Yeji miraba con atención en la gran ventana de la habitación, las hojas empezaban a caer, lo que significaba que el otoño ya estaba por llegar, jamás se imaginó que el tiempo sucediera tan rápido, ¿en qué momento pasó un año desde el último otoño? Ni ella lograba saberlo, ni siquiera le importaba mucho, no es como si ya hubieran pasado 3 años desde la muerte de sus padres, por otro lado se sentía más cómoda sabiendo que sus hermanos y ella lograron salir del infierno del que los tenían.
— Otra vez pensando — Hyunjin la sacó de sus pensamientos.
— Es lo menos que puedo hacer como prisionera — respondió ella mirando a su hermano.
— No somos prisioneros hermanita, sólo tenemos a varios guardaespaldas de Choi detrás nuestro, mira que podemos salir a ver el patio, la cocina y la biblioteca... —
— Igual que en nuestra casa Hyunjin, no hay ninguna diferencia — respondió ella.
— Okey, pero ya no estamos con Jung, es un paso mas a nuestra libertad y finalmente nos iremos a Seúl, Niki, tú y yo como personas normales en un departamento grande — dijo, tratando de animar a su hermana — Ya no pienses más en eso — Yeji lo abrazó fuertemente mientras sollozaba — Tenemos que hacer lo posible porque Choi esté de nuestro lado y nos deje libres antes de que Jung piense en buscarnos — dijo acariciando el cabello de su gemela.
— Estoy tan harta de huir por ese maldito... Él mató a mamá y papá, él abusó de mí, él se robo todo nuestro dinero la misma noche al dejarme indefensa, ya no quiero seguir con vida si se trata de escapar de Jung, sólo quiero morir para ser libre — La chica comenzó a llorar fuertemente contra el pecho de su hermano.
Hyunjin quien también estaba llorando por su hermana por todo lo que soltaba la apretó fuertemente, pues no se imaginaba su vida sin Yeji, no cuando ambos nacieron juntos y de la misma madre, él sabía lo mucho que Yeji quería la libertad, pues al nacer en una familia muy influyente en la mafia era muy difícil no vivir huyendo de todas las personas que los rodeaban, no cuando hubo un traicionero entre ellos y ahora estaban pagando el precio como prisionero de Choi Soobin.
Algo tan malditamente injusto.
Niki escuchó toda la plática mientras lloraba en silencio, se fue de ahí pues necesitaba pensar mejor las cosas, pensó que talvez el jardín sería buen lugar para pensar las cosas, fue de ahí con guardaespaldas detrás de él, pues era claro que estaba ahí como prisionero hasta que Choi descubriera la verdad.
Caminó por hasta llegar al gran jardín, completamente verde y con varias flores, Niki por un momento deseo tener una casita con jardín para compartir con sus hermanos, donde sean felices los tres, lejos de huir siempre, como fue toda su vida prácticamente.
Miro hacia las banquitas del lugar y vio a un chico lindo, de cabellera castaña y alto como él, parecía un ángel, pero era un ángel intocable, pues apenas lo vio, supo que se trataba de aquello tan preciado que tenía Choi, su hermoso premio y el era el afortunado de ser el primero en verlo, ahora entendía porque Choi lo protegía tanto encerrándolo en esa gran casa, hasta él habría querido robarlo.
Se acercó al chico tímidamente, pero fue detenido por uno de los hombres de Choi, vaya que era posesivo con lo suyo.
— No tiene permitido acercarse al chico, es propiedad de Choi, no ordenó cuidar todo lo que es suyo —
ESTÁS LEYENDO
mine - Sookai
Fanfiction"Mi valiosa recompensa eres tú, eres mío ahora" Había sido tomado sin su consentimiento y sin haberlo deseado se dejó envolver por aquel romance que empezaba a surgir hacia aquel hombre tan peligroso perteneciente a una de las mafias más poderosas. ...