Transporte

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El silencio después de la tormenta siempre ponía a todos con los nervios de punta, nunca se sentía realmente tranquilo, el olor a pólvora, sangre, sudor y muerte impregno el almacén junto a los vagos ecos de disparos y el zumbido en los oídos. La primera redada de los vaqueros a un antro clandestina en las Almas los llevo a los primeros indicios de actividad sospechosa por parte de la gente de El Charro; unas series de almacenes en Estados Unidos, en las afueras de la calurosa Texas.

Las respiraciones agitadas resonaron en el espacioso espacio llenos de containes, palets con capas de drogas y cuerpos sin vida de hostiles, cualquier movimiento extraño ponía el cuerpo tenso, sin embargo todo estaba tranquilo, de una manera inquietante.

Los dos sargentos se movieron por el etiquetado almacén B en la reunión previa a la misión, cada movimiento era rápido pero acechante, revisando cada esquina y habitación con el arma levantada asegurándose de que no hubiera algún resegado o la vaga posibilidad de que hubieran refuerzos enemigos. Caminando por los pasillos poco impresionados por la muestra de destrucción que dejaron, pasaron por encima de casquillos de balas, sangre y masa encefálica, y polvo blanco de alguna capa rota.

El objetivo era claro, revisar todo el almacén buscando al narco, una vez el primer piso estuvo barrido luego de tomar algunas fotos para enviarle luego a inteligencia. Gaz hizo un movimiento a Soap al otro lado del almacén hacia una seria de escaleras que subían al siguiente piso. Soap, iba en cabeza mientras los dos hombres avanzaban con cautela, Gaz le seguía de cerca, cubriendo los seis pasos de Soap. Sus pasos eran lentos, deliberados y metódicos. La devastación y el derramamiento de sangre a su alrededor no parecían inquietarles; habían visto cosas peores en su trabajo. Pasaron junto a los cadáveres de los enemigos caídos, el olor a pólvora aún persistía en el aire, mezclado con el sabor metálico de la sangre y el leve olor a putrefacción y descomposición a medida que el tejano absorbía el calor del día haciendo su trabajo sobre los cadáveres.

Atravesando largos pasillo revisando cada habitación en barridos rápidos, solo algunas oficinas con poco que destacar, incluso los archiveros y armarios que no eran una real amenaza. Acercándose hacia una oficina que definitivamente estaría su objetivo, cada sargento se puso a cada lado, Gaz alado del pomo haciendo una señal de cuenta con los dedos del 3 al 1, antes de abrir la puerta dejando que Soap se adentrara a la habitación barriéndola sin embargo la decepción les llego al no encontrar a su objetivo, solo desorden que indicaban que quien fuera que estuvo allí salio rápido.

-Mierda- Se quejo audible mente Gaz a su espalda bajando el arma- Se nos escapo- Dijo entre dientes antes de abrir comunicación con él capitán-.

Con una pizca de añoranza, Soap observó la taza de café abandonada, la tentación de probar aquel café tibio casi demasiado fuerte para resistirla. Soap camino hasta que se detuvo junto a una ventana en la pared más alejada de la habitación, abriendo las persianas cerradas y echó un vistazo a donde estaría Ghost en el nido de francotirador a algunas distancia del complejo dando apoyo a distancia. La presencia de la intimidante figura reconfortaba a Soap, aunque sabía que la formidable naturaleza de Ghost inquietaba a muchos.

-¡Joder!- La voz de Gaz lo saco de la vistas volteando con el arma levantada pero al ver que el moreno estaba completamente bien solo soltó un suspiro-.

-¿Qué?- Finalmente pregunto Soap acercándose hacia Gaz viendo de que se apartaba- Holy shit-.

-¿Qué ocurre sargentos?- La voz de Ghost finalmente resonó a través de los comunicadores haciendo acto de presencia-.

-Podrán ser narcos pero tienen computadoras mas viejas que yo- Dijo el sargento escoces-.

Los dos soldados del SAS intercambiaron una mirada de incredulidad, era hilarante como una computadora con Windows xp situada placidamente en un escritorio alrededor de una oficina moderna preguntándose cómo podía seguir utilizándose una tecnología tan anticuada. Sabían que el cártel de El Charro disponía de equipos más sofisticados en otros lugares, pero parecía que este emplazamiento en concreto llevaba años utilizando los mismos ordenadores antiguos. Soap sacudió la cabeza con incredulidad, con una sonrisa irónica en la cara mientras Gaz murmuraba que el ordenador era más viejo que él capitán.

El FUCKIN PlanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora