EXTRA

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Los gritos habían superado la hora. Probablemente cualquiera que pasara por ahí, pensaría que se cometería un asesinato o se desencadenaría alguna clase de masacre, pero los vecinos ya sabían que era simplemente una tarde normal en la familia Kim. La hija del matrimonio estaba en la escuela y aquel había sido el momento perfecto para mandar los buenos tratos y el aparente amor por la borda, como ahora era lo normal.

-¡Estoy harta, ya no te soporto, jodido imbécil!

-¡Bueno, no eres la única, yo también estoy harto de ver tu maldita cara de mierda todos los días!

El vaso de vidrio fue arrojado con fuerza y el estruendoso ruido del objeto roto explotó un silencio que luego se sofocó con la risa sin vida del hombre.

-Vete a la mierda si así lo quieres, yo no voy a detenerte, lo prometo.

-Quiero el divorcio, Seungmin.

-Yo también lo quiero, Lina -sonrió-. Pero esta es mi casa, sólo recuérdalo.

El portazo resonó más fuerte de lo que debía sonar. Los ojos castaños de la mujer se humedecieron y sin quererlo mucho comenzó a lagrimear, sintiendo como el pecho se le oprimía y se volvía doloroso. Ya ni siquiera recordaba porqué habían peleado esa tarde, sólo podía estar consciente de que no era la única pelea y que en realidad, era una de las tantas que habían tenido en todo el mes.

No podía evitar preguntarse qué es lo que había ocurrido y por qué de pronto los dos se odiaban a muerte. Se sentía tan triste y perdida que a veces tan sólo pensaba en irse y desaparecer, pero entonces se detenía porque recordaba que tenía una preciosa hija por la cual debía mantenerse de pie.

Respiró hondo y se secó las mejillas antes de ir por su teléfono. El nudo en su garganta comenzaba a formarse, mas se obligó a carraspear la garganta y esperar a la respuesta de su llamado.

-¿Hola?

-Jinnie, ¿cómo estás? ¿Estás ocupada?

-Oh, no, cielo, justo acaba de terminar mi sesión de fotos.

-¡Genial!, ¿podemos tomar un café?, realmente siento que me está faltando el aire.

-Sí, claro, paso por ti.

Lina respondió con un tarareo y cortó la llamada. Se dedicó a recoger los restos del vaso que arrojó y se cepilló el cabello hasta que escuchó el auto de su concuña y mejor amiga. Ni siquiera esperó a ser avisada, salió pronto de su casa e ingresó al auto, siendo recibida por un silencio liberador que la dejó respirar por un instante. Hyunjin le miró con pena e ignoró el disgusto de Lina por las muestras de afecto, para abrazarla con fuerza.

Pasaron aproximadamente unos quince minutos para cuando Lina se enderezó y Hyunjin comenzó su manejo. Ambas salían de vez en cuando, sobre todo cuando tenían que quejarse del caracter Seungmin o de las infidelidades de Jisung. Una estaba para la otra y Hyunjin ni siquiera necesitó preguntar a dónde irían porque atravesó medio Seúl hasta llegar a una cafetería hogareña en los suburbios de la ciudad.

Saludaron a las empleadas y pidieron sus órdenes. Se quedaron en silencio por un momento hasta que sus bebidas llegaron a su mesa y entonces Lina se dio la oportunidad de comenzar a desahogarse.

-No sé por qué, pero si pudiera, lo asfixiaría con la almohada, lo haría trocitos pequeños y lo enterraría en el jardín sin embargo, no puedo porque mi Bokkie se quedaría sin su padre y ese imbécil necesita jubilarse correctamente para asegurar el futuro de mi bebé -exhaló-. Decidimos que vamos a divorciarnos -agregó.

-Oh, Lina -puchereó-. Sé que ahora estás molesta con él, ¿pero de verdad ya no lo amas?

La aludida se mordió el labio, repasando la orilla de su vaso con la yema de su índice, pensando profundamente sobre las palabras de Hyunjin, sintiendo cómo su estómago revoloteaba.

EL AMANTE DE MAMÁ [skz family universe]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora