***
La noche transcurre mientras la ansiedad recorre mis venas, helada y rápida como un río de mercurio. Cada sonido del reloj resuena como un martillazo en el silencio, amplificando la tensión que me aprisiona.
Saqué de la mesita de noche dos pastillas para dormir y pasado un rato comienzan a hacer efecto lentamente en mi cuerpo.
***
La alarma del reloj marcando las 8:00 me despierta del profundo sueño, no le he prestado mucha atención últimamente pero hace más de un día que no he tenido pesadillas.
Arrastro los pies hasta el baño y dejo que el agua tibia de la ducha caiga sobre mi piel recordando que debo ir al bosque a verme con un asesino.
El vapor del agua se condensa en el espejo, empañándolo. Dibujo una sonrisa forzada en él, intentando convencerme de que debo estar feliz por saber finalmente quién soy ¿o no? Realmente no sé si estoy cavando mi propia tumba. Iré a verme con un asesino, o me convierto en uno o soy la víctima de él.
Me visto con unos vaqueros gastados y una blusa ligera de color rosa, intentando ignorar el nudo de nervios que se me forman en el estómago.
Tomé una manzana del frutero y dentro de este hay dos papeles doblados, abro el primero:
«No nos esperes despierta, Liam está fuera de la ciudad haciendo un reportaje y yo trabajo doble turno, recuerda que Seraphina sufrió un accidente y no salgas de casa por la noche, besitos, te quiere Caterina»
La nota de mamá me da un poco de alegría, la guardo en el bolsillo y abro la segunda con dedos temblorosos:
«Te estoy esperando en la cabaña, recuerda venir»
Volteo la hoja y el nombre de Ryan está escrito con una perfecta caligrafía. ¿Por qué no se ocurrió antes escribir una carta en caso de que me pasara algo y no me encuentren? Baf, ya no va al caso, no se puede llorar sobre el agua derramada, si me pasa algo que más da.
Salí de casa con la sombra de la duda pegada a mis talones y a pasos rápidos estoy dentro del bosque.
Un escalofrío me recorre la espalda. ¿Y si no era Ryan quien había escrito la nota? ¿Y si se trataba de una trampa para asesinarme? Al fin y al cabo no solo hay un asesino sino que ya he visto... no lo sé, ¿cinco, más de veinte en la cabaña?
Llego al lugar acordado y allí, apoyado contra una roca, con la mirada perdida en la copa de los árboles, está Ryan. El cabello oscuro le cae sobre la frente, me acerco con cautela quedando frente a su vista. El corazón me late a un ritmo frenético, ¿será esta será mi muerte, en el bosque, sola e indefensa?
-¿Ry-Ryan?
-Ohh, aquí estas preciosa, pensé que no ibas a venir.
Se levanta rápido rodeándome con sus brazos. El calor que emana su cuerpo me brinda un poco de calma, ¿¡pero estoy loca!? Qué calma ni calma si estoy a un paso de cruzar hacia el infierno o hacia el cielo y convertirme en un demonio o ángel cuando muera.
-¿Me vas a matar? Es la oportunidad perfecta, estoy sola, desprotegida y me abrazas, es el momento perfecto para hacerlo.
El abrazo de él se deshace quedando frente a frente a sus ojos que parecen una tormenta, toca mis hombros e instintivamente doy un paso atrás.
-No Kiara, somos una familia y nos protegemos mutuamente, todos llevamos el mismo gen en el ADN.
-No entiendo nada, ¿me vas a contar que pinto yo en todo esto? ¿Cómo que el mismo ADN?
Ryan me conduce al interior de la cabaña hacia uno de los cuartos.
En el centro de la habitación hay una mesa de madera toscamente construida, rodeada por cuatro sillas y un sofá rojo con cuatro personas sentadas.
Siento que la sangre abandona mi rostro, todos están con la mirada fija en mí; dos chicos y dos chicas.
Uno de ellos es el mismo chico que ví la primera vez que entré a este lugar, sus ojos oscuros, su cabello negro como una noche de tormenta y su piel blanca, lo reconozco al instante, nuestras miradas se cruzan y es como si esos ojos ya los hubiese conocido hace mucho tiempo.
