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CAPITULO OCHO. punto de vista de Mira.
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Observé a los dos conversar mientras me acomodaba en el suelo, tumbándome de espaldas mientras me abanicaba la cara para refrescarme de alguna manera.
▬ ¿Y tú? ▬ La voz de Kayden llamó mi atención pero continué mirando el techo de la habitación de Jiwoo.
▬ Gané contra alguien cuyo poder no está enfocado en el combate. ▬ contesté sin rodeos.
Mientras Jiwoo añadía: ▬ ¡Mira peleó contra Wooin!
▬ Oh, ¿quién ganó?
▬ Nadie. El Sr. Jang lo terminó antes de que termináramos.▬ Recordando los eventos anteriores, realmente puedo decir que Wooin es fuerte a pesar de que el enfrentamiento fue interrumpido.
De pronto, sentí a alguien cerca de mí y la voz estaba ahora a mi lado. ▬ ¿Qué pasa con esta gente interrumpiendo peleas? ▬ oí murmurar a Kayden mientras me negaba a mirarle, no tenía fuerzas ni para mover la cabeza.
▬ ¡Con tu pelea de antes, debes ser bastante fuerte! ▬ Jiwoo comentó mientras yo pensaba en sus palabras.
▬ Sé que soy fuerte, pero no se que tan fuerte soy.
No soy ajena a mis habilidades y a lo bien que las uso, pero he estado ocultando mis poderes durante demasiado tiempo. Además, no hay manera de que pueda probar mis poderes sin ir a por todo, y sé muy dentro de mí que no es posible.
Ser fuerte no siempre es algo bueno, lo he sabido después de ver como Kayden llegó a la cima. Otros serían tus enemigos y harían todo para derribarte, mantendrán sus ojos en ti y esperarán el momento adecuado. Otros te utilizarían en su propio beneficio, un arma a su disposición. Los Cuatro Novatos han tenido los ojos puestos en ellos desde que eran jóvenes, los adultos creen que pueden liderar la nueva generación con lo hábiles que son. Imagínense las expectativas puestas en ellos, la presión que pueden sentir con el peso puesto sobre su futuro.
▬ No me molesta, siempre y cuando sea lo suficientemente fuerte como para protegerme. ▬ Me encojo de hombros antes de obligarme a levantarme y salir de la habitación. Pero, antes de que pudiera salir, el gato se paró a mi lado. ▬ Voy contigo. ▬ Fruncí el ceño ante sus palabras, no tenía muchas ganas de ver a un gato en mi dormitorio.
