Capítulo 7

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El ceño de Minroth se terminó de profundizar cuando sintió el cuerpo del menor perder la fuerza en sus brazos. Con cuidado le dio la vuelta y al ver el pequeño rostro lleno de lágrimas, algo en su pecho se removió.

Soltó un suspiro al subir su mirada al cielo y tomando aire buscó una forma de conseguir calma. Ahora que estaba tan cerca de la fuente, el aroma llamativo le resultó curioso.

Regresó su mirada abajo y con cuidado soltó al menor. Se quitó su chaqueta y luego se la colocó al joven rubio antes de pasar su mano debajo de las rodillas y con cuidado sujetar su espalda para levantar con facilidad el cuerpo, notando la ligereza del omega.

Luego de haberlo tomado, detalló nuevamente la cara teñida de rojo, juntó sus frentes unos segundos y con el ceño fruncido se dio la vuelta para salir donde estaban sus guardias esperando con un pañuelo sobre sus narices.

— Busquen al médico y llévenlo a mi habitación

Ordenó tranquilo antes de caminar en dirección a su palacio.

Los guardias se vieron entre sí, extrañados por lo que había pasado, se quedaron observando la espalda del rey unos segundos antes de emprender carrera al área que manejaba el médico imperial.

El rey estaba actuando demasiado cuerdo mientras caminaba con un omega en celo en sus brazos.

***

— Rey Minroth

Le llamó el recién llegado con una voz cansada. Su rostro estaba ligeramente sudado, pero al ver al rey con un semblante sereno sentado junto a un joven de cabello rubio que yacía en la cama, no supo qué decir.

— Revisa al príncipe

Pidió sin mucho tacto haciendo al otro estremecer en su lugar antes de asentir acercándose.

Vio al joven ligeramente cubierto por sudor y al pensar cómo los guardias le habían asegurado de que se trataba de un omega en celo, aquella situación era extraña. Tocó la frente ajena y como temía, este no presentaba signos de fiebre. Sujetó la muñeca con cuidado para tomar su pulso y al percatarse de lo irregular que era, supo la causa.

— El príncipe se encuentra bien, no está presentando un celo, solo consumió el afrodisíaco de la familia Valinor

Aclaró con un suspiro mientras buscaba en su bolso un pequeño frasco.

No era la primera vez que le tocaba tratar a un delegado extranjero por los efectos de aquella droga; sin embargo, el saber que la joven Valinor se lo había dado a un príncipe hacía que su piel se erizara.

¿Qué le había hecho aquel joven como para tomar ese riesgo? Se cuestionó mientras destapaba el antídoto y se lo daba al menor de forma cuidadosa.

— Eso explica el porqué al acercarme a su cuello el olor no era seductor y mi lobo se mantuvo bajo control

Dijo al aire Minroth.

— Sí, eso debe haber ocurrido ya que no se trata de alguien del norte, el afrodisiaco hasta donde he visto tiene un efecto incompleto en los extranjeros por lo que el celo no se termina de liberar y como le pasó al príncipe su cuerpo no resiste el estancamiento y pierde el conocimiento

Explicó tranquilo mientras se levantaba para ver al rey, quien seguía viendo con atención al menor.

—Ya le he dado el antídoto, así que debe pasarse el efecto dentro de unas horas, de igual manera estaré al pendiente por si me llega a necesitar para algo más, con su permiso me retiro

La voz del médico fue tranquila a lo que Minroth solo asentío haciéndole una seña para que se fuera, pero en vez de conseguir quedarse solo, uno de sus guardias se asomó en cuanto se abrió la puerta para preguntar con una voz cautelosa.

Lazos -El Imperio Del Norte-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora