Capítulo 7

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Anoche por fin había logrado descansar por lo que me levanté con la energía que me había hecho falta durante el día de ayer. Por la mañana me preparé y fui al patio de prácticas a seguir entrenando mis habilidades. A la hora de almorzar fui al comedor y allí estaba Blair esperando de nuevo, la saludé y juntos entramos. Mientras comíamos hablábamos de lo que habíamos hecho por la mañana pero notaba a Blair rara, como si quisiera decir o pedirme algo.

"¿Estás muy rara qué te pasa?" pregunté mirándola fijamente. "¿Cómo lo sabes?"-"Llevo contigo desde pequeñitos Blair, es imposible que no sepa cuando hay un cambio en tu actitud"-"La confianza da asco", espetó esta mientras se reía. "Pues sí, pero cuéntame qué quieres"-"Esta tarde tengo una cita con un chico pero me da miedo ir sola". Guardé un grito de emoción en lo más profundo de mi garganta porque no quería que todo el colegio se pensase que soy un bicho raro. "¿Quién es?"-"Se llama Euan y es de cuarto"-"¡Qué emoción Blair!" grité un poco más alto de lo que pretendía llevándome algunas miradas.

"Bueno, ¿qué es lo que quieres que haga?"-"Ayúdame a elegir que ponerme"-"Vale", terminamos de comer rápidamente y fuimos al cuarto de Blair a decidir qué ponerse. Después de estar media hora deshaciendo su armario por completo y mirando prenda por prenda encontramos una falda y un top que eran perfectos. "Ahora sólo te faltan los complementos", dije observando lo bien que le quedaba el conjunto que habíamos elegido. Blair puso cara de sorpresa ante mi frase recordándome que no había cogido ninguno de su casa, por lo que pusimos rumbo a mi cuarto.

Nada más entrar hacía un calor en la habitación que era insoportable, por lo que abrí la ventana y me dirigí al armario. "Vale ahora sí", saqué el joyero y le di a Blair varias cosas para que se probase. Al final se decantó por un collar de perlas y unos pendientes. "Ahora ve a tu cuarto, maquíllate, péinate y pasátelo genial en la cita"-"Muchas gracias Lune, eres el mejor". Mientras salía por la puerta me lanzó un beso y se fue dando pequeños saltitos por el pasillo.

Como no sabía qué hacer cogí las cosas de nuevo, me despedí de Misha acariciándole la cabeza y me dirigí al patio de prácticas. Me puse a practicar de nuevo con la maceta mejorando los resultados que había conseguido la vez pasada. Una vez el sol empezó a caer me fui a los comedores a cenar para no pillar la hora punta, y cuando estaba terminando Blair apareció por la puerta. Con la mano le indiqué donde estaba sentado y vino hacia mí sin siquiera parar a coger comida. "¿Qué tal ha ido todo?" pregunté terminando de rebañar el plato.

"Genial. Hemos estado paseando por el parque, me ha invitado a un helado y luego me ha dejado en la puerta de la residencia."-"Me alegro por ti un montón Blair". Estuvimos un rato más allí sentados contándome con todo detalle cómo había ido la cita y después Blair se quedó a terminar de cenar y yo me fui a mi cuarto a ducharme. Al salir de la ducha me puse un pijama de pantalón corto y me senté en la cama a descansar. Tras un rato de estar leyendo un libro noté una corriente venir de cerca de la cama, por lo que cerré la ventana.

Me di cuenta de que no le había dado de cenar a Misha hoy, por lo que llené su bol de comida y la llamé. Esta no respondió ni vino a por el plato de comida, cosa que me extrañó pues normalmente aparecía en cuanto escuchaba el pienso chocar con el bol, pero no era la primera vez que se dormía tan profundamente que ni se enteraba. La busqué en la casita que tenía pero no estaba, así que fui a su segundo lugar favorito, debajo de mi cama, aunque tampoco se encontraba allí. Me empecé a agobiar por lo que miré por todo el cuarto llamándola, pero no aparecía por ningún lado.

Salí al pasillo por si acaso había salido a la puerta una de las veces que había abierto, pero tampoco estaba allí y Misha no era un animal de irse por ahí y mucho menos de alejarse de mí. Me empecé a asustar así que me senté en la cama a intentar recuperar el aire y fue ahí cuando me di cuenta. Esta tarde me había dejado la ventana abierta cuando vine con Blair así que seguramente Misha se fuese por la ventana al ver algo que le llamase la atención. Me puse las zapatillas y salí de inmediato a la puerta de la residencia a ver si alguien la había visto. Pregunté al recepcionista si por casualidad una gatita negra y pequeña había pasado por la entrada ya fuese saliendo o entrando, pero me dijo que no había visto a nadie por allí.

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