Alexandra Potter

Regreso a la ¿normalidad?

Nunca se imaginó ser la causa de una huelga estudiantil. ¿De verdad la apreciaban tanto para plantarse al frente de todo el equipo docente de Hogwarts como si nada? Todo parecía indicar que sí, tal vez, estaba influyendo demasiado en sus alumnos sin darse cuenta. Ella al principio no quería ser profesora en el colegio, lo veía como una pérdida de tiempo, solo tenía en mente el proteger y enseñar a sus niños, jamás se imaginó estar al frente de casi 500 niños y adolescentes, todos con pensamientos y educaciones diferentes, en sus planes nunca estuvo encariñarse de esos mocosos del demonio como Rabastan acostumbraba llamarlos, pero las cosas no siempre salen como uno quiere y lo supo cuando dejo su orgullo y resentimiento contra Albus Dumbledore para asegurar la protección de esos revoltosos, cada uno de ellos se habían ganado un lugar en su corazón.

— ¿Ya estas más tranquila? — Rabastan pregunto después de dejar un suave beso en el hombro descubierto su mujer — Me impresiono todo el caos que los mocosos del demonio hicieron en nuestra ausencia 

— No les digas así —  recrimino la mujer recargándose en el pecho de él 

— Es de cariño —  respondió riendo haciendo que ella sintiera su pecho vibrar debido a su risa — Amorcito, lo estuve pensando y estoy dispuesto a ser el blanco en el que desquitas tu estrés

Ahora era el turno de Alexandra de reírse a carcajadas.

— Entonces, ¿estas dispuesto a convertirte en un pobre hombre utilizado por esta linda y estresada señorita? — los besos en el cuello que su hermoso novio le estaba dando eran la respuesta que esperaba 

— Úsame a tu antojo mi amor — ambos se abrazaron tiernamente — Esta noche solo se trata de ti 

— De los dos — la mujer juntos sus frentes y ambos quedaron mirándose directamente a los ojos — Esta y todas las noches siempre serán para ambos, tú, tus problemas, preocupaciones, anhelos, metas y alegrías son iguales de importantes que las mías — ella dejo un beso en su nariz — Tú siempre fuiste, eres y serás importante para mi, así que no, hoy no voy a cumplir esa fantasía de que seas utilizado en mi cama 

— No tiene que ser en la cama —  agrego mirándola pícaramente — Puede ser en el escritorio 

—  Hoy no amor, quizás mañana  —  rodeo su cuello con sus brazos —  Hoy solo quiero que hagamos el amor

—  Lo que tu desees princesa — empezó besando su cuello y siguió bajando 

(....)

Camino tranquilamente hasta entrar a su aula, encontrándose con todos sus alumnos de sexto año sentados y en silencio.

— ¿Quién se murió o porque el silencio? — pregunto sentándose en el escritorio, al ver que solo la miraban, sonrió internamente ante lo que iba decir — Bien, como nadie tiene la decencia de responderme; supongo que tomare los días que me quedan de vacaciones y nuevamente dejare a profesores sustitutos en mi lugar, total, el ciclo escolar esta a nada de terminar 

3

2

1...

— Noooo —  

—  No se vaya — 

—  Le gusta vernos sufrir —  

Como vieron que ella no hacia el intento por callarlos u otra cosa guardaron silencio otra vez.

— ¿Cómo carajos se les ocurrió hacer una huelga? — algunos se sonrojaron y otros mas se comenzaron a reír  

— Lo que pasa es que los rumores nos pusieron un poco intranquilos —  Alexandra se le quedo viendo divertida al alumno que había respondido  — Además la mayoría sino es que todos nosotros sabe que usted y el director no son precisamente amigos, creímos que la había despedido para poner a otro de sus estúpidos docentes que no enseñan nada como Quirrell