El otro es corpulento, de cabellos castaños, ojos color café y una cicatriz que le atraviesa la ceja izquierda.
La mujer, de belleza gélida, con cabellos rubios me observa con una mezcla de curiosidad y la otra de cabellos negros me mira con desprecio.
Parece como si todos estuviesen unidos por el color negro oscuro, unos lo llevan en los ojos y otros en el cabello.
-Ellos son Amaris -señala a la rubia-, Layla -la pelinegra-, Ashton -el chico corpulento- y Silas -el primer chico que ví-.
Trago saliva, con la garganta seca como el polvo. La sombra de la duda ya no me acompaña, ha sido reemplazada por un terror helado que me paraliza.
-¿Por qué estoy aquí? -Logro articular susurrando, pensé que solo estaría Ryan, no todos estos... desconocidos.
Ryan se acerca, toma mi mano y me sienta en el sofá junto a todos que me observan incrédulos.
El mueble es tan cómodo que no contrasta con los presentes ni el ambientedel lugar.
-En total somos cincuenta y ocho personas que pertenecemos a los Hijos de la Luna, contigo sumamos cincuenta y nueve.
Ryan comienza a hablar caminando por toda la habitación y tocándose el cabello constantemente como si estuviese nervioso, todos lo observan atentos como si él fuese su líder.
-¿Y quién dijo que me voy a unir a ustedes?
-Yo preciosa -se acerca y sus dedos juegan con el mechón de pelo un cae sobre mis ojos.
-No soy una asesina.
-Kiara, comprende que aquí está tu familia, tu hermano -apunta hacia el chico que llamó Silas-, nosotros somos igual que tú y nunca te abandonaremos.
-¿Mi hermano?
Esto si que me deja en shock, ¿qué significa esto? ¿Tengo un hermano que no conozco?
Mi mente da vueltas tratando de procesar toda esta información. ¿Cómo es posible que haya estado viviendo una vida tan normal sin saber nada de esto? Y lo más impactante, ¿es verdad que tengo un hermano?
-Sí, estas viviendo una mentira de la que ni tú misma sabes.
-Kiara -mi supuesto hermano se levanta colocándose frente a mí-, esto es muy confuso, créeme que ni yo mismo lo entiendo. Hay muchas cosas que debes saber pero poco a poco, es demasiado información y temo por tu salud mental.
-¿¡Ahora les importa mi salud mental!? ¿Como eso no les importó al querer adentrarme en este mundo? Ah no, Kiara es la que está viviendo una mentira en sus propias narices y unos asesinos la quieren convertir en lo mismo que ellos.
Las lágrimas salen solas corriendo por mis mejillas a la vez que Silas las seca.
-Déjame, no me toques. ¿¡Cómo pueden jugar con algo así!? Mamá nunca mentiría, soy hija "ÚNICA", no me quieran ver la cara de estúpida, si me quieren matar háganlo ya y no me jodan más la existencia.
Salgo corriendo y escucho las voces de Ryan y Silas gritando mi nombre, lo único que quiero es regresar el tiempo atrás, mi vida es un completo infierno.
Las lágrimas me nublan la vista y caigo tropezando con una piedra torciéndome el tobillo.
Definitivamente mi vida es una reverenda mierda, quiero morir aquí y en este mismo momento.
No entiendo nada, tengo una hermano, pertenezco a unos asesinos, me gusta ver como asesinan, le mentí a mi única amiga y mis padres me mienten. ¿Qué persona quiere vivir esta puta vida de mierda donde no sé ni quién soy yo?
ESTÁS LEYENDO
Inocencia tenebrosa ©
Mystery / ThrillerEn el tranquilo pueblo de Valle Sombrío, donde las sombras parecen susurrar secretos y los susurros ocultan mentiras mortales, reside Kiara Blackwood, una joven aparentemente común con un oscuro secreto del cual no tenía conocimiento. Atrapada entre...