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—¡Channie!

El aludido alzó la mirada, pero sólo fue receptor de un abrazo empalagoso que lo hizo tambalear sobre su lugar. El dulzón aroma de un perfume fresco le penetró las fosas nasales y se sintió tremendamente mareado cuando su prima se alejó con una sonrisa enorme.

Para nadie era secreto que Yongbok tuviera una enemistad con sus primos . No se odiaban, pero tampoco se llevaban completamente bien, así que era válido que en ese instante Chan se sintiera bastante abrumado.

—¡Puaj! ¿Qué quieres?

—¡Yaaaah! No seas grosero conmigo —reprochó.

—¡Hace unos días me mandaste a la mierda!

Las mejillas de la menor se enrojecieron cuando recordó aquello.  Sonrió tímida y obtuvo un poco de distancia, bajando la mirada a sus dedos que jugueteaban entre ellos sobre su regazo.

—Lo siento... Je... Estaba molesta.

—Como sea, ¿qué quieres? —repitió.

Yongbok alzó la mirada más tranquila. Revisó la bolsita que colgaba sobre su pecho y sacó su teléfono junto a un pedazo de plástico duro.

—Necesito que me enseñes a comprar en línea —respondió con determinación en la lengua.

—¿Qué?

—¡Aaaah! —rodó los ojos—. ¿Eres sordo? Quiero que me enseñes a comprar cosas en línea, yo sé que compras mucho por ahí.

Chan arrugó las cejas sintiéndose cohibido por el repentino acercamiento de su prima menor. Suspiró pesadamente y al final tomó el teléfono ajeno.

—¿Qué quieres comprar?

—¡Oh! He visto en el centro comercial un collar de diamantes y unos aretes preciosos.

—Yongbok-ah, debes elegir de la tienda en línea, no del centro comercial.

—Ah.

El mayor rodó los ojos. Ingresó a la página correspondiente y comenzó a navegar en la misma bajo la atenta mirada de la menor que parecía admirarlo como si fuera un superhéroe.

—¿Es para la tía Lina?

—¡Sí! —asintió frenéticamente—. Que sea el más costoso, por favor.

—¿Y cómo se supone que pagarás? —inquirió.

—Con la tarjeta de papá, claramente —extendió el plástico bajo un semblante egocéntrico.

Chan arrugó la frente y levantó la ceja. Podía llamar a su tío en ese instante y delatar a la niña, o bien, también podía buscar venganza ayudándole con su plan y que el universo hiciera de las suyas como justicia divina. Los ojos de la pequeña Yongbok brillaban intensamente con cada objeto mostrado en la pantalla. Chan sabía que no la estaba pasando muy bien, así que decidió ayudarla sólo para sentirse bien consigo mismo.

Apartó tres bolsas de marca, dos abrigos, veinte pares de broches de diamantes y un ramo de rosas con dedicatoria de las tiendas locales con el único propósito de que se entregaran esa misma tarde. El corazón de la niña estaba como loco y sus comisuras parecían hacer gran esfuerzo para tratar de elevarse lo más posible.

—¿Sabes la clave de la tarjeta?

La menor sacó el teléfono de repuesto de su padre que robó esa mañana. Sacó la lengua en mera concentración e imitó los movimientos que en algún momento vio que su madre hacía y terminó por dibujar una orgullosa sonrisa cuando lo consiguió.

—Es el cumpleaños de mamá, 023.

—¿Uh? Estoy seguro de que el cumpleaños de tu mamá es el 25, no el 23.

EL AMANTE DE MAMÁ [skz family universe]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora