Ecléctico, gustas de cimentar personalidades

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Aquella mañana de mediados de primavera se basó en Harry corriendo de esquina a esquina con Gemma y Niall ayudándolo a verse un poco menos deplorable

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Aquella mañana de mediados de primavera se basó en Harry corriendo de esquina a esquina con Gemma y Niall ayudándolo a verse un poco menos deplorable. Harry sujetaba un cigarro entre sus dedos mientras Gemma le cepillaba el cabello con ayuda de un secador. Mientras tanto, Niall le echaba perfume con suma delicadeza. La primera vez que lo había hecho le había rociado los ojos, por poco pierde su importantísimo papel como asistente.

—Como detesto el olor de tu cigarro, Hazz. Huele a muerte, ¿cómo puede gustarte apestar así todo el día? —Pregunta Gemma tapándose la nariz un tanto muy asqueada del aroma tan peculiar de aquel humo.

Harry tenía las ideas muy dispersas, solo miraba al espejo y analizaba las comisuras de sus labios. Louis adoraba ese detalle de su rostro, siempre lo decía. Harry ahora se preguntaba qué tantas cosas pasaban por la mente de Louis cuando lo veía en aquellos años. Y cuantas cosas habían cambiado en su parecer desde entonces. Supuso que no había existido una transformación muy favorable de la percepción que tenía Louis de él.

—Es que el olor me da el recuerdo de que entre más me fume más rápido me moriré. Eso cómo reconforta mi mente, Gemms. —Responde Harry vestido de traje. Formal y decidido.

Iba a parar las críticas. Eso haría.

Y más importante, pediría el permiso de Louis para poder publicar cierta novela que, en parte, le pertenecía a ambos. No se quedaría con sus derechos, no, pero sí pediría permiso para publicarlo incluyéndolo a él como autor también. Qué ingenuo fue Harry pensando que Louis lo dejaría ir tan fácil. Por supuesto que Louis no dejaba que nada se le escapara así de sencillo. Y los sones abstractos de sus ilusos pensamientos eran algo de lo que Louis seguramente sí estaba consciente. Ya que en parte era así, se conocían muy bien y por ende creían saber qué quería o haría el otro. Pero no, ambos eran tan orgullosos que fingían querer una cosa totalmente distinta con tal de no darle la razón al contrario.

Niall solía decir que eran idiotas y ya, Zayn decía que eran orgullosos como la mierda y Gemma solo suspiraba cansada.

—¿Y por qué a Loulou no lo acusaste con tu mamá como querías hacer con Zayn? —Se burló Niall sentándose como si echar perfume hubiese sido el papel más pesado de todo ese proceso.

Gemma contiene una risilla. Hace años no escuchaba aquel apodo que tenían para Louis.

—Porque mi mamá adoraba al cabrón. Es más fácil que lo defienda a que lo odie. Por algo nos presentó en primer lugar. Le había agradado Louis, le gustaba para mí. —Explicó Harry cruzándose de brazos como un niñito caprichoso.

Claro que las cosas no iban a salir bien si su mamá lo había presentado. Harry debió saberlo desde un inicio. Aún recordaba como Louis y él solían hablar diario y de todo. No habían secretos entre ellos, bueno, por un tiempo estuvieron guardando el secreto de que se gustaban. Afortunadamente había sido mutuo y después de esa confesión habían pasado dos años en más confusión.

Velas hundiéndose || Larry Stylinson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora