Моя ненависть к тебе •|14|•

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«Ahora mírame un momento, un poco, ¿me parezco a ti?»

-Es mi problema si nunca estoy satisfecho.

-Are you satisfied?

-Ich werde nie zufrieden sein.

—Elige, maldito capitalista: tu obsesión o tu hijo.

Rume sostenía una daga en el cuello del pequeño Usper, quien miraba sorprendido y asustado. Le habían dicho que lo ayudarían, pero ahora lo usaban para acabar con su papá. Igual que Alechil, lloraba pensando en sus sentimientos, en cómo pudo enamorarse de alguien que solo quería destruir a su familia. Mientras miraba a USA, vio a todos sus agentes muertos por las manos del primogénito de la familia Rusmex.

En ese momento, Usper vio una mirada en su padre que nunca supo identificar, pero cuando la ponía solo significaba una cosa: las cosas iban a ir muy, pero muy mal.

—Vaya, vaya, los hijos del ruso algo tenían que heredar, supongo —suspiró USA—. Supongo que tengo que acabar con esto de una vez por todas y, si tengo que eliminarlos, lo haré gustoso.

USA dio un paso hacia adelante y Rume cortó un poco el cuello de Usper, casi un rasguño. Usper lloró y extendió su mano hacia su padre, quien miraba con furia a los hermanos.

—¿Qué quieren? —vociferó USA.

Rusmex se lanzó a su arma, un fusil de asalto AK-47, apuntando a USA.

—Acabaste con Alemania y su hijo, pero con nosotros te has equivocado, capitalista. Te odiamos profundamente por todas las lágrimas que mi madre derramó y las veces que a mi padre hiciste llegar al hospital —dijo Rusmex con desprecio.

Rume, aún sosteniendo a Usper, quien no ponía la mínima resistencia y suspiraba con dificultad por el miedo a que en el peor movimiento lo atacaran, habló:

—Todo el mundo te odia por tu crueldad, especialmente Sudamérica. Pero, ¿qué harías si el fruto de tu amor, Usper, pagara tus acciones?

Usper abrió los ojos, sin entender a qué se referían. Su padre nunca hizo nada malo a su madre, o eso pensaba. Miró a su padre con desconcierto, esperando una respuesta. Algo que indicara que lo que ambos hermanos dijeron no era verdad, pero solo recibió un "Lo siento" silencioso que vio en los ojos de USA mientras Rusmex lo apuñalaba y él gritaba.

—¿Cómo fue que todo tomó un giro tan repentino? Mi vida era perfecta, pero ahora, ¿cómo explico que extraño estar en los brazos de mamá? ¿Cómo explico que me rompieron el corazón al mismo tiempo que mi familia? —lloró amargamente en sus pensamientos. Esto dolía como nunca en su vida lo hizo. Y la gota que rebasó el vaso fue que lo hizo la persona con la que creyó tendría un bonito futuro.

Rume, Rusmex, ¿por qué me hicieron esto? —preguntó sollozando el doncel.

Usper trató de librarse, pero Rume no lo dejaba. En momentos como esos odiaba ser un doncel, su contextura no era la mejor y ni hablar de su fuerza. Lloró y lloró hasta que su garganta no pudo más, viendo el cuerpo de su padre y a ambos hermanos. Lloró lo que creyó eran horas, aunque solo fueron minutos. Vio a su padre mover su mano, específicamente el pulgar, y sonrió. Aún había esperanza... No había muerto, no aún, pero si no era atendido pronto, lo haría. Y él no va a permitir eso, eso sí jamás.

Aceptando el mañana Donde viven las historias. Descúbrelo ahora