunar, hay que ir a calentar un poco en uno de los gimnasios. Hoy será un día pesado según el entrenador Ukai— se alejo del Omega para que este pudiera levantarse, Hinata, quién estaba al lado de Kageyama apoyando su cabeza en el hombro del más alto, soltó un suspiro pesado.
—¿No podemos reposar un poco?— se quejo aún en el hombro del azabache— estoy lleno por comer tanto en el desayuno, y si me muevo un poco me voy a vomitar.
—Eso te pasa por querer comerte todo en menos de 5 minutos, Estúpido— Se burlo el rubio, quién ya se encontraba de pie viendo la escena con su bandeja en mano— Ya levanta tu cabeza hueca, que el Rey no tiene todo el día para esperarte.
Ante dicha burla Hinata abrazo al Omega, ganándose un quejido por tal inesperado abrazo.
—Ya suéltame, ridículo, tenemos que ir a calentar— se quejo tratando de sacarse a Hinata de encima.
Shoyou apretó más su agarre—No quiero, quédate un poquito más conmigo por favor Bakayama— Lloriqueo frotando su mejilla con la contraria.
Kageyama puso los ojos en blanco y le soltó un golpe en la cabeza, logrando soltarse de ese abrazo tan efusivo de Hinata, se levanto rápidamente antes de que el pelinaranja volviera a apretarlo entre sus brazos.
—Más tarde si quieres puedo estar contigo, pero ahora tenemos que ir a entrenar— el pelinegro se fue junto al de coleta, no sin antes guiñarle un ojo al mandarina.
Hinata solo asintió freneticamente al imaginarse estar otra vez entre los brazos del menor, le gustaba mucho pasar tiempo con él, ya sea viendo partidos de Voleibol o incluso sin hacer nada
Después de todo, eran mejores amigos.
Por primera vez, Hinata Shoyou, el aspirante a ser el pequeño gigante, deseo que el día pasase rápido.
Oa ¿me extrañaron?
Yo ya tenia el capitulo desde la semana pasada, pero me gusta hacerlos esperar, lo mejor tarda en llegar dicen por ahí.
Espero que les haya gustado el capítulo de hoy, es lo que yo me imagino lo que pasaría en una mañana normal con el cuarteto de primer año
Nos vemos en otro capítulo, Chao hediondos a cola~♡