La revolución •|3|•

45 6 0
                                    

España partió rumbo al norte, desesperado agotado . Pero con una mirada llena de determinación ,donde se esperaba encontrar con otros líderes latinoamericanos. El viaje fue largo y lleno de pensamientos preocupantes, pero su determinación de proteger a Perú y restaurar el equilibrio en América Latina no flaqueaba.

Mientras tanto, en la mansión franco-inglesa, Estados Unidos llevaba a Perú a una habitación privada para asegurarse de que estuviera cómodo y seguro. A medida que Perú recuperaba la conciencia, sintió una mezcla de confusión y alivio al ver a su viejo amigo cerca.

—¿Qué ha pasado? —preguntó Perú, llevándose una mano a la cabeza.

—Tranquilo, Perú —respondió Estados Unidos—. Te he sacado de una situación complicada. Hispánica te había prometido a Inglaterra, pero no voy a permitir que eso ocurra. Eres demasiado importante.

Perú lo miró con gratitud, pero también con preocupación. —¿Y ahora qué? Si Hispánica se entera de esto, podría provocar una guerra.

—Lo sé —dijo Estados Unidos—. Por eso debemos actuar rápido. Necesitamos formar una alianza con los otros países latinoamericanos y hacer frente a Hispánica antes de que sea demasiado tarde.

De vuelta en Sudamérica, España había convocado una reunión de emergencia con los líderes de México, Argentina, Colombia y otros países clave. Se encontraron en un lugar secreto en las montañas andinas, lejos de los ojos vigilantes de Hispánica.

—Gracias a todos por venir —dijo España, mirando a cada uno de los líderes presentes—. Nos enfrentamos a una crisis. Hispánica ha prometido a Perú a Inglaterra, y Estados Unidos ha intervenido. Necesitamos unirnos para proteger a Perú y evitar que Hispánica siga entregando nuestros territorios.

México fue el primero en hablar. —Padre, entiendo la gravedad de la situación, pero necesitamos un plan sólido. No podemos simplemente declarar la guerra sin estar preparados.

Argentina asintió. —México tiene razón. Debemos ser estratégicos. Quizás podríamos convencer a otros países europeos para que nos apoyen en este conflicto. Francia, por ejemplo, podría ser un aliado valioso.

España suspiró, sabiendo que tenía que hacer todo lo posible para ganar esta lucha. —Está bien. Contactaré a Francia y veré si podemos contar con su apoyo. Mientras tanto, debemos prepararnos para lo peor.

De regreso en la mansión, Perú y Estados Unidos elaboraban un plan propio. —Necesitamos asegurarnos de que Hispánica no pueda tomar represalias —dijo Perú—. Tal vez podríamos hablar con Francia. Si conseguimos su apoyo, podríamos tener una ventaja significativa.

Estados Unidos asintió. —Buena idea. Francia siempre ha tenido una relación complicada con Inglaterra. Podrían estar dispuestos a ayudarnos.

Perú sonrió. —Entonces, es hora de actuar. Debemos movernos rápido antes de que Hispánica tenga la oportunidad de reaccionar.

Así, mientras España buscaba apoyo en Europa y los países latinoamericanos se preparaban para la confrontación, Perú y Estados Unidos emprendían su propio camino para asegurar la libertad y protección de sus territorios. El destino estaba en juego .
España logró reunir a todos sus aliados y, cuando estuvo listo para enfrentarse a Inglaterra, ocurrió algo inesperado. Estados Unidos lo mató frente a sus ojos y sonrió.— No creían que en verdad iba a estar del lado del bando perdedor. Sólo los use para conseguir mi ansiada libertad —Rió al ver sus caras incrédulas. En ese momento, México salió furioso y lo enfrentó.

—Sabía que no podíamos confiar en un traidor como tú —exclamó México.

Estados Unidos solo lo amenazó con su daga. —Cuidado con tus palabras, México. Pueden costarte la vida —rió mientras México apretaba los puños impotente.

En ese momento, Argentina salió furioso, preguntando con lágrimas por Perú. Estados Unidos mostró unas llaves, haciéndolas tintinear ante la vista de todos.

—No iba a permitir que mi mayor tesoro saliera lastimado, así que solo borré su memoria y lo manipulé para que los odiara —dijo con una sonrisa cruel.

España, lleno de rabia, intentó lanzarse contra Estados Unidos, pero fue detenido por Chile, quien lo veía con culpa.

—Maldito, ¡nos traicionaste! —gritó España, luchando por liberarse del agarre de Chile.

Chile, triste, se acercó al estadounidense. —¿Cómo pudiste hacer esto? —preguntó, tratando de encontrar una explicación en los ojos del traidor.

—Esto es solo el comienzo —respondió Estados Unidos con frialdad—. América del Norte gobernará sobre todo el continente y no dejaré que unos débiles como ustedes lo impidan.

Mientras tanto, México, Argentina y los demás países se agruparon, sus rostros reflejando una mezcla de rabia y desesperación. Sabían que enfrentarse a Estados Unidos y sus aliados sería una tarea monumental, pero no podían rendirse.

—No podemos dejar que se salga con la suya —dijo México, su voz firme a pesar del miedo.

—Tenemos que rescatar a Perú y revertir el daño que ha hecho —añadió Argentina, limpiando las lágrimas de su rostro.

Chile, con el corazón dividido, se giró hacia sus compañeros. —Sé que esto parece imposible, pero si nos mantenemos unidos, tenemos una oportunidad. No podemos dejar que el sacrificio de España sea en vano.

Estados Unidos, viendo su determinación, simplemente rió. —Adelante, intenten lo que quieran. Pero recuerden, yo siempre estaré un paso adelante.

Con esas palabras, desapareció en la oscuridad, dejando a los países latinoamericanos para planear su próximo movimiento. La guerra que se avecinaba sería brutal, pero sabían que luchar por su libertad y por el rescate de Perú era lo único que podían hacer. El futuro de Latinoamérica dependía de su coraje y unidad.

POV Perú

Mientras Perú estaba en su cuarto, experimentó un profundo dolor de cabeza que lo hizo tambalearse. Intentó levantarse, pero el mareo lo obligó a recostarse de nuevo en la cama. En su mano, descubrió un anillo desconocido que le causaba una extraña sensación de malestar. Al intentar quitárselo, una punzada de dolor atravesó su cabeza, haciéndolo desmayarse.En su inconsciencia, Perú se encontraba atrapado en un torbellino de oscuridad. No podía recordar quién era, ni dónde estaba, ni por qué estaba allí. Todo en su mente era un caos de confusión y vacío. Fragmentos de recuerdos intentaban emerger, pero eran rápidamente devorados por la niebla opresiva que lo rodeaba.¿Cómo podría Perú escapar de esta oscuridad y recuperar su identidad perdida? ¿Qué secretos ocultaba el misterioso anillo en su mano? Las respuestas estaban fuera de su alcance por ahora, pero la esperanza de encontrar la verdad seguía latiendo débilmente en su corazón, incluso en medio de la oscuridad más profunda.

¿Continuará?...

Aceptando el mañana Donde viven las historias. Descúbrelo ahora