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> Celo <

Warning: +16/Omegaverse

Izana siente un profundo dolor en su vientre, donde el calor se instala con fuerza

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Izana siente un profundo dolor en su vientre, donde el calor se instala con fuerza. Es su segundo día de celo, levemente menos intenso, pero aún así su omega esta rogando ser tomado duramente por un alfa, su cuerpo y hormonas piden a gritos que lo jodan sin piedad.

Los inhibidores ayudan bastante, sus amigos no parecen sospechar nada y todo está tranquilo mientras observa a todos trabajar.

Se dirige a su oficina, donde con calma y se acuesta en el sofá qué el mismo lloriqueo tener ahí. Se siente cansado. Su cuerpo pesa y duele un poco, el calor en su vientre cada minuto que pasa se vuelve más fuerte e intenso, volviéndose insoportable. El dolor es abrazador, como si mil agujas se clavasen en su interior de manera poco agradable. Prefería que le clavasen otra cosa.

Respiro hondo, cubriendo con sus brazos sus ojos. Respirando pesado y sintiendo el calor conocido alojarse en su cuerpo.

Mierda.

No era bueno que el efecto pasase tan pronto, menos en la guarida de Tenjiku donde todos sus seguidores estaban y donde corría el riesgo de llamar la atención de los alfas. Fácilmente podría partirle la cara, sin embargo, con ese calor y dolor, lo único que le sería posible sería rogar por ser follado.

Estúpida naturaleza.

La puerta esta cerrada, no se escucha nada. No hay pasos, ni voces, tampoco ruidos externos. Quizás sus compañeros más cercanos se dieron cuenta del aroma que desprende. Eso le da la iniciativa. Maldice con odio a su lobo antes de colocarse boca abajo, con la mejilla pegada al sillón, las piernas flexionadas y su trasero alzado. Desabrocha los pantalones y los baja junto a su ropa interior hasta las rodillas.

Su entrada esta húmeda, lo siente cuando sus dedos tantean. El lubricante natural junto al celo hacen todo más fácil, dos de sus dedos se deslizan con facilidad en su canal. Los mueve, primero lento y gozando la sensación, seguidamente hace círculos, tocando y jugando con sus paredes. Luego abre y cierra con cuidado, metiendo y sacando, perdiendo la cordura, dejando salir un poco de saliva por las comisuras de sus labios y dejando ir varios gemidos extasiados.

La imagen de cierto alfa con cabello negro, cuerpo corpulento, ojos bicolor en tonalidad negro y gris, con su cicatriz llamativa, músculos marcados y brazos fuertes es un flash en su cabeza. Lo imagina, tomándolo con sus manos grandes de la cintura, jugando con su cuerpo y cogiendolo sin cuidado alguno, follando su culo hasta dejarlo lleno y quizás preñarlo con sus cachorros. La idea es absurdamente tentadora.

¡Kaku!— gime con fuerza, moviendo más rápidos sus dedos y llevándose enseguida a un devastador orgasmo que le roba el aliento

Love | KakuIzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora