12. Yellow

644 65 2
                                        

Si me dijeran, que a mis 18 años, tendría una gran fiesta en mi honor, rodeado de gente a la que parece que sí les importo.. me reiría. Y lo haría bastante fuerte, porque esto era una clara mentira.

Diría que esto es un sueño, o una broma pesada, porque esto para nada podía ser real.

La música se apoderaba de mis oídos, las voces rondaban por mi alrededor, y sus manos se movían por todo mi cuerpo.

—Yaira, ¿tú sabías de esto? —me apresuro a decir, dirigiendo mi mirada hacia ella y no hacia la gente que ahora nos rodeaba.

—No, yo.. yo sé lo mismo que tú —responde, y eso solo hace que me preocupe aún más.

Intento buscar una señal, una respuesta ante toda esta locura, cuando antes de perder la cabeza, lo hago.

Es justo en ese momento, donde al verlo, al ver a la única persona en este mundo que se le ocurriría algo como esto en su sano juicio, es donde todo me hace sentido.

—¡Hey, Jaz..! —no dejo que termine, porque tan pronto intenta decir mi verdadero nombre, cubro su boca con ambas de mis manos.

—¡¿Qué rayos es todo esto?! —le digo, apartando mis manos de su boca para que fuera capaz de responderme.

—Girl, cálmate..

—¡¿Calmarme?! ¡Nate, casi toda la escuela está aquí! —grito, llamando la atención de todo aquel que nos rodeaba.

—¡Baja la voz! —me pide, a la vez que intenta calmarme—. Mira, no es tooooda la escuela. Solo son aquellas personas que te agradan y tú a ellos.

—Conozco a un cuarto de la gente que está aquí.

—Bueno, tal vez les haya dicho a algunos que invitaran a sus amigos..

—¡Nathaniel! —le replico, pero sin importar mi preocupación ante lo que sea que sea esto, él solo decide reírse.

Sabía que esto era una quinta, un lugar rentable para cualquiera que tuviera el dinero suficiente como para hacerlo. También sabía, que este tipo de lugares, solo se utilizaban en ocasiones especiales.

Por eso, tenía dos preguntas, ¿por qué demonios Nate había rentado una quinta? Y, ¿cuál era la ovación especial para hacerlo?

Ambas de estas fueron respondidas tan pronto él me tomó del brazo y me llevó al centro del lugar, en donde pronto la atención se dirigió hacia allá y a nosotros, tan pronto Nate tomó un micrófono.

—Hola, chicos —comenzó a decir, tomando mi mano al mismo tiempo que levantaba está al aire con rapidez—. ¡Denle un gran aplauso a.. Jay!

Todos comenzaron a aplaudir y gritar mi nombre, mientras que yo solo pedía a gritos salir de este lugar.

—Nate.. —le susurre, esperando a que nadie me pudiera escuchar entre los gritos y aplausos —. ¿Que estás haciendo?

—Mira, tu vida se va a convertir en una mierda si sigues intentando ocultar la otra parte de esta, por eso, te pido que hagas esto —suplica, pero yo no logro entender ni una palabra de lo que dice.

"¿Hacer qué?" quiso decir, pero tan pronto las palabras de Nate salieron por su boca, tan pronto estas se repitieron en mi cabeza, supe a lo que este niño se refería.

—¡Nathaniel Carpenter, ni se te ocurra! —grité, intentando hacer que entrara en razón, cuando en realidad, aunque no lo quería ver, era yo el que tenía que hacerlo.

—Jazmin, ¿vas a dejar que el posible amor de tu vida y todo aquel que se te acerque se vaya a la mierda por una mentira?

—Técnicamente es más que 1 mentira...

Cada estrella que he dejado que me conozcaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora