EL AMANTE DE MAMÁ [skz family universe]

FINAL

La tensión en la sala de estar era realmente perturbadora. Todos los pares de ojos se miraban entre ellos en un silencio escandaloso que solamente desembocaba los deseos de gritar incoherencias con el único afán de terminar con ello.

—Oh, se me hace tarde.

La presencia de la señora de la casa atrajo la atención de las otras cuatro personas ahí. La vieron volverse loca, arreglando su cabello y colgándose la bolsa de manera torpe. Yongbok se había encargado de entretenerla más de la cuenta para que llegara a ese punto de descontrol con sus planes, así que al menos se sentía orgullosa de su resultado.

Su tía Innie le había contado lo que harían esa tarde. Las dos creyeron que ya era el momento de hablar y desmantelar el teatro ese mismo día. No querían ver el sufrimiento de Seungmin, e Innie ya comenzaba con los preparativos para mudarse con su sobrina. Amaban a Lina, pero a palabras de su hermana menor, ella estaba siendo una "perra muy mala".

—Dejé algunos refrigerios en la cocina, oh, Jinnie me dijo que tardaría en su sesión de fotos, así que pueden ir al parque niños —continuó la mayor, buscando las llaves de su auto—. Confío en que no voy a tardar mucho, así que estaré aquí para compartir la comida, pórtense bien y hagan caso a Innie y a Bin —besó las cabezas de su hija y sobrino—. Nos vemos.

Lina les sonrió y salió de la casa cuando ya no tuvo más para decir. Escucharon el motor del auto y luego el rugido del mismo cuando dio inicio a su camino. Entonces tres de esas miradas se volvieron cómplices.

—Sólo cinco minutos —habló la azabache.

—¿Van a salir? —indagó el menor.

—Si, Channie, te quedarás cuidando a Yongbokkie, nosotros tenemos que hacer unos encargos, pero prometemos no tardar —indicó la azabache.

—¿No podemos ir con ustedes? —indagó la menor.

—No, pequeña, lo siento —respondió Innie, con el celular en la mano.

Yongbok puchereó y luego se acurrucó encima de su primo, buscando la comodidad de su brazo mientras miraba atenta los movimientos de su tía que llevó el teléfono a su oído.

—Aish, responde, imbécil —masculló.

Llamó otras dos veces, pero nadie le respondió. Lanzó una mirada al fortachón y este asintió dejándole saber que estaba listo.

—Seungmin-ah no responde, así que tendremos que hacerlo solos por ahora —declaró la azabache.

Chan ni siquiera tuvo oportunidad de preguntar más al respecto porque la pareja salió como alma que lleva al diablo. Innie subió a su motocicleta con Changbin detrás suyo y dieron inicio al camino de la verdad. No querían ser descubiertos y habían repasado por lo menos unas siete veces el plan así que en ese momento, confianza era lo que menos necesitaban.

—Changbin-ah, me vas a romper las costillas, ¿puedes ser un poco más suave? —pidió amablemente cuando se detuvieron en un alto.

El mayor se dio cuenta de la fuerza ejercida y soltó la cintura de la menor tan sólo un poco, sintiendo aún el miedo en su posición como pasajero.

—Te amo, Innie, estás manejando como la mierda ahora mismo, así que quiero que sepas que te amo, antes de cualquier cosa.

—Eres un idiota, lindo —se burló fingiendo ofensa—. Es la peor confesión amorosa que he recibido en mi vida.

—¿Han habido más? —preguntó con la ceja alzada.

—Muchos más —aseguró—. Y te unirás a la lista de rechazados si no te callas ahora mismo.