EN TUS REDES - YOONMIN

CAP 11

[LEER POR FAVOR LO ESCRITO AL FINAL 🤧]
OK?
Continuemos...

...

Yoongi hizo una mueca después de terminar su llamada de larga distancia.
En un principio, había planeado pasarse la mañana inspeccionando la casa recientemente acabada, en vez de lidiar con un problema de trabajo.
Algunas cosas necesitaban los retoques finales. Habría sido más fácil contratar a un equipo de albañiles especializados en construcciones exclusivas, sobre todo, teniendo en cuenta el innovador diseño del arquitecto. Él había optado por utilizar mano de obra local, trabajadores jóvenes que todavía estaban aprendiendo, bajo estricta supervisión.
Él sabía lo que se sentía al ser joven y sin recursos, luchando por abrirse paso en una profesión.
Apartó la silla del escritorio y estiró las piernas, mirando por la enorme ventana con vistas al mar.
Su inquietud no tenía tanto que ver con los problemas en el trabajo, sino con la actitud de Jimin.

Esa mañana, cuando lo había despertado, se lo había pensado mejor y había decidido que sería mejor dormir un poco más. Solo de pensar en él su erección crecía. Tan poderoso era el efecto que le causaba.
Pero Jimin había estado agotado. Por eso, había cambiado de idea. Había pensado que una ducha le daría tiempo a Jimin de recuperarse de nuevo, antes de retomar sus juegos amorosos.
Sin embargo, a su regreso del baño, él había desaparecido. Y, cuando Yoongi había ido a su cuarto, se había encontrado la puerta cerrada con llave.
Sumido en sus pensamientos, Yoongi ladeó la cabeza y se frotó el cuello contraído.
No podía entender a ése doncel. Había estado encantado de tener sexo con él. Más que eso. ¡Había sido increíble la forma en que se había entregado a él! Le había dado todo de sí mismo, mucho más de lo que él había esperado.
Paralizado, recordó cómo él había gritado de placer y cómo lo había abrazado con fuerza con brazos y piernas. Él había perdido la noción de dónde acababa su cuerpo y dónde empezaba el de su amante.
Nunca había disfrutado del sexo con tanta intensidad.
Estar con él era diferente.
¿Sería porque estaba embarazado de su hijo?

Se miró el reloj. Era casi mediodía. Era hora de encontrar a Jimin y hablar del futuro.
Lo encontró, al fin, en la piscina gigante que había al final de la terraza de cristal. Pero no estaba bañándose, ni tomando el sol. Estaba con uno de los jóvenes trabajadores que habían construido la casa. Estaban pegados el uno al otro, sus cabezas juntas, asomados al acantilado desde el borde de la terraza.

–"¿Qué estáis haciendo?" –inquirió Yoongi, furioso. ¿Cómo se atrevía ese chico a ponerse tan cerca de Jimin?

Las dos cabeza miraron hacia arriba de golpe, como impulsadas por un resorte. El joven parecía nervioso, pero Jimin solo ladeó la cara con gesto interrogativo. Llevaba unos pantalones cortos vaqueros y una polo azul sin mangas, atado a la cintura. El sol pintaba su cabello moreno con mechas castañas.
Algo dentro de Yoongi se estremeció al verlo. Parecía fresco como el rocío de la mañana, a excepción de la sombra de ojeras bajo los ojos y una mota de barro en la barbilla. Tuvo que contenerse para no tomarlo entre sus brazos.
¿Había sentido algo así alguna vez por un doncel? Intentó recordar si había experimentado una respuesta tan visceral hacia Hanse, su exnovio, pero no lo consiguió. El corazón nunca se le había lanzado al galope solo con verlo. Tampoco lo había visto nunca tan sencillamente vestido. Hanse siempre había llevado ropas caras y maquillaje impecable. Después de que hubieran hecho el amor, siempre había corrido al baño para arreglarse en el espejo. Nunca se había tumbado con él con el abandono con que Jimin había yacido a su lado la noche anterior.

–"Estamos arreglando la bomba de la depuradora" –dijo él con tono frío.

–"¿Cómo?" –dijo Yoongi, parpadeando. Intentó aclararse las ideas.
El chico se levantó y se apartó un poco de Jimin. Él estaba mirando el motor y otra maquinaria para la piscina, ocultos bajo ese borde de la terraza.