Cabaña ♡𝐿𝒮♡ ~𝑂𝑚𝑒𝑔𝑎𝑣𝑒𝑟𝑠𝑒~

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El despertador empezó a sonar, pero había algo diferente.

No estaba el ruido de los autos, sus teléfonos no estaban sonando uno a uno, para recibir propuestas de trabajo.

Harry tomó su teléfono, eran exactamente las seis. Estiró un su cuerpo, las mantas en partes frías y calientes, abrazaban su cuerpo, haciendo sentir cómo hace años no se sentía. Debía admitir qur hace años no dormía tan bien, tan tranquilo. Y su Alfa, su Alfa se sentía exactamente como un cachorro.

A pesar de estar amando esa sensación, se levantó para buscar la ropa que se pondría hoy. No tenía mucho que elegir ya que solo había traído unos trajes.

Al tener su ropa lista, salió de la pequeña habitación donde estaba su cama.

"Señor Styles, ¿está despierto?". La voz de unos de los alfas que venía con él, se escucha después de tocar la puerta.

"Lo estoy, ¿qué mierda quieres?". Mientras preguntaba, se acercó y abrió la puerta.

El alfa lo miró rápidamente. "Los hombres se están preparando para salir cuando usted lo diga".

"Bien. ¿Dónde está el maldito baño?"

El alfa se hizo a un lado. "Justo en la puerta que está enfrente".

Tenían un pequeño pasillo, estando frente a su puerta, el baño.

"Está libre por si necesita ocuparlo".

"Tomaré una ducha, todo este lugar huele a pobreza". Hizo un gesto disgustado y entró nuevamente a su habitación.

"¿Quiere qué ordenemos el desayuno?"

Harry negó mientras tomaba su toalla y jabón de su maleta. "Compraremos algo en este estúpido pueblo, no quiero comer con esas personas... sucias y de mal olor".

"Entiendo, señor Styles. Estaremos listos para salir".

"Sí". Harry salió de su habitación, y el alfa se fue a la suya.

Su ducha fue rápida, era carente de todo a lo que estaba acostumbrado. El pequeño espacio y el agua helada, no era para nada de su agrado. Al estar listo con su elegante traje, todos bajaron. Todos los que estaban por ese lugar, los miraban. Omegas y alfas sentían la imponente presencia de esos siete alfas con cada paso que daban. Al salir del hostal, el lugar podía ser admirado, todo el pequeño pueblo se veía hermoso. Harry mentalmente sabía que nunca había visto un lugar con tanta paz y belleza.

"¿Podemos tomar unas fotos desde aquí?". Le preguntó uno de los alfas que estaba encargado de medir, estudiar el terreno y ver la estabilidad.

"Sí".

"Bien, después traeré todo el equipo". El alfa tomó unas fotos. "Lo primero que se debería quitar es... la fuente o bebedero del centro, debemos saber si es agua puesta o naciente".

Harry asintió. "Bien. ¿Las casas cómo serán destruidas?"

"Una rápida solución sería con explosiones... pero será mejor traer una máquina, son de madera vieja, nada resistente, concreto muy viejo o algún tipo de barro".

"Los siguientes terrenos que también serán suyos, son los de arriba. Siguiendo el camino que han hecho de piedra y después solo es tierra".

Harry miró hacia esa dirección. Todo era campo, un campo hermoso e infinito.

"¿Veremos ese terreno?"

"Claro señor. Tal vez sea pesado, podemos llegar hasta donde sea posible con el auto".

"Bien". Harry miró el cielo, pero rápidamente sus ojos bajaron hasta su pierna.

Una pequeña omega había jalado su pantalón. "¿Tú quién eres?"

"Soy quien te va a patear si vuelves a tocarme". Sacudió su pierna haciéndola caer y empezar un llanto.

Las personas que estaban en sus pequeños negocios o simplemente caminando por las pequeñas calles, los miraron seguir su camino como si nada hubiera pasado, o como si una pequeña omega no estuviera llorando. Harry caminaba liberando una abrumadora molestia, odiaba que alguien pusiera sus manos sobre su ropa.

Así llegaron los siete y subieron al auto. Atrás, los cinco creaban unos planos del terreno. Este lugar podría ser una gran fuente de dinero.

Para sorpresa de ellos, el auto logró subir más de lo que estaba planeado. El pasto verde y alto se movía suavemente cómo si estuvieran bajo el mar. Las flores llenaban sus ojos de colores pasteles o fuertes.

Harry se sentía en un mundo nuevo. El aire acariciaba sus rizos, era el viento más fuerte y puro que había sentido en todo su vida. Era extraño para él sentirse rápidamente conectado a un lugar. En sus manos sentía cosquilleos si las mantenía abajo, el pasto y varitas que parecían tener espuma rosa, pasaban entre sus dedos, acariciando y haciéndolo sentir algo único. Se daba cuanta que este lugar lo hacía distraerse, por lo mismo, dejó de escuchar las explicaciones de los alfas, ellos se mantenían viendo el terreno, analizando sin ver todo lo que realmente estaba frente a ellos.

Siguió caminando hasta la orilla, estaban en una pequeña colina. Eso le ayudó a notar algo en un terreno más bajo.

Frunció un poco sus cejas. Era un joven con tres ovejas y algo en sus manos. No le habían dicho que las personas del pueblo subían tan arriba en sus futuros terrenos, pero algo le hacía sentir curiosidad sobre ese joven. Se notaba una comodidad entre las ovejas y él, a pesar de estar de espalda, se notaba en sus movimientos que estaba alegre.

"Señor Styles, avanzaremos un poco más".

Harry se dio la vuelta, debía concentrarse más